Causa general

Fueron los dos grandes partidos los que respaldaron la idea de que censurar la corrupci¨®n all¨¢ donde surgiera, o denunciar las malas pr¨¢cticas pol¨ªticas siempre que se produjeran y fuera quien fuese el que las perpetrara, era cosa de ¡°equidistantes¡±. Tambi¨¦n se apuntaron a se?alar el vergonzoso pecado de la equidistancia los periodistas o pensadores que estaban abonados a los partidos (aunque sin querer reconocerlo); algunos de ellos han sido los grandes abroncadores de quienes se negaban a tener un pensamiento partidista. El miedo a ser tachado de traidor ¡°equidistante¡± cundi¨®, porque un partido ten¨ªa dicho a los suyos que la autocr¨ªtica favorec¨ªa a la derecha, y el otro hac¨ªa lo propio advirtiendo de que no se pod¨ªan tirar piedras contra el propio tejado.

Creo que esta fue una de las causas (generales) que convirtieron el debate pol¨ªtico en un sainete. De sainete parec¨ªa estos d¨ªas pasados el portavoz del PP que, sin asumir el caso B¨¢rcenas, atacaba a los socialistas andaluces por no responsabilizarse de los falsos ERE; mientras el del PSOE ped¨ªa airadamente que el presidente del Gobierno diera la cara por los papeles de B¨¢rcenas, sin acordarse de que en su casa hay un cuarto que huele mal. Y de astracanada ha sido que ambos partidos utilizaran el t¨¦rmino ¡°Causa General¡± para definir la investigaci¨®n que est¨¢n realizando los jueces en ambos casos.

?La gente m¨¢s joven de nuestro pa¨ªs sabe lo que fue ¡°la Causa General¡±? ?Los libros de historia del bachillerato llegan a los a?os cuarenta en el temario? Porque ser¨ªa de agradecer que si bien se creen con derecho a leerle la cartilla a los jueces en los m¨ªtines, como se la leyeron a los ciudadanos que consideraban equidistantes, al menos utilizaran las palabras con propiedad. ?Causa General? Dan ganas de gritar: ?hay alg¨²n historiador en la sala?