Campeonas y derrotados compiten por la portada

Del resto de diarios generalistas, Abc y La Raz¨®n no mencionan el triunfo del baloncesto en la primera p¨¢gina de su edici¨®n madrile?a; s¨ª lo hace El Mundo en un peque?o t¨ªtulo debajo del f¨²tbol. Los deportivos As y Marca apostaron por una soluci¨®n parecida: dedicar casi toda su portada al partido de Maracan¨¢ pero destacar el baloncesto femenino, con foto, en la parte superior, junto a la cabecera. En todo caso, el f¨²tbol masculino ocup¨® m¨¢s espacio que el baloncesto femenino en todos los medios, lo que tampoco se puede calificar de sorpresa.

El f¨²tbol es con mucho el deporte rey de las audiencias; una final Espa?a-Brasil en el m¨ªtico estadio de Maracan¨¢ no ten¨ªa precedentes y es uno de los mejores platos para el espectador mundial que puede ofrecer ese deporte. En el otro lado, el equipo espa?ol de baloncesto femenino derrot¨® a Francia por un solo punto tras un emocionant¨ªsimo final disputado en el campo del rival, lo que alimenta esa creciente rivalidad deportiva entre los dos lados de los Pirineos. Es decir, que por m¨¦ritos lo de ellas en el baloncesto era cuanto menos como si ellos hubieran ganado en el ¨²ltimo minuto en vez de caer 3-0.

En las redes muchas personas consideraron m¨¢s meritorio lo conseguido por Sancho Lyttle, Amaya Valdemoro, Alba Torrens y compa?¨ªa en Par¨ªs que lo que hicieron Iniesta, Torres y Casillas en R¨ªo. Y afeaban a los medios no haberlo entendido as¨ª. Esta es una muestra de la acalorada discusi¨®n en Twitter:

Solicito informaci¨®n sobre las sucesivas primeras de EL PA?S a la subdirectora del diario Berna Gonz¨¢lez Harbour, que remite una respuesta detallada y argumentada de cada decisi¨®n tomada esa noche:

"El peri¨®dico habla a trav¨¦s de cada una de sus piezas, pero habla sobre todo a trav¨¦s de su primera p¨¢gina. Incluso a trav¨¦s de la evoluci¨®n de una primera p¨¢gina en un mismo d¨ªa. Y ayer fue uno de esos d¨ªas intensos, divertidos y repletos de cambios para el cierre del peri¨®dico, sin tregua alguna, se lo puedo asegurar.

Dos noticias marcaban la noche: el resultado del baloncesto, en el que la selecci¨®n femenina de Espa?a se jugaba su primera victoria europea en 20 a?os, y el resultado del f¨²tbol, en el que la Roja se jugaba su hegemon¨ªa indiscutida desde que se alz¨® con la Copa del Mundo en 2010 y la Eurocopa en 2008 y 2012. Los de Del Bosque iban a luchar por la ¨²nica que les faltaba: la Copa Confederaciones. La noche, por tanto, promet¨ªa, y un equipo fabuloso de profesionales estaba aqu¨ª, en la secci¨®n de Deportes y de Mesa Digital, d¨¢ndolo todo para cubrirlo de forma impecable en web y papel. Pero lleg¨® la hora del cierre y nada de eso hab¨ªa ocurrido a¨²n.

Por ello, la primera edici¨®n que preparamos ilustraba la portada con una simb¨®lica foto de Obama visitando la celda en la que Mandela estuvo preso buena parte de su cautiverio. Eran las diez de la noche cuando las espa?olas se alzaron con la victoria. La decisi¨®n fue inmediata: foto de ellas. A contrarreloj y sin buen material a¨²n sobre la mesa levantamos la de Obama y sufrimos hasta encontrar una imagen potente de baloncesto. As¨ª se cerr¨® y se imprimi¨® la edici¨®n europea y m¨¢s tarde ¨Ccon una foto ya mejor- la nacional.

Entonces empez¨® la guerra en Maracan¨¢. El plan era claro (dentro de lo inestable que es la supuesta claridad ante el instinto que responde a las noticias reales, no las previstas): foto a tres columnas y careta hasta abajo en caso de victoria. Pero Fred empez¨® a dibujar otro escenario desde el minuto 2 y vino la opci¨®n B: la Roja se quedar¨¢ arriba, en los sumarios con foto situados en cabeza, y las chicas se mantendr¨¢n en la foto a tres columnas. Hoy es su d¨ªa. Pero vino Neymar y marc¨®. Y Fred remat¨® el drama. Y Sergio Ramos fall¨®. El castigo a Espa?a era demoledor, la afici¨®n brasile?a tronaba y la noticia adquir¨ªa una proporci¨®n dram¨¢tica para el sue?o espa?ol. Hab¨ªa que replantear la primera. Y hab¨ªa que mantener a las chicas. La soluci¨®n fue desalojar una noticia exclusiva sobre G¨¹rtel que ocupaba la careta a dos en las anteriores ediciones y abrir paso a la victoria en el baloncesto europeo.

?Saben? A los periodistas no nos gusta dar demasiadas explicaciones de las decisiones que tomamos, como ocurre en tantos oficios, pero estos tiempos 2.0 nos facilitan el di¨¢logo con el lector y no quer¨ªamos esquivar esta pol¨¦mica. Las cr¨ªticas nos hacen espabilar, reflexionar sobre qu¨¦ hacemos y por qu¨¦. Pido opini¨®n a otro periodista de larga trayectoria, Bonifacio de la Cuadra, comprometido con la igualdad tanto como con el deporte. De la Cuadra ha sostenido en varios art¨ªculos el fin de la separaci¨®n por sexos en el deporte y la promoci¨®n de competiciones mixtas. Y a quienes ven ut¨®pica su posici¨®n, les recuerda: "Antes tambi¨¦n ve¨ªan como una locura que una mujer sea polic¨ªa o bombera". Pero este periodista comprende que las expectativas despertadas por la selecci¨®n masculina de f¨²tbol en Brasil, que ten¨ªan en la Copa Confederaciones su ¨²nico reto sin cumplir tras una racha triunfal, ten¨ªan dif¨ªcil competencia. Y no cree que el hecho de que unas ganaran y otros perdieran restara relevancia medi¨¢tica a cada uno de los choques.

Amaya Ir¨ªbar, periodista de la secci¨®n de Deportes de esta casa, cree que el desigual tratamiento de los triunfos de equipos masculinos y femeninos es un reflejo m¨¢s de una sociedad con profundas ra¨ªces machistas. "Lo que pasa en el deporte pasa en la vida, en las empresas, en los partidos pol¨ªticos", explica. "El deporte ha sido durante mucho tiempo ha sido una actividad exclusivamente masculina. Dicho lo cual, el impacto medi¨¢tico de la competici¨®n femenina es menor, eso es un hecho. Y ocurre lo mismo que con los deportes minoritarios que reclaman m¨¢s atenci¨®n. Que s¨ª la merecen, pero el f¨²tbol mueve much¨ªsimo m¨¢s p¨²blico, m¨¢s dinero, m¨¢s inter¨¦s". Un dato: cinco de las diez noticias m¨¢s le¨ªdas en la web de este peri¨®dico este lunes eran piezas relacionadas con la final de la Copa Confederaciones; las cr¨®nicas del Eurobasket femenino no alcanzaban esas posiciones.

Es bienintencionada pero ingenua la pretensi¨®n de dar exactamente igual seguimiento al deporte masculino que femenino. Como es comprensible, los medios tenemos en cuenta qu¨¦ interesa m¨¢s al p¨²blico (o qu¨¦ creemos que les interesa m¨¢s, pero eso hoy es medible). Los deseos de la audiencia no pueden ser la ¨²nica gu¨ªa, porque un diario es ante todo un criterio del que se f¨ªan los lectores. Pero claro que importa. Ninguna actividad puede ignorar lo que desean los consumidores, esta menos que ninguna, porque tiene que ganarse su confianza.

Resistirse al dominio del f¨²tbol (masculino, s¨ª) sobre todos los dem¨¢s deportes ha sido durante mucho tiempo labor complicada, a pesar de que los triunfos de los Nadal, Gasol o Alonso hayan abierto mucho el abanico del inter¨¦s popular. Nombre de hombres, en cualquier caso. El siguiente paso es que el deporte que practican las mujeres atraiga los focos, y eso no se va a conseguir, como la paridad en los consejos o en las listas electorales, mediante cuotas. Se consigue a golpe de ¨¦xito, vendiendo triunfos, ¨¦pica. Pero sobre todo promoviendo el deporte base femenino, construyendo desde abajo. Creando cantera a la vez que afici¨®n. Por ejemplo: ?por qu¨¦ aceptamos que el Real Madrid no tenga equipos de mujeres en ninguna categor¨ªa, pero est¨¦ formando a chicos casi desde que empiezan a andar?

Los Juegos de Londres rompieron en 2012 muchos de los prejuicios. En este pa¨ªs futbolero y donde el deporte ha sido territorio masculino, las mujeres ganaron m¨¢s medallas que los hombres: 11 frente a 6. El pa¨ªs entero vibr¨® ante la pantalla viendo las gestas del equipo femenino de balonmano, por poner un ejemplo. Un ejemplo muy esclarecedor, porque tras la victoria supimos que el campeonato nacional estaba al borde de la quiebra, que los clubes cerraban y la mayor¨ªa de jugadoras han hecho las maletas (este reportaje de Iria Villar se lo cuenta todo). No es posible. entonces, vivir en Espa?a del balonmano profesional. En baloncesto femenino hubo un caso igual de escandaloso: el equipo valenciano Ros Casares se proclam¨® campe¨®n de Europa en mayo y ech¨® el cierre en junio por inviabilidad econ¨®mica. As¨ª como suena. Como dice De la Cuadra, "el problema del deporte femenino no son los grandes eventos, son los domingos normales".

?Est¨¢n en igualdad de condiciones el deporte masculino y femenino? Ni en presupuestos, ni en apoyo institucional, ni en patrocinadores, ni en asistencia de espectadores cabe comparaci¨®n alguna. Tampoco en atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos ni privados, reconozc¨¢moslo. Tampoco en su capacidad de movilizar hinchas, que al final eligen libremente el espect¨¢culo que les gusta m¨¢s. Por otro lado, tantas voces que piden m¨¢s atenci¨®n para el deporte femenino... ?se podr¨ªan traducir en fichas, clubes, abonos, taquilla, audiencia televisiva? ?En una afici¨®n que lo sostenga?

Los ¨¦xitos internacionales reflejan la pujanza de las nuevas generaciones de deportistas, liberadas de complejos de todo tipo. El deporte femenino necesita m¨¢s relevancia y otros pa¨ªses, EE UU en cabeza, pueden darnos lecciones de c¨®mo lograr estructuras y audiencias importantes. Eso es m¨¢s importante que dividir al 50% los cent¨ªmetros cuadrados de la foto de portada, idea salom¨®nica y por tanto poco acertada.

Los deportistas se abren paso ganando y las jugadoras de baloncesto de eso saben. La noticia es que la selecci¨®n femenina han logrado una victoria que se ha abierto sitio en la primera p¨¢gina. Ese hueco de la portada es una victoria, una conquista, en absoluto una concesi¨®n. Nadie se lo puso nunca f¨¢cil a las mujeres deportistas.