Una ¨¦poca oscura

El mundo, y sobre todo Estados Unidos, entr¨® en la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta con unos niveles de desigualdad insoportables. Sin embargo, sali¨® de la principal crisis econ¨®mica que ha padecido el capitalismo, y de la Segunda Guerra Mundial, con una distribuci¨®n de la renta m¨¢s equitativa y una creciente sociedad de clases medias. Ello dur¨® tres d¨¦cadas y media, hasta que la revoluci¨®n conservadora se hizo hegem¨®nica y cambi¨® radicalmente el sentido de la redistribuci¨®n (que era el objetivo principal de tal revoluci¨®n).

Cuando comienza la Gran Recesi¨®n se hab¨ªa multiplicado exponencialmente la desigualdad en el interior de los pa¨ªses. Una de las principales diferencias de esta crisis respecto de la anterior es que se va a salir de la misma sin haber corregido tal disfunci¨®n, incluso profundiz¨¢ndola. Hay analistas que piensan que, por ello, esta ser¨¢ una crisis cerrada en falso que se reproducir¨¢ m¨¢s temprano que tarde.

La Gran Recesi¨®n estuvo motivada, en buena parte, por la eliminaci¨®n sistem¨¢tica de la regulaci¨®n financiera en los tres anteriores decenios. La pol¨ªtica tampoco estuvo a la altura de las circunstancias porque lo permiti¨®. En t¨¦rminos generales se puede decir que el sistema bancario mundial ha sido rescatado de sus dificultades (no se sabe si definitivamente o todav¨ªa necesitar¨¢ otra ronda de ayudas), pero que las iniciativas para crear empleo masivo han sido del todo insuficientes desde el principio. Ello ha incrementado a¨²n m¨¢s la desigualdad.

Economistas como Paul Krugman, Robin Wells y otros (l¨¦ase Occupy Wall Street. Manual de uso, con aportaciones de Cassidy, Rajan, Reich, Reinhgardt, Rogoff, Roubini, Volcker y otros, adem¨¢s de los citados. Editorial RBA) entienden que la mayor desigualdad no es una consecuencia de la crisis econ¨®mica, sino su origen. La desigualdad (de ingresos, pero sobre todo de riquezas) ha generado una pol¨ªtica polarizada que incapacita para actuar juntos frente a la crisis. ¡°La desigualdad extrema en la distribuci¨®n de ingresos condujo a una polarizaci¨®n pol¨ªtica extrema, y esto obstaculiz¨® enormemente que se diera una respuesta pol¨ªtica a la crisis¡± (La espiral creciente: desigualdad, polarizaci¨®n y la crisis, Krugman y Wells).

Otra cuesti¨®n es por qu¨¦ no se discute m¨¢s sobre estas tesis tan provocadoras. En el mismo libro, la redactora jefe del Financial Times en Estados Unidos, Gillian Tett, escribe un texto titulado Ocultos a plena vista, en el que desarrolla ¡°aquello de lo que no se habla¡±, los silencios sociales o los aspectos de la vida diaria que habitualmente se omiten o ignoran. Tett, que se define como disc¨ªpula del soci¨®logo Pierre Bourdieu, lo cita con las siguientes palabras: los efectos ideol¨®gicos m¨¢s seguros son aquellos que para ejercerse no precisan de palabras y no piden m¨¢s que un silencio c¨®mplice. O, en palabras del novelista Upton Sinclair: ¡°Es dif¨ªcil hacer que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda¡±.