Im¨¢genes en los foros
Las fotos y las ilustraciones ya no son visibles por defecto en los comentarios de las noticias. Debe pulsarse el bot¨®n "Ver imagen" en el mensaje para contemplarlas
Textos inapropiados o directamente difamatorios aparecen reiteradamente en los foros de comentarios a las noticias. Un tema ya tratado en esta secci¨®n. Algo similar ocurre con determinadas im¨¢genes que algunos lectores cuelgan en sus mensajes. La gama de material visual impropio est¨¢ dominado por contenidos ajenos al tema que propone la noticia, convirti¨¦ndose en una interrupci¨®n desagradable de la conversaci¨®n educada que intentan mantener otros lectores. El cat¨¢logo de esta galer¨ªa de ocurrencias visuales, que va de la banalidad a la groser¨ªa y la injuria, es extenso. Dado que la moderaci¨®n se realiza a posteriori de la publicaci¨®n de los mensajes, incluso en el supuesto de que los responsables de la misma repliquen con prontitud y las bloqueen, ya han tenido unos minutos de notoriedad.
Para responder a este problema, el diario ha tomado una primera medida que suscribo. Desde hace unos d¨ªas, las im¨¢genes que se incrustan en un mensaje no son visibles por defecto. Una pol¨ªtica similar se aplicar¨¢ a los v¨ªdeos en las pr¨®ximas semanas.
Cuando un comentarista a?ade una foto al mensaje, ¨¦sta no se visualiza autom¨¢ticamente en el foro y es el lector que est¨¢ siguiendo el hilo de los comentarios quien tiene la opci¨®n de consultarla. Lo puede hacer pulsando el bot¨®n "Ver imagen" que aparece en estos casos en la esquina inferior derecha del mensaje. Una vez hecho, el lector podr¨¢ contemplar la imagen propuesta aunque seguir¨¢ invisible para el resto de participantes en el foro que no hayan activado el bot¨®n.
Varios diarios excluyen la publicaci¨®n de im¨¢genes en los foros. En el caso de EL PA?S, se ha optado por mantener la opci¨®n. Con esta f¨®rmula se persigue posibilitar su publicaci¨®n pero evitar que todos los lectores de un foro tropiecen con ellas de forma involuntaria y entorpezcan el debate. Esta nueva circunstancia deber¨¢ explicarse e incorporarse a las condiciones de uso de los foros del diario.
Una foto puede contaminar una noticia con una "sutil confusi¨®n"
Obviamente, ello no debe relajar la obligaci¨®n de perseguir, aunque se haya menguado su visibilidad, la publicaci¨®n de im¨¢genes que da?an el entorno del foro, que debe ser una plataforma para la conversaci¨®n con ¨¢nimo democr¨¢tico y cr¨ªtico.
En otro orden de asuntos, pero relacionados con la fotograf¨ªa, debo rese?ar la queja de dos lectores que coincidieron en la misma cuesti¨®n. En la informaci¨®n titulada "Cameron apoya los referendos para zanjar demandas de autodeterminaci¨®n" se relataban las consideraciones del primer ministro brit¨¢nico a favor de la consulta sobre la independencia de Escocia. En una cr¨®nica, de contenido impecable, se explicaba que Cameron manifest¨® que, en temas como la autodeterminaci¨®n, lo mejor es dejar que la gente decida. "Lo mejor es ofrecer tus argumentos, afrontar el problema y dejar que la poblaci¨®n decida", declar¨®. Una opini¨®n que no proyect¨® sobre Espa?a y la propuesta de una consulta similar en Catalu?a ("Es lo que creo que se ha de hacer en Reino Unido pero nunca me atrever¨ªa a decir que los espa?oles tienen que hacer eso. Es una cuesti¨®n que ha de decidir el Gobierno espa?ol".). Las declaraciones de Cameron se produjeron en vigilias de la cumbre del G-8 que, por otros motivos, provoc¨® manifestaciones de protesta en Londres. La noticia, aunque informaba de la agenda de la reuni¨®n, no alud¨ªa a las protestas, poco significativas en comparaci¨®n con otras ocasiones. Pues bien, la foto en la edici¨®n impresa que ilustraba la noticia de las declaraciones de Cameron mostraba a la polic¨ªa deteniendo a un manifestante tendido en el suelo. Para Ramir Mart¨ªnez, este tratamiento gr¨¢fico induce "una sutil confusi¨®n ?relacionando conflictividad violenta en la calle con una propuesta de consulta pac¨ªfica?". Efectivamente, aunque hay una coincidencia (Cameron hace las declaraciones en vigilias del G-8 y los manifestantes protestan por la citada cumbre), la inserci¨®n de la imagen en una noticia donde el n¨²cleo informativo es otro puede inducir a la "sutil confusi¨®n" que expone el lector. Habr¨ªa bastado con se?alar tipogr¨¢ficamente una mayor autonom¨ªa de la foto con respecto a la cr¨®nica que ilustraba (empleando, por ejemplo, la presentaci¨®n de una foto noticia). La sutil confusi¨®n se agravaba en la edici¨®n digital. Ah¨ª, el titular de portada en la secci¨®n de Internacional iba acompa?ado de otra peque?a foto de la manifestaci¨®n. En este caso, la imagen era el rostro de un manifestante con la m¨¢scara que usa el asesino de Scary Movie, una imagen asociada al miedo. Pau Ballv¨¦ se limit¨® a enviar una captura de la portada con una interrogaci¨®n: "?mensaje subliminal?".
El manejo de fotos y la valoraci¨®n sobre el alcance de las connotaciones que pueden proyectar (entendidas como el despliegue de sentidos secundarios sobre el mensaje central de la imagen) nunca puede tener la misma precisi¨®n que en el caso de la palabra. ?sta es, la mayor¨ªa de las veces, un signo arbitrario, m¨¢s controlable, mientras que la imagen escapa a una administraci¨®n absoluta de sus sentidos. La fotograf¨ªa tambi¨¦n es le¨ªda y, en el caso que comentamos, el contagio sobre el texto contiguo puede favorecer el anclaje de una idea de violencia asociada a una consulta democr¨¢tica. No hubo intenci¨®n de introducir un subrayado indirecto y ajeno a la informaci¨®n, pero es obvio que la asociaci¨®n de ambas im¨¢genes con la citada noticia es inapropiada.
Un pie de foto en la edici¨®n digital ha sido objeto de razonable cr¨ªtica por parte de Francisco Rubio. Se trata de una cr¨®nica sobre las protestas en Brasil y su presencia en los estadios donde se celebra la Copa Confederaci¨®n. En la edici¨®n impresa, en la secci¨®n de Internacional, se ve¨ªa un espectador luciendo una pancarta y el pie de foto explicaba correctamente la escena: "Un aficionado reivindica el valor de un profesor frente al de Neymar". Sin embargo, la misma cr¨®nica en la edici¨®n digital mostraba a unas espectadoras pac¨ªficas y sonrientes con pancartas reivindicando las pol¨ªticas sociales. Y el pie rezaba: "Fan¨¢ticos en el estadio protestando contra el gobierno". Rubio plantea:" ?Desde cu¨¢ndo protestar contra la corrupci¨®n o exigir respeto, salud, educaci¨®n y seguridad de la forma pac¨ªfica y alegre que se ve es ser un "fan¨¢tico"?".
El escrutinio, saludable, de nuestros lectores sobre las noticias no se centra solamente en pifias notables. Tambi¨¦n los peque?os errores preocupan, particularmente si son obvios y pueden ser un s¨ªntoma de que el diario puede albergar errores m¨¢s serios, aunque menos perceptibles. Lo plantea, por ejemplo, Jos¨¦ Mar¨ªa Latorre. Se refiere a una fotograf¨ªa publicada el 18 de junio en la que se ve a Cameron y Merkel, sin hablar, observando a Obama. El pie de foto, sin embargo, describe la escena de otra forma: Obama y Merkel escuchan a Cameron. "Sin duda es una cuesti¨®n intrascendente", escribe el lector, pero le sirve para plantearse una duda m¨¢s relevante. El pie de foto no es verdad "porque no es eso lo que ven nuestros ojos. As¨ª que pienso: si es vi¨¦ndolo y se tergiversa la realidad¡ qu¨¦ ser¨¢ cuando nos lo cuentan sin que lo veamos. Ya le digo, una tonter¨ªa, pero deber¨ªa preocuparnos". Hay un tipo de errores considerados menores que no son vistos como graves pero que cuando los advierte el lector puede conducirle a la sospecha que formula Latorre: si el diario se equivoca en eso¡ qu¨¦ puede pasar en los temas complejos. De ah¨ª la importancia de evitar el error, aunque sea menor.
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