Chantaje al Estado
Cercado por una justicia lenta en exceso, B¨¢rcenas amenaza ahora al Gobierno con m¨¢s da?os
El Gobierno, que ha usado varias veces su mayor¨ªa absoluta para bloquear las explicaciones debidas por el caso B¨¢rcenas, se encuentra cada vez m¨¢s enmara?ado en los esc¨¢ndalos sobre la financiaci¨®n del partido en el poder y conminado a explicarse tras el giro estrat¨¦gico de su antiguo gerente y tesorero. Ese cambio certifica el fracaso de la t¨¢ctica seguida por el PP, tratando de negar toda responsabilidad o residenciarla exclusivamente en B¨¢rcenas, y evidencia el chantaje planteado por una persona que parece buscar el disfrute de la libertad y del dinero que ha situado fuera del alcance del fisco, a costa del Estado de derecho.
La impotencia de los poderes estatales es consecuencia de las extra?as actuaciones seguidas. El multimillonario B¨¢rcenas ha gozado de libertad no solo desde su primera imputaci¨®n, cuatro a?os atr¨¢s, sino hasta cinco meses despu¨¦s de descubiertas las primeras certezas sobre su fortuna en Suiza y publicados sus apuntes de la contabilidad B del PP. Este partido despreci¨® la importancia de los papeles de B¨¢rcenas reproducidos por EL PA?S a partir del 31 de enero, alegando que se trataba de ¡°fotocopias de fotocopias¡±. La teor¨ªa de la manipulaci¨®n queda desmontada definitivamente con la entrega a El Mundo de un par de p¨¢ginas originales, inocuas a efectos judiciales ¡ªla fiscal¨ªa y la justicia conocen de sobra la veracidad de esas dos p¨¢ginas y todas las dem¨¢s del cuaderno de B¨¢rcenas¡ª, pero en clara advertencia de que 28 a?os de trabajo para el PP le permiten llevar el desaf¨ªo mucho m¨¢s lejos.
La fiscal¨ªa y el juez del caso han actuado lo justo para mantener viva la instrucci¨®n, pero han tardado demasiado en tomar medidas contundentes. Es cierto que se han enviado comisiones rogatorias a numerosos pa¨ªses y que esos tr¨¢mites son lentos. Pero resulta sorprendente que no se hayan producido registros en el domicilio del presunto delincuente ni en los locales del partido, y que tampoco se haya investigado qu¨¦ fue de las cajas de documentos que el propio B¨¢rcenas presumi¨® de haber sacado de la sede central del PP antes de marcharse.
Editoriales anteriores
Hasta que entr¨® en prisi¨®n, el 27 de junio, el extesorero no sufri¨® m¨¢s medidas cautelares que condicionar sus salidas de Espa?a a la obtenci¨®n de permiso judicial (para acallar el esc¨¢ndalo provocado por sus continuos viajes) y la obligaci¨®n de presentarse peri¨®dicamente a las autoridades. B¨¢rcenas probablemente esperaba que el Gobierno le sacara del atolladero judicial y por eso se prest¨® inicialmente a negar la realidad de la contabilidad B publicada por este peri¨®dico, dando cobertura as¨ª a la direcci¨®n de su antiguo partido para negarlo todo y hacerse la ofendida. Pero su encarcelamiento y la exigencia de 42 millones de euros como fianza civil le han hecho cambiar de actitud.
M¨¢s all¨¢ de lo que llegue a probarse judicialmente, ahora queda la palabra de B¨¢rcenas contra la del presidente del Gobierno, quien neg¨® personalmente, el 2 de febrero, haber recibido ni repartido dinero negro. Est¨¢ cuestionada la legalidad de la financiaci¨®n del PP y planteada la posible violaci¨®n de la ley de incompatibilidades por parte de miembros del Gobierno de Aznar, si efectivamente cobraron sobresueldos al tiempo que ejerc¨ªan de ministros. Puede quedar en rid¨ªculo el discurso del PP a favor del recorte general de retribuciones a los pol¨ªticos y hay todo un cap¨ªtulo de posibles sobornos pendiente de aclaraci¨®n.
El partido gobernante se ha negado a dar explicaciones de las pruebas e indicios de ilegalidades. Pero la oposici¨®n pol¨ªtica quiere saber si Rajoy y sus colaboradores cobraron sobresueldos y si el presidente minti¨® al negarlo. Y la sociedad, harta de la corrupci¨®n pol¨ªtica, necesita y exige saber la verdad de una vez.
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