Muere Fabiola de B¨¦lgica, la reina espa?ola
Nacida en Madrid en 1928, pas¨® sus ¨²ltimos a?os de vida en el palacio de Stuyvenberg
B¨¦lgica dijo adi¨®s este viernes a la reina Fabiola, figura clave en la realeza de ese pa¨ªs, con casi 54 a?os en posesi¨®n del t¨ªtulo. Todo su reinado estuvo guiado por el deseo que le expres¨® a una de sus hermanas, Mari Luz, el d¨ªa de su matrimonio con el rey Balduino: ¡°Reza por m¨ª para que sea una buena reina¡±, le pidi¨®, explica el historiador Christian Cannuyer al diario Le Soir. Nacida en Madrid en el seno de una familia noble, Fabiola trat¨® de representar el rostro m¨¢s social de la monarqu¨ªa en un pa¨ªs donde los monarcas se definen como reyes de los belgas, no de B¨¦lgica. Falleci¨® a los 86 a?os tras haber tenido una enorme presencia en un pa¨ªs donde la monarqu¨ªa constituye uno de los pocos elementos de uni¨®n entre flamencos y valones.
Fabiola accedi¨® al trono al casarse con el rey Balduino, en 1960. Fue la quinta soberana de una monarqu¨ªa fundada en 1830, con la creaci¨®n del pa¨ªs, y la ¨²nica de origen espa?ol. Aunque cedi¨® el testigo del reinado cuando muri¨® su esposo, en 1993, la reina mantuvo esa categor¨ªa y sigui¨® formando parte de la familia real. Nunca tuvo descendencia, por lo que el cetro pas¨® a manos de Alberto II, hermano de Balduino. La nueva pareja real le pidi¨® a Fabiola que siguiera participando en la vida p¨²blica del pa¨ªs, acostumbrado a contemplar su elegancia y su inconfundible peinado en numerosos actos oficiales.
A partir de 2012 esa presencia p¨²blica fue disminuyendo, aunque estuvo presente en los actos de coronaci¨®n de Felipe I, rey de los belgas desde julio de 2013. En los ¨²ltimos meses su salud se hab¨ªa deteriorado y desde el verano permanec¨ªa con asistencia respiratoria.
Fabiola era la pen¨²ltima de los siete hijos de Gonzalo de Mora y Fern¨¢ndez del Olmo, decimotercer Conde de Mora y cuarto Marqu¨¦s de Casa Riera, y de Blanca de Arag¨®n y Carrillo de Albornoz, descendiente del rey Sancho III. Su familia huy¨® de Espa?a en 1931, con la llegada de la Rep¨²blica. Recalaron en Biarritz, Par¨ªs y finalmente en Lausana (Suiza), donde Fabiola realiz¨® casi toda su formaci¨®n.
Mantuvo siempre el v¨ªnculo con Espa?a. All¨ª pas¨® la pareja real su viaje de novios y all¨ª regresaba frecuentemente para veranear, aunque su verdadera casa estaba entre los belgas. Se preciaba de hablar diversas lenguas. Adem¨¢s de su espa?ol materno, dominaba el franc¨¦s y el neerland¨¦s, las lenguas oficiales de B¨¦lgica, y ten¨ªa conocimientos de italiano y alem¨¢n.
La reina belga trat¨® de combinar su faceta social, que hab¨ªa ensayado en Madrid sirviendo como enfermera de pacientes desfavorecidos, con la art¨ªstica. Tocaba la guitarra y el piano, adem¨¢s de dedicarse al dibujo y la pintura. Dio tambi¨¦n muestras de talento literario con la publicaci¨®n en 1955 de Los doce cuentos maravillosos de la reina Fabiola.
Por encima de todo eso, un elemento caracteriz¨® su vida: sus profundas convicciones religiosas. La influencia de Fabiola fue decisiva en una de las decisiones m¨¢s controvertidas del rey Balduino: la renuncia al trono durante 36 horas, en 1990, para evitar dar el visto bueno a la ley belga del aborto. Varios a?os despu¨¦s, en 1996, la controversia rode¨® a la pareja, que muri¨® sin descendencia y despu¨¦s de que Fabiola sufriera cinco abortos. El pr¨ªncipe St¨¦phan de Lobkowicz public¨® un libro en el que aseguraba que Balduino transigi¨® una vez en sus convicciones al autorizar a los m¨¦dicos que practicasen un aborto a su mujer porque peligraba su vida. Fabiola lo neg¨® categ¨®ricamente.
Con el pesar de no haber tenido descendencia, la viuda de Balduino intent¨® favorecer con su fortuna a otros herederos, aunque el instrumento elegido le vali¨® numerosas cr¨ªticas y contribuy¨® a agrietar su inmaculada imagen. Fabiola constituy¨® en 2012 la Fundaci¨®n Pereos, que ten¨ªa por objetivo atender a sus sobrinos y a fines cat¨®licos. Pero ese veh¨ªculo permit¨ªa, a la vez, pr¨¢cticamente exonerar de tributaci¨®n su herencia. Al depositarlo en la fundaci¨®n, los herederos pod¨ªan sortear el elevado impuesto de sucesiones en B¨¦lgica, que retiene para el fisco el 70% del legado cuando no hay herederos directos.
El movimiento ¨Cconsciente o inconsciente- suscit¨® la desaprobaci¨®n del entonces primer ministro belga, Elio di Rupo: ¡°Dada la posici¨®n de la reina y su dotaci¨®n p¨²blica, esta fundaci¨®n plantea un problema ¨¦tico¡±, se apresur¨® a decir el dirigente, que vio ¡°inaceptable¡± destinar una dotaci¨®n p¨²blica ¡°a fines que no est¨¢n ligados al bien com¨²n¡±. Tras la controversia generada, la viuda de Balduino decidi¨® disolver la fundaci¨®n. En la misma ¨¦poca se recort¨® su asignaci¨®n presupuestaria: 500.000 euros anuales menos de los 1,4 que percib¨ªa anualmente de los Presupuestos del Estado.
M¨¢s all¨¢ de esos borrones de ¨²ltima hora en su expediente, los belgas la recordar¨¢n como una de sus monarcas m¨¢s queridas, frente a la mayor distancia con que han acogido a sus sucesoras en el trono.
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