Franco en el refrigerador

Colocar a Franco en un refrigerador, y no precisamente en sentido metaf¨®rico, sino de cuerpo presente en forma de escultura, no es delito. Es arte. Y, como tal, est¨¢ amparado por la libertad de expresi¨®n. As¨ª lo ha estimado la juez Roc¨ªo Nieto Centeno en la sentencia por la que desestima la demanda de protecci¨®n al honor presentada por la Fundaci¨®n Francisco Franco contra el escultor Eugenio Merino, quien en la edici¨®n de 2012 de Arco expuso al dictador de una guisa que no gust¨® a quienes velan por su memoria.

Atildado como sol¨ªa, con impecable uniforme militar y pertrechado tras oscuras gafas de sol, la imagen del dictador contrastaba con una posici¨®n m¨¢s bien rid¨ªcula: en semicuclillas y encajado en el interior de una nevera que le ven¨ªa peque?a. Aunque exist¨ªan precedentes tanto o m¨¢s irreverentes, como un fotomontaje en el que aparec¨ªa el cad¨¢ver de Franco en una lata de sardinas, la fundaci¨®n decidi¨® que la escultura de Merino merec¨ªa una respuesta contundente. Present¨® una demanda, destinada a frenar cualquier intento futuro de utilizar el arte como l¨ªquido corrosivo de la imagen del caudillo.

Pero, a diferencia de lo que ocurre en los reg¨ªmenes autoritarios como el de Franco, en los que no cabe ninguna libertad, tampoco la art¨ªstica, en democracia la libertad de expresi¨®n es un derecho fundamental.

Resulta dif¨ªcil imaginar siquiera la existencia en Alemania de una Fundaci¨®n Adolf Hitler que se atreviera a llevar a los tribunales a artistas por cuestionar, con su arte, el nazismo. Pero en Espa?a el franquismo no ha sido sometido a una revisi¨®n hist¨®rica como la que el nazismo ha sufrido en Alemania y sus herederos se atreven a perseguir a los artistas ante los tribunales.

La fundaci¨®n est¨¢ dispuesta a recurrir hasta el Supremo y estudia incluso denunciar a los 33 artistas que participaron en una muestra de solidaridad con Merino. La organizaci¨®n est¨¢ en su derecho de hacer uso de las instituciones de la democracia, pero la Administraci¨®n de justicia tiene asuntos mucho m¨¢s serios y graves a los que dedicar sus recursos. En todo caso, si lo que pretende es acabar con las bromas sobre Franco, mejor que lo piense dos veces, porque esta puede ser la mejor forma de situarlo en la diana de la creatividad art¨ªstica.