Fragilidad pol¨ªtica en Portugal

El debate del estado de la naci¨®n celebrado ayer ¡ªy el inaudito comunicado que el presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva, emiti¨® mientras los diputados discut¨ªan en el Parlamento¡ª muestra que los tres partidos con posibilidades de gobernar est¨¢n lejos de alcanzar el acuerdo exigido por el presidente. Una situaci¨®n que, por lo visto, genera intranquilidad en Cavaco Silva. (¡­) Pero fue el presidente el que escogi¨® el contexto en el que quiere que se desarrolle la negociaci¨®n. O sea, con los partidos, sobre todo los de la coalici¨®n gubernamental, fragilizados y obligados a llegar deprisa a un acuerdo que es ¨²til, pero que necesitar¨¢ de tiempo para que todos aquilaten sus posiciones. La primera consecuencia de la actitud de Cavaco es no saber qu¨¦ Gobierno tenemos. (¡­) Un Gobierno con los d¨ªas contados que sin embargo asegura que quiere continuar hasta el fin de la legislatura y cuya composici¨®n no es la que los dos partidos que lo sustentan quieren. En otras palabras, un Gobierno en funciones que es una mera sombra de s¨ª mismo (¡­) Una medida de este tipo deber¨ªa haber sido objeto de una iniciativa presidencial hace mucho tiempo: en otros t¨¦rminos y sin colocar en la mesa elecciones anticipadas. Buscar un acuerdo y al mismo tiempo desatar una carrera electoral es abrir las puertas al fracaso. Cavaco coloc¨® a todos los partidos entre la espada y la pared: o llegan a un acuerdo o pagar¨¢n el precio por haber causado esta bancarrota. Pero ¨¦l tambi¨¦n corre riesgos. Si falla, tendremos en Portugal no solo un Gobierno sombra de s¨ª mismo, sino tambi¨¦n un presidente.

Lisboa, 13 de julio.