Guillermo del Toro: ¡°Los robots siempre me han puesto cachondo¡±
No guarda buen recuerdo del rodaje de ¡®El laberinto del Fauno¡¯ en Espa?a. Si no trabajara en Hollywood har¨ªa videojuegos A sus 49 a?os, el director y productor de cine mexicano revive el g¨¦nero de aventuras de los ochenta
"Es un milagro que me hayan dejado salirme con la m¨ªa¡±, repetir¨¢ Guillermo del Toro (Guadalajara, M¨¦xico, 1964) al final de esta entrevista. Nada puede definir mejor la personalidad de este escritor, guionista, director, productor y lo que se tercie, marcada por un ins¨®lito amor al cine. Ins¨®lito porque nunca ha ocultado sus se?as de identidad, las de militante furioso, amante del cine de g¨¦nero, ni?o con disfraz de adulto que lleva tres d¨¦cadas haciendo lo que quiere, unas veces m¨¢s y otras menos, pero siempre agarrado a sus obsesiones: los monstruos, el terror, las vi?etas; la pasi¨®n por lo at¨ªpico, lo extra?o, lo escondido.
El realizador favorito de los cin¨¦filos impenitentes destac¨® en su pa¨ªs natal con Cronos (1993) una vuelta de tuerca muy afilada al denostado cuento del vampirismo. Premiado en M¨¦xico y luego en Cannes, Del Toro cometi¨® el pecado (de juventud) de o¨ªr los cantos de sirena de Hollywood. Lamentablemente, su debut con aquella f¨¢bula de insectos creciditos llamada Mimic (1997) no fue lo que esperaba y puso pies en polvorosa.
Tengo una casa para mis monstruos y otra para vivir con la familia¡±
Cinco pel¨ªculas m¨¢s tarde vuelve a Hollywood por la puerta grande. Cierto es que las dos entregas de Hellboy podr¨ªan interpretarse como un retorno previo, pero nadie hab¨ªa dado al mexicano v¨ªa libre y un presupuesto gigantesco para hacer realidad sus fantas¨ªas. Pacific rim, un descomunal monumento al cine de aventuras de estreno en Espa?a el 9 de agosto, recupera el esp¨ªritu de las pel¨ªculas de los ochenta como Los Goonies, de un cine que parec¨ªa haber buscado pastos m¨¢s verdes y que este director recupera para un espectador distinto, con inquietudes de otro tiempo. En el filme, gigantescos monstruos surgidos del Atl¨¢ntico se enfrentan al ¨²ltimo halo de resistencia de la raza humana, personalizada en unos robots: los jaggers. La cita es en un hotel de Los ?ngeles. Del Toro est¨¢ sentado en un gran sof¨¢, viste gafas de bibliotecario y mastica chicle con parsimonia. Es un hombre relajado que habla sin tapujos. Viste camiseta negra y una americana que parece un elemento ajeno: Del Toro no la necesita.
PREGUNTA: ?Cu¨¢l es su relaci¨®n con la ciencia ficci¨®n?
RESPUESTA: Me gusta mucho verla, pero me gusta m¨¢s el horror, lo que siempre he le¨ªdo, y me gusta la ciencia ficci¨®n humanista, el steampunk. Me gustan los engranajes, los mecanismos, los tornillos; c¨®mo encajan esos mecanismos¡ los robots siempre me han puesto cachondo.
P: ?De d¨®nde sale Pacific rim?
R: De la entra?a mental de los 12 a?os. Rara vez he hecho una pel¨ªcula con tanto amor, te lo digo de verdad. Es una pel¨ªcula completamente infantil, como Hellboy. De hecho, si ahora tuviera una m¨¢quina del tiempo e invitara a mi otro yo de 12 a?os a ver lo que estoy haciendo, se pondr¨ªa loco de contento al ver mi versi¨®n de 48 a?os. Estar¨ªa orgulloso.
P: ?C¨®mo definir¨ªa la historia de la pel¨ªcula?
R: No es compleja, es bonita. La historia de Charlie [Hunnam], de todos los pilotos, es una historia de aventuras. Sencillas, pero emocionantes; no creo que haya ning¨²n tipo de complicaci¨®n porque no es eso lo que pretend¨ªa.
P: ?Se siente usted heredero de los Paul Verhoeven, John Milius, Richard Donner o Walter Hill? Directores de culto, rebosantes de personalidad, que ya no trabajan a pesar de que podr¨ªan hacerlo: parias en Hollywood.
R: Ay, amigo. Paul Verhoeven, John Milius¡ [resopla]. Te dir¨ªa que lo mejor ser¨ªa echarse unas copichuelas porque este que me planteas es un tema amiguetil que no tiene soluci¨®n. Esto es algo que siempre hablo con mi mujer: ella me dice que trabajo como un animal y que tendr¨ªa que descansar. Y yo le digo que llegar¨¢ un momento (y no tengo dudas de ello) en que no me contratar¨¢n m¨¢s. Y lo extra?o es que no hayan dejado de hacerlo ya [risas]. Gracias a Dios. Ese momento va a llegar y s¨¦ que pensar¨¦: ¡°Joder, qu¨¦ bien no haber tenido ni un puto d¨ªa de vacaciones¡±. Porque mi gran desgracia es que mi trabajo es como unas vacaciones para m¨ª. Y es que adem¨¢s, si pienso en Verhoeven, con Los se?ores del acero o El libro negro, joder, incluso Brian de Palma o Alan Parker, y en el hecho de que no est¨¦n rodando. Es una lista largu¨ªsima, y muchas veces tr¨¢gica¡ Supongo que algunos han ¨Csimplemente¨C envejecido. As¨ª que, ya sabes, a trabajar a tope mientras se pueda.
Uno de los nuestros
Guillermo del Toro. (Guadalajara, M¨¦xico, 1964) Su amor al cine empieza a los 10 a?os cuando aquel ni?o, fascinado por los efectos especiales, comenz¨® a imaginar sus propios cortos. No pasar¨ªa ni un lustro antes de que empezara a estudiar maquillaje con el mism¨ªsimo Dick Smith (el supervisor de?El exorcista en esa materia).
A los 29 a?os firmaba su primer filme, Cronos, una inmejorable tarjeta de visita para cin¨¦filos. Despu¨¦s llegar¨ªan Mimic, Blade II, El espinazo del diablo, El laberinto del fauno y las dos entregas de Hellboy. Todas ellas sirvieron para cimentar la fama y la reputaci¨®n de un director que parec¨ªa querer sentarse entre el p¨²blico m¨¢s que disfrutar de las mieles del ¨¦xito. Uno de los nuestros.
P: Despu¨¦s de un lustro sin dirigir, algunos empezaban a pensar que hab¨ªa tirado usted la toalla.
R: S¨ª, es verdad. Cinco a?os sin dirigir. Pero, mira, ?sabes lo que pasa? Con El hobbit parpade¨¦ y ya hab¨ªan pasado dos a?os. Con Monta?as de la locura me pas¨® exactamente lo mismo. As¨ª que, para evitar este tipo de cosas, he dejado de parpadear [sonr¨ªe].
P: ?Qu¨¦ le doli¨® m¨¢s? ?Haber tenido que dejar El hobbit o haber tenido que renunciar a Las monta?as de la locura?
R: Lo de Las monta?as. Qued¨¦ muy dolorido. Mira, yo soy muy pesimista, siempre pienso que las cosas no van a salir, pero con esa pel¨ªcula es de las pocas veces que he sido optimista, el idiota optimista. La gente me dec¨ªa: ¡°Guillermo, ll¨¦vatelo tranquilo¡±, pero yo insist¨ªa: ¡°No, no, esta sale seguro¡±. Cuando se fue todo al traste, me romp¨ª el hocico.
P: ?Y qu¨¦ hace uno cuando se le cae algo as¨ª?
R: En mi caso, nada, porque lleg¨® Pacific rim, literalmente, a las pocas horas. El productor Thomas Tull me dijo: ¡°Si Las monta?as se cae, tengo luz verde para Pacific rim¡±. Cay¨® un viernes y al lunes siguiente estaba en su oficina. ?Si lo har¨¦ alg¨²n d¨ªa? Me encantar¨ªa hacerla, pero la agenda se complica y ahora ya no es f¨¢cil.
P: Entonces, lo de dedicar dos a?os a El hobbit y luego que la rodara otro, ?no le sent¨® tan mal?
R: No. Con El hobbit lo pasamos bomba. Yo engord¨¦ 50 kilos por culpa de la maldita comida de Nueva Zelanda, que est¨¢ exquisita. Lo peor era un queso, triple crema, brie¡ qu¨¦ b¨¢rbaro, me lo tomaba como si fuera aire [carcajadas]. Me convert¨ª en una monta?a humana, literalmente. Y encima, all¨ª, el tiempo pasa como la brisa gentil del atardecer, y cuando me di la vuelta, zas, dos a?os. Mi recuerdo del tiempo que pas¨¦ all¨ª y de aquel maravilloso pa¨ªs no puede ser mejor: se vive de puta madre. Con Las monta?as fue diferente, mucho m¨¢s doloroso, no hay punto de comparaci¨®n.
P: ?Le dieron ganas de largarse de Hollywood?
R: La cuesti¨®n, mi obsesi¨®n de siempre, es no depender de un solo tipo de industria. Si no trabajara en Hollywood, me buscar¨ªa la vida en otro sitio: intentar¨ªa conseguir financiaci¨®n en Asia, o en Europa. O har¨ªa videojuegos, o animaci¨®n, o tele. No dejar¨ªa de trabajar si no existiera Hollywood.
P: Hay un mill¨®n de proyectos relacionados con usted. ?De d¨®nde saca el tiempo?
R: No hagas caso, la mitad no existen, la otra mitad no van a ninguna parte. La gente tiene mucha imaginaci¨®n.
P: ?Por ejemplo Pinocho?
R: Esa s¨ª es verdad. Tuve una reuni¨®n hace 13 d¨ªas para ver si me daban la pasta.
P: ?Y qu¨¦ tal?
R: Ni idea, no lo sabr¨¦ hasta que me den la pasta [risas]. La cuesti¨®n es que ha habido muchos que nos han dicho ¡°yo me apunto¡± y luego se retiran, ya sabes, la crisis lo hace todo m¨¢s complicado.
P: ?Y El incre¨ªble Hulk?
No tuve una buena experiencia en espa?a con ¡®el laberinto del fauno¡±
R: Eso est¨¢ en el limbo. Desde que sali¨® Los vengadores no he vuelto a saber nada. Estamos buscando un escritor, me dijeron, que por lo que tardan deben de estar busc¨¢ndolo con la linterna de Di¨®genes [risas].
P: ?A su mujer no le molesta tenerle todo el d¨ªa, tel¨¦fono en mano, hablando de bichos, monstruos o f¨¢bulas?
R: [Risas]. Hace seis a?os compr¨¦ dos casas separadas de la familiar. Tengo mis casas para mis monstruos y otra casa para vivir. Vivo con mi familia y de vez en cuando voy a ver a mis monstruos, con los que vivo un romance perpetuo. Lo llevamos bien.
P: Dijo usted en una ocasi¨®n que no volver¨ªa a trabajar en Espa?a. ?Sigue manteni¨¦ndolo?
R: Volver¨ªa a trabajar en Espa?a, pero no tuve una buena experiencia con El laberinto del Fauno.
P: ?Qu¨¦ pas¨®?
R: Casi todo lo que pudo salir mal sali¨® mal. No hab¨ªamos empezado a rodar y ya est¨¢bamos pasados de presupuesto, luego cuando empezamos, ya empezamos mal. Despu¨¦s tuvimos el inconveniente de que est¨¢bamos hablando de una pel¨ªcula de guerra y justo iniciado el rodaje se produjo aquel horrible incendio en Guadalajara donde hubo varias v¨ªctimas. A consecuencia de ello, nos retiraron los permisos para utilizar cualquier clase de explosivos, balas de fogueo e incluso m¨¢quinas de hacer humo. Tuvimos gente que estaba en contra de la pel¨ªcula, a algunos productores no les gustaba. Hab¨ªa un ambiente hostil. En fin, que fue muy dif¨ªcil.
P: ?Pero el resultado le pareci¨® aceptable?
R: ?La pel¨ªcula me encanta! Conoc¨ª gente inmejorable, pero muchos en la industria pensaron que era un proyecto descabellado, y visto ahora, quiz¨¢ tuvieran raz¨®n.
P: Habla usted de la industria. ?C¨®mo lleva un cin¨¦filo reunirse con tipos a los que el cine les importa m¨¢s bien poco?
R: Bueno, si llegas con la expectativa de que vas a entrar en el despacho de alg¨²n ejecutivo de Hollywood a hablar de cine, acabar¨ªas loco, sabes perfectamente que la mayor¨ªa de las personas con las que vas a conversar tienen inter¨¦s ¨²nica y exclusivamente en los n¨²meros. Es como si te fueras a dialogar con el Ayuntamiento de Madrid esperando que te dijeran lo mucho que les gusta Kubrick [risas]. Pero tambi¨¦n hay excepciones, la gente de Warner y Legendary con la que he trabajado en Pacific rim: hablar con Thomas Toll es como hablar con un amiguete, copichuelas en mano. Yo le dec¨ªa: ¡°Thomas, esa secuencia hay que quitarla porque es muy cara¡±, y ¨¦l contestaba gritando: ¡°???No, no, esa secuencia no!!!¡±.
P: Trabaja usted en g¨¦neros que mueren y resucitan cada dos d¨ªas¡ La comedia, el terror, el western¡
R: Son g¨¦neros que son como lo de leer hojas de t¨¦: de repente aparece un tipo, se pone a mirarlas y dice: ¡°Veo a un elefante foll¨¢ndose a un enano¡±. La verdad es que yo me siento contigo o con mis amiguetes en San Sebasti¨¢n o en Sitges y nos ponemos a hablar del cine de terror o del fant¨¢stico, y descubrimos que nunca se ha ido. Desde Jess Franco hasta ahorita ha existido. Lo que pasa es que la prensa tiene que vender una historia: ¡°???Hay un boom del terror!!!¡±, ¡°Ya no hay un boom del terror¡±; ¡°???Hay boom!!!¡±, ¡°Ya no¡±. Y as¨ª todo el rato [carcajadas]. En mi vida he o¨ªdo que el cine de horror ha muerto unas tres veces, y que es la polla, unas diecis¨¦is. Luego llegan monstruos como Mam¨¢ por cuatro duros y hace cien millones. Pel¨ªculas como REC que conectan de puta madre con el p¨²blico y otras que en absoluto.
P: Treinta y tres a?os de carrera. ?Con qu¨¦ se queda?
R: De todo un poco; como productor, ayudar a que el peque?o [J. A. Bayona] tuviera un poco m¨¢s de pasta, un poco m¨¢s de tiempo, un poco m¨¢s de libertad. O hacer lo mismo para Andy [Muschietti] en Mam¨¢. O pensar que algunas cosas que yo he hecho las veo luego en otras pel¨ªculas y pienso: ¡°Anda, esto se parece a algo que hice yo¡±. Ahora bien, si tuviera que quedarme con la pel¨ªcula del epitafio, me quedar¨ªa con Laberinto y con Pacific rim.
P: ?Ha cumplido usted todos los sue?os de ese ni?o cin¨¦filo de 12 a?os que mencionaba antes?
R: Ni la cuarta parte, no, de ninguna manera. Me hubiera encantado rodar las pel¨ªculas que m¨¢s ilusi¨®n me hac¨ªan y que son justamente las que no he podido hacer: el Montecristo, que no se ha rodado; La lista de los siete, que nunca se rod¨®¡ En fin, parafraseando a John Lennon: ¡°La carrera es lo que te sucede mientras est¨¢s haciendo planes¡±. Mira Cuar¨®n, ha hecho Gravity despu¨¦s de cinco o siete a?os sin filmar. O el propio Bayona¡ Si es que la senda es imposible de planear. Hay directores que llegan, ruedan, se van y ya acabar¨¢ alguien la pel¨ªcula; pero si eres de los que apagan y encienden la luz cada d¨ªa en el plat¨®, las cosas son m¨¢s complicadas.
P: ?Lo de Pacific rim va a ser una entrega o le quedan cosas por contar?
R: Estamos escribiendo la segunda porque los screen?ings han sido muy buenos, ha conectado de puta madre con el p¨²blico, de un modo muy bonito. As¨ª que el estudio nos llam¨® y nos dijo que si hab¨ªa inter¨¦s en hacer una segunda parte, y dijimos que s¨ª, que por supuesto. Tampoco es algo que podamos hacer siempre porque tambi¨¦n nos llamaron para hacer Mam¨¢ 2, que es un t¨ªtulo que me gusta mucho [carcajadas] y me parece muy interesante. Y dije: ¡°No, no hay Mam¨¢ 2¡±.
P: Tengo que preguntarle por Hellboy 3. ?Nos olvidamos de ¨¦l?
R: Ron [Perlman], el protagonista, ya tiene 63 a?os y la pel¨ªcula es la m¨¢s cara de las tres. A los estudios no les cuaja el n¨²mero porque ser¨ªan 150 millones cuando la segunda cost¨® 80, es casi el doble. Los inversores no han echado abajo la puerta de mi casa gritando: ¡°Por favor, ll¨¦vate mi pasta, por favor¡±, as¨ª que lo veo un poco crudo [risas].
P: Tiene usted 48 a?os y sigue haciendo lo que le da la gana. ?Se siente afortunado? [Hace una pausa].
R: Lo que me ha sorprendido de Pacific rim es salirme otra vez con la m¨ªa. Los Hellboys son pel¨ªculas autobiogr¨¢ficas, Hellboy 2 la escrib¨ª en Espa?a, en un momento muy conmovedor, con la libertad de poder hacer m¨¢s fantas¨ªa. Es m¨¢s cercana al c¨®mic: la historia de un tipo intentando aprender a vivir. Hablando con su amigo pez, emborrach¨¢ndose y cantando Barry Manilow. Despu¨¦s de eso, ?c¨®mo es posible que sigan emple¨¢ndome? Recuerdo un d¨ªa hablando de El espinazo del diablo con Almod¨®var e intentando explicarle la trama. Y ¨¦l me dec¨ªa: ¡°?Pero sale un fantasma?, ?un fantasma¡ fantasma?¡±. Y yo: ¡°S¨ª, un fantasma, fantasma¡±.
P: Con una pel¨ªcula a punto de estrenarse, ?qu¨¦ le pasa por dentro?
R: Bueno, el saber que ya has hecho el trabajo es buena cosa, un buen principio. Lo de despu¨¦s ya no puedo controlarlo. El estudio me dice que a la gente le encanta y en los test de prueba (como te dec¨ªa antes) hemos tenido resultados magn¨ªficos. Lamentablemente, todo eso no sirve de nada si no funciona, as¨ª que espero que encuentre a su p¨²blico, que conecte con ellos y que lo pasen tan bien vi¨¦ndola como yo haci¨¦ndola, o incluso un poco m¨¢s. Me siento afortunado de haber podido rodarla, lo dem¨¢s no est¨¢ en mi mano.
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