B¨¢rcenas
Si se tiene un buen equipo de abogados, se sale libre del pufo a la m¨ªnima
Inevitable. ?C¨®mo no hablar de Luis B¨¢rcenas? Les pasa incluso a los que comparten con ¨¦l un lugar en el patio de la c¨¢rcel de Soto. De momento, hay dos testigos que afirman que es un t¨ªo de puta madre, que tiene dinero y viste bien. A uno, le ha regalado un pantal¨®n, no se sabe si nuevo o usado (?venden pantalones nuevos en el economato de la c¨¢rcel?)
El asunto central es que B¨¢rcenas no sabe por qu¨¦ est¨¢ all¨ª, y considera, seg¨²n el escrito presentado por su abogado, que nunca se ha producido un caso as¨ª en la historia. O sea, que B¨¢rcenas piensa que ha entrado en la historia. Es de una injusticia desmesurada. Y, al parecer, no le han explicado bien por qu¨¦ est¨¢ en el talego, cuando los dem¨¢s no entend¨ªamos qu¨¦ hac¨ªa fuera de ¨¦l.
Uno se para a pensar y se tranquiliza: si se hacen las cosas mal, un delincuente (presunto) puede no entrar jam¨¢s, porque los abogados de ¨¦xito anulan procedimientos con una facilidad pasmosa. Nuestras ansias justicieras est¨¢n atenuadas por algunos jueces que cuidan con esmero las instrucciones de los procesos. Si se tiene un buen equipo de abogados, se sale libre del pufo a la m¨ªnima.
Bueno, los ciudadanos vengativos ya tenemos a B¨¢rcenas en el trullo. Ahora, toca la compasi¨®n. B¨¢rcenas se est¨¢ rehabilitando a base de presentarse con educaci¨®n a los presuntos chorizos y homicidas con los que comparte patio: ¡°Me llamo Luis B¨¢rcenas¡±, dice con una franca mano tendida. Y les regala unos pantalones a la que se descuidan.
B¨¢rcenas ejerce su derecho a la defensa sin hacer chantajes, seg¨²n el PP. Pero tambi¨¦n acelera los requisitos de la rehabilitaci¨®n. Parece que a sus compas no les hace peinetas. Les regala cosas del economato. ?No ven ustedes un indicio de rehabilitaci¨®n? No como el violador del Ensanche.
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