Abdicar se pone de moda entre las monarqu¨ªas
Tras la llegada al trono de Guillermo de Holanda, la abdicaci¨®n del emir de Catar y el anuncio de relevo en B¨¦lgica llegan tiempos de cambio en las casas reales
Nuevas normas de conducta llegan a las monarqu¨ªas europeas. Ya no es necesario o¨ªr la tradicional frase: "Ha muerto el Rey, viva el Rey" para que se mueva la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono. El pasado mes de abril, Holanda recib¨ªa a su nuevo monarca, Guillermo Alejandro, y desped¨ªa con toda naturalidad a Beatriz relegada por su propio deseo de reina a princesa. Alberto de B¨¦lgica ha decidido seguir los mismo pasos y ha anunciado que dejar¨¢ en vida el trono a su hijo Felipe. Ha sido una noticia que no ha pillado por sorpresa a los belgas, que desde hace meses sab¨ªan que su rey planeaba dejar paso a la siguiente generaci¨®n. Alberto ha sido un monarca breve que se va a los 79 a?os tras acceder en 1993? a la corona por la muerte de su hermano Balduino, que no tuvo descendencia.
El relevo en B¨¦lgica llega en momentos m¨¢s convulsos que en Holanda. Alberto II vive una situaci¨®n complicada en su vida familiar que ha afectado tambi¨¦n a su imagen p¨²blica tras conocerse que la hija de la baronesa Sybille S¨¦lys Longchamps le reclama una prueba de paternidad a la que tambi¨¦n ha convocado al todav¨ªa pr¨ªncipe heredero, Felipe. Seg¨²n la arist¨®crata, esta mantuvo durante 18 a?os una relaci¨®n extramatrimonial con el rey.
La vida privada de los integrantes de la corte belga ha estado en los ¨²ltimos a?os llena de altibajos de los que no se ha librado ni la venerada reina Fabiola, que se vio obligada a cerrar su fundaci¨®n porque hab¨ªa sospechas de que con ella obten¨ªa importantes beneficios fiscales.
Pero ha sido precisamente el pr¨ªncipe Felipe quien m¨¢s ha estado en el ojo del hurac¨¢n por la publicaci¨®n del libro Cuestiones Reales, del periodista Fr¨¦deric Deborsu, en el que se asegura que el rey de los belgas amenaz¨® al pr¨ªncipe Felipe con retirarle de la l¨ªnea de sucesi¨®n si no pon¨ªa fin a la ¡°relaci¨®n intensa¡± que manten¨ªa con otro arist¨®crata desde hace tiempo. El autor saca a la luz unos comentarios que hizo rey Alberto en 1994 ante un periodista. El monarca reconoc¨ªa entonces que su hijo ten¨ªa una relaci¨®n especial con un hombre. Deborsu justifica la publicaci¨®n de estas declaraciones recordando que existen testigos de esa conversaci¨®n que pueden confirmar lo que explica en su libro.
Desde el Palacio Real de Laeken (Bruselas) calificaron de ¡°injurias¡± las informaciones que aparecen en el libro y anunciaron medidas legales que nunca se tomaron.
Meses antes se public¨® otro libro, que sac¨® los colores a la familia real belga. Fue la biograf¨ªa no autorizada del hijo menor del rey, el pr¨ªncipe Lorenzo, del periodista Mario Danneels, que profundizaba en la personalidad del m¨¢s controvertido miembro de la familia real belga. De ¨¦l se contaban altercados en aviones, salidas de tono en p¨²blico, malversaci¨®n de fondos, violencia machista y amistades peligrosas presuntos ¡°delitos¡± en los que ha incurrido el benjam¨ªn de la familia real.
Pero a pesar de estos avatares, los belgas muestran su apoyo a la monarqu¨ªa, seg¨²n las encuestas, y quer¨ªan que Alberto continuara en el trono de una monarqu¨ªa que tiene congelados sus presupuestos desde hace dos a?os por la crisis econ¨®mica.
El pasado mes de marzo los herederos de las casas fueron convocados a una especie de despedida organizada por Guillermo y M¨¢xima, que preparaban en esos d¨ªas su llegada al trono. Fue una cita singular, que qued¨® inmortalizada en una gran foto de familia. Dos de los que salen en la imagen ya han dado el salto generacional, pero puede que no sean los ¨²nicos. En el siglo XXI son muchas las monarqu¨ªas que meditan c¨®mo adecuarse a los nuevos tiempos. Y muchas de ellas piensan que el futuro est¨¢ ya en manos de los herederos, toda vez que los monarcas reinantes se aproximan a la vejez. Hasta el todopoderoso emir de Catar renunci¨® la semana pasada en favor de su heredero tras confesar que es el momento de que entre aire nuevo. Tambi¨¦n dijo adi¨®s este a?o hasta un Papa que dej¨® paso en un gesto inusual a un sucesor m¨¢s joven y con mejor salud,
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.