?En qui¨¦n me quiero convertir? Los cuatro pasos para cumplir los prop¨®sitos de a?o nuevo
Cuando no alcanzamos nuestras metas, el problema no suele estar en los objetivos sino en el proceso. James Clear propone lograrlo en estas etapas: se?al, anhelo, respuesta y recompensa.
Cuando se acerca el nuevo a?o, solemos plantearnos buenas intenciones para los siguientes meses. Puede tratarse de alcanzar una vida m¨¢s saludable, ahorrar para un viaje so?ado o, incluso, ganar m¨¢s paciencia ante los problemas. Sin embargo, no siempre lo conseguimos. El problema no radica en los objetivos propuestos, habitualmente muy loables, sino en el m¨¦todo con el que pretendemos alcanzarlos, es decir, en c¨®mo vamos a crear nuevos h¨¢bitos o a enterrar aquellos que ya no nos sirven. Y esto ¨²ltimo no suele ser tan sencillo.
Nuestros h¨¢bitos definen la calidad de nuestra vida y no tanto los cambios dr¨¢sticos que experimentamos, mucho menos frecuentes. Lo que nos conforma es aquello que repetimos una y otra vez, muchas veces hasta de manera inconsciente. Incluso cuando se trata de rutinas sencillas, como cuando preparamos el desayuno por la ma?ana, por ejemplo. No solemos dedicar excesivo tiempo a pensar si vamos a tomar caf¨¦ o t¨¦. Sencillamente, nos ponemos a ello y, mientras, tenemos la capacidad para repasar la agenda del d¨ªa o para conversar por tel¨¦fono. Los h¨¢bitos son ¡°aprendizajes autom¨¢ticos¡± que nos liberan energ¨ªa para dedicarnos a otras actividades. Se han quedado memorizados en nuestra mente gracias a la experiencia y es precisamente esta memoria la que se resiste a ser cambiada si no sabemos c¨®mo.
James Clear, autor del superventas H¨¢bitos at¨®micos (editorial Diana, 2020), propone comenzar cualquier cambio con un peque?o paso: ¡°Si logras ser solamente un 1% mejor cada d¨ªa, terminar¨¢s siendo 37 veces mejor al finalizar el a?o¡±, sugiere. La frecuencia genera una nueva rutina que logra que, poco a poco, se consolide. Y lo que es interesante, los nuevos h¨¢bitos consiguen que los viejos se entierren en la memoria, aunque estos ¨²ltimos no se olviden. As¨ª sucede con los exfumadores, por ejemplo. Si en alg¨²n momento prueban de nuevo el sabor del tabaco, los viejos circuitos neuronales vinculados al placer se despertar¨¢n de nuevo y le resultar¨¢ m¨¢s dif¨ªcil evitar caer en la tentaci¨®n.
La motivaci¨®n m¨¢s poderosa para crear un nuevo h¨¢bito pasa por cambiar el foco: de lo quiero conseguir a en qui¨¦n me quiero convertir. Es decir, en vez de plantearse hacer ejercicio f¨ªsico, hemos de pensar que nos queremos convertir en personas deportistas o saludables. En vez de buscar tener m¨¢s paciencia, podemos poner ¨¦nfasis en convertirnos en personas pacientes y amables. Si integramos nuestro objetivo como parte de la identidad que anhelamos, encontraremos m¨¢s fuerza en el desaf¨ªo. Por ¨²ltimo, Clear propone comprender cuatro grandes pasos para generar nuevos h¨¢bitos: se?al, anhelo, respuesta y recompensa.
La se?al es lo que despierta a nuestra mente y ha de ser lo m¨¢s obvia posible. Necesitamos definir se?ales que nos inviten a comprender que tenemos que hacer algo nuevo. As¨ª sucede cuando vemos el cepillo de dientes por la noche. Nos recuerda que necesitamos lavarnos la boca. Igualmente, si lo que deseamos es comenzar a hacer deporte, podemos dejar ropa deportiva lista para cuando nos despertemos.
La se?al se ha de transformar en anhelo. Nos lavamos los dientes no por el placer del cepillado, sino por la sensaci¨®n de tener la boca limpia. Igualmente, lo nuevo que deseemos hemos de rodearlo de algo que lo haga atractivo. El cambio de ambiente ayuda. Si quiero comenzar a estudiar algo que se me resiste, puedo preparar una mesa adecuada que me inspire.
La respuesta surge para responder al anhelo. Hemos de ingeni¨¢rnosla para que el h¨¢bito deseado sea sencillo e implique poco esfuerzo, como sugiere la regla de los dos minutos: si queremos hacer yoga, podemos comenzar con sacar la esterilla. O si queremos leer antes de dormir, podemos arrancar con unas pocas p¨¢ginas a?adiendo m¨¢s tiempo cada vez.
Por ¨²ltimo, la recompensa nos da el placer que buscamos, pero pocas veces es inmediata, como sucede con el deporte o la alimentaci¨®n, cuyos efectos se ven a medio plazo. Por ello, necesitamos crear registros de progresos y asumir que, si abandonamos alguna vez, hemos de regresar lo antes posible. Contar con alguien que nos ayude o nos acompa?e en el proceso lo vuelve m¨¢s f¨¢cil.
Principio de Premack
— El cambio de hábitos resulta más sencillo si sigue una determinada secuencia, como sugiere el psicólogo David Premack, profesor de la Universidad de Pensilvania: “Las conductas más probables reforzarán las conductas menos probables”.
— Cuando queremos comenzar a hacer deporte, podríamos proponernos la siguiente secuencia: después de levantarme o de desayunar, hago 20 minutos de ejercicio (lo que necesito) y después consulto las redes sociales (lo que me gusta). Si cambio el orden de las dos últimas, es más difícil que luego me anime a hacer deporte diariamente.
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