Sof¨ªa Loren, musa de su hijo a los 78 a?os
La actriz regresa al cine con un papel protagonista bajo las ¨®rdenes de su v¨¢stago, el realizador Edoardo Ponti
Sof¨ªa Loren ha servido de musa para incontables generaciones, pero desde que entramos en el siglo XXI no ha encontrado a nadie que la reivindique en todo su esplendor. Rob Marshall le concedi¨® un n¨²mero musical en Nine pero, como dicta la l¨®gica de la industria cinematogr¨¢fica, el plato principal lo serv¨ªan otras estrellas d¨¦cadas m¨¢s j¨®venes y gr¨¢ciles que ella, como Marion Cotillard, Nicole Kidman o Pen¨¦lope Cruz. Quiz¨¢s por eso, ha sido su propio hijo, Edoardo Ponti, quien la ha rescatado a sus 78 a?os para un protagonista con el que dar lustre a la recta final de su carrera.
Estos d¨ªas han comenzado a rodar juntos La voce umana (La voz humana), una adaptaci¨®n del mon¨®logo teatral firmado por Jean Cocteau en 1930. La versi¨®n original (que ya ha conocido dos adaptaciones previas, una dirigida por Roberto Rossellini y otra encabezada por Ingrid Bergman) era en franc¨¦s; ¨¦sta ha sido traducida al dialecto napolitano. El rodaje, que se espera completar en unas tres semanas, se trasladar¨¢ de N¨¢poles a Roma y la ciudad portuaria de Ostia. La historia se centra en una mujer mayor que mantiene una desesperada conversaci¨®n telef¨®nica con su amante de los ¨²ltimos cinco a?os, que est¨¢ a punto de casarse con otra.
No es la primera vez que Sof¨ªa Loren trabaja bajo las ¨®rdenes de su segundo hijo. Edoardo Ponti, de 40 a?os, debut¨® como director en 2002 con la pel¨ªcula Cuori estrani (Entre extra?os), donde conced¨ªa a su madre el papel de una pintora frustrada que se dedica a cuidar de un marido confinado en silla de ruedas y que encuentra el coraje para dar rienda suelta a su arte gracias a un jardinero interpretado por G¨¦rard Depardieu. Edoardo sigue los pasos de su padre, el realizador y productor Carlo Ponti, a quien la int¨¦rprete conoci¨® a los 15 a?os (¨¦l ten¨ªa 37) y con quien comparti¨® comparti¨® 57 a?os, hasta que Ponti muri¨® en 2007. Toda una vida.
En los ¨²ltimos tiempos, Sof¨ªa Loren ha realizado escasas apariciones cinematogr¨¢ficas. Una de las m¨¢s recientes, el telefilme La mia casa e¡¯ piena di specchi (Mi casa est¨¢ llena de espejos), acud¨ªa a su propia autobiograf¨ªa, con ella encarnando a su madre y la actriz Margareth Made haciendo de joven Sof¨ªa Loren. Aunque este nuevo proyecto junto a su hijo podr¨ªa devolverla a la escena, da la sensaci¨®n de que cualquier visita al pasado art¨ªstico de Sof¨ªa Loren siempre ser¨¢ mejor.
Lo cierto es que la deslumbrante presencia de la actriz italiana se ha restringido a vistosa reliquia en programas televisivos o eventos del espect¨¢culo. Aqu¨ª la vimos, por ejemplo, en junio del a?o pasado, participando en el programa Hay una cosa que te quiero decir donde, en un arranque de desparpajo, puso a prueba su castellano llamando ¡°maric¨®n¡± al presentador, Jorge Javier V¨¢zquez, para pedir inmediatamente despu¨¦s disculpas al comprobar la reacci¨®n del p¨²blico.
Tambi¨¦n se dej¨® ver en R¨ªo de Janeiro el pasado noviembre, en la presentaci¨®n del calendario Pirelli 2013, donde encabez¨® la mesa presidencial junto al expresidente brasile?o Lula Da Silva y apenas dijo ¡°esta boca es m¨ªa¡± cuando le toc¨® presentar al fot¨®grafo del almanaque, eso s¨ª, con la pose perfectamente alicatada desde el escenario. Unos pocos a?os antes, en 2007, la vimos a sus esplendorosos 72 compartiendo las p¨¢ginas de ese mismo calendario con Hilary Swank o Pen¨¦lope Cruz. Loren ha decidido prolongar su mito a la manera contraria de Greta Garbo: mostrando en primer plano su (retocada) belleza tamizada por el paso de los a?os. Sigue ejerciendo de diva de su propio universo. Hasta que decida decir basta.
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