Barras espa?olas por el mundo

?De qu¨¦ estamos hablando? De barras con taburetes m¨¢s o menos c¨®modos, de inspiraci¨®n espa?ola donde se sirven bocados de alta cocina.

Espacios con capacidad reducida, entre 12 y 20 comensales, con fogones a la vista, donde los cocineros no solo trabajan frente a los comensales sino que asumen funciones de camareros.

Lugares en los que lograr asiento es un privilegio por el se paga bastante caro. Eso s¨ª, sin apreturas ni la posibilidad de comer de pie como en nuestras t¨ªpicas tabernas. Todo con reserva.

No sin gran esfuerzo hace tres meses conseguimos mesa en Atera www.ateranyc.com gracias a una gesti¨®n de Dani Garc¨ªa.

En Blancahttp://www.blancanyc.com/ result¨® imposible y me he tenido que conformar con la descripci¨®n de Ricard Camarena, que lo visit¨® semanas m¨¢s tarde.

Atera es el capricho de Matthew Ligntner, chef que entusiasma en la Gran Manzana, disc¨ªpulo de Andoni Aduriz.

Su local es un speak easy (sin cartel ni nombre en la puerta) situado en TriBeca que ofrece dos turnos diarios (18,30h y 21,30h), donde se sirven platos liger¨ªsimos de t¨¦cnica impecable.

El Minibar www.minibarbyjoseandres.com de Jos¨¦ Andr¨¦s, recientemente renovado, es punto y aparte. Sentados en su barra probamos platos deslumbrantes que rememoran los a?os m¨¢gicos de El Bulli.

Algo m¨¢s cerca, en Copenhague triunfa Bo Bech, tambi¨¦n disc¨ªpulo de Aduriz, cuyo restaurante Geist www.restaurantgeist.dk lo preside una barra frente a las cocinas abiertas donde el patr¨®n juega con el espect¨¢culo. Debo decir que sus especialidades me encantaron.

Si menciono estos ejemplos es porque las barras espa?olas (altas) y tambi¨¦n las japonesas (bajas) siguen siendo el soporte de restaurantes hasta hace poco impensables.

Todo cambia deprisa.

Entre los de influencia oriental con cocinas a la vista, me vienen a la memoria Dos Palillos (www.dospalillos.com) y Koy Shunka http://www.koyshunka.com/Koy_Shunka/home.html en Barcelona, que copi¨® el modelo del Roka http://www.rokarestaurant.com/ londinense.

Que quede claro que no pretendo hacer una gu¨ªa de locales de este tipo sino apuntar el valor de las barras con las cocinas a la vista como motor de nuevos negocios.

Esta semana acabo de visitar dos restaurantes espa?oles que me han animado a escribir esta entrada. En Murcia El Rinc¨®n de Pepe donde a finales de los a?os 60 Raimundo G¨®nzalez Frutos comenz¨® a sentar a su clientela alrededor de su barra, algo ins¨®lito por aquel entonces.

La idea la copiar¨ªan Piripi y Nou Manol¨ªn en Alicante y la calcar¨ªa en los 90 J?el Robuchon para sus famosos Atelier que tantas estrellas le han proporcionado.

En Santiago encontr¨¦ muy animado Casa Marcelo http://www.casamarcelo.net/ donde Marcelo Tejedor ha remodelado su restaurante alrededor de tres barras. Una f¨®rmula mucho m¨¢s desenfadada.

Si hace 15 a?os Marcelo fue un pionero en romper las distancias entre el comedor y la sala, antes de que lo hiciera Ren¨¦ Redzepi, con este nuevo modelo ha consolidado su prop¨®sito.

Por supuesto que las barras espa?olas no han dicho la ¨²ltima palabra. ?Quien nos iba a decir hace a?os que a su alrededor se iban a generar tal cantidad de nuevas ideas?. En twitter: @JCCapel