La V Internacional
Hay temas que saltan de una a otra plaza: democracia, corrupci¨®n y la distribuci¨®n cada vez m¨¢s regresiva de la renta y riqueza
Del mismo modo que las ¨¦lites extractivas de todas partes se reconocen entre s¨ª, lo est¨¢n haciendo tambi¨¦n los ciudadanos que de una plaza a otra del mundo (los ¨²ltimos, los turcos o los brasile?os) aparecen concentr¨¢ndose y protestando. A pesar de que cada una de esas manifestaciones tiene sus caracter¨ªsticas nacionales espec¨ªficas, hay temas transversales que saltan de una a otra: la relaci¨®n entre la democracia realmente existente y el capitalismo que se practica, la corrupci¨®n que avanza generando pasarelas constantes entre el mundo econ¨®mico y el pol¨ªtico, la distribuci¨®n cada vez m¨¢s regresiva de la renta y la riqueza.
El escritor brit¨¢nico Timothy Garton Ash, que ha denominado a esta comunidad de ciudadanos que protestan ¡°la V Internacional¡±, dice que est¨¢ constituida sobre todo (aunque no solo) por hombres y mujeres j¨®venes que residen en ciudades, m¨¢s preparados que la media, y ¡°que se reconocen y se extienden en todas partes (...). Como la generaci¨®n de 1968, tienen algo en com¨²n, pero esta vez se extiende a todo el planeta¡±.
Uno de los hombres m¨¢s ricos del mundo, el inversor Warren Buffet, escribi¨® hace un par de a?os un art¨ªculo en The New York Times (¡®Dejad de mimar a los superricos¡¯) en el que reconoc¨ªa que la lucha de clases existe y ¡°es mi clase la que va ganando¡±. Hace m¨¢s de un cuarto de siglo que el soci¨®logo Chistopher Lasch acu?¨® el concepto de ¡°rebeli¨®n de las ¨¦lites¡± y describi¨® c¨®mo estas se liberan de la suerte de la mayor¨ªa y dan por concluido de modo unilateral el contrato social que los une como ciudadanos. Al aislarse en sus redes y enclaves de bienestar, esas ¨¦lites abandonan al resto de las clases sociales a su albur y traicionan la idea de una democracia concebida para todos los ciudadanos.
La existencia de esa difusa V Internacional es la rebeli¨®n contra la ¡°rebeli¨®n de las ¨¦lites¡±. No en vano los j¨®venes han sido especialmente vulnerables en el desarrollo de la crisis con¨®mica. Se caracterizan por cotas de desempleo especialmente elevadas, por presentar un elevado riesgo de exclusi¨®n del mercado de trabajo. Esta mayor inseguridad tiende a aumentar espectacularmente en periodos de recesi¨®n, en los cuales los j¨®venes suelen ocupar los segmentos m¨¢s vulnerables del mercado laboral, fundamentalmente con contratos temporales. Con ello, muchos j¨®venes no pueden adquirir experiencia laboral, ni est¨¢n mejorando su nivel educativo, ni tienen motivaci¨®n suficiente para seguir programas de formaci¨®n.
Las protestas relacionadas con la situaci¨®n grupal de los j¨®venes dependen del momento del ciclo econ¨®mico en que est¨¦n sus sociedades. En lugares que crecen, como Turqu¨ªa o Brasil, exigen recuperar los derechos que perdieron en la recesi¨®n o que nunca tuvieron, y una porci¨®n de la tarta m¨¢s grande; en pa¨ªses en los que la econom¨ªa baja, que se repartan los sacrificios de una forma m¨¢s proporcional a la renta y al patrimonio de cada uno.
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