John Casablancas, creador del universo de las ¡®tops¡¯
Fund¨® la agencia de modelos Elite, que propuls¨® a la fama a maniqu¨ªes como Claudia Schiffer, Naomi Campbell y Cindy Crawford
Seg¨²n a quien pregunten, John Casablancas fue el hombre que ciment¨® la pasarela hacia el ¨¦xito para las supermodelos o un tipo que utiliz¨® su posici¨®n para aprovecharse de despampanantes adolescentes. El fundador de la agencia Elite falleci¨® el s¨¢bado, a los 70 a?os, en R¨ªo de Janeiro, donde segu¨ªa un tratamiento para superar un c¨¢ncer. Durante d¨¦cadas le persigui¨® la controversia. Tambi¨¦n el indudable m¨¦rito de lanzar a algunas de las mujeres m¨¢s deseadas del planeta: Cindy Crawford, Naomi Campbell, Linda Evangelista, Claudia Schiffer, Adriana Lima, Heidi Klum o Gisele B¨¹ndchen establecieron sus cach¨¦s estratosf¨¦ricos gracias a este conquistador que, tras su imagen de fanfarr¨®n, tuvo una visi¨®n muy clara de c¨®mo reinventar el negocio.
Fue a principios de los setenta. Hijo de inmigrantes catalanes en Manhattan que hab¨ªan hecho fortuna gracias a un negocio de maquinaria textil, Casablancas creci¨® rodeado de otros ni?os de la jet set. Primero en el internado suizo de Le Rosey y despu¨¦s en universidades europeas. Nunca se gradu¨®, pero adquiri¨® nociones sobre finanzas y relaciones p¨²blicas. Su padre le enchuf¨® con veintipocos en el departamento de marketing de una f¨¢brica de Coca-Cola en Brasil. Despu¨¦s se trasladar¨ªa a Par¨ªs junto a su primera esposa, Marie-Christina. El matrimonio les durar¨ªa poco (aunque tendr¨ªan una hija, la hoy dise?adora de joyas Cecile Casablancas). Se qued¨® prendado de una miss Dinamarca de 19 a?os, Jeanette Christjansen (que acabar¨ªa siendo su segunda esposa y dando a luz a Julian Casablancas, el cantante de The Strokes). Fue quien le anim¨® a abrir su primera agencia de modelos junto a un colega del internado, Alain Kittler. La idea era contratar solo a las mejores. De ah¨ª el nombre: Elite Models.
Su desaf¨ªo a los c¨¢nones impuestos por las agencias neoyorquinas decanas, Ford y Wilhelmina, le valdr¨ªa un enfrentamiento permanente con episodios, incluso, en los juzgados por competencia desleal. Frente a la maniqu¨ª fr¨ªa, rubia y de ojos azules, abri¨® el marco a fogosas morenas de sexualidad incontenible. M¨¢s que superestrellas, Elite amasaba marcas. Fue ¨¦l quien convenci¨®, por ejemplo, a Cindy Crawford para que posara desnuda ante el objetivo de Herb Ritts para Playboy. La resonancia de esa portada la catapult¨® a la televisi¨®n, convirti¨¦ndola en presentadora de MTV y protagonista de un spot de Pepsi, para acabar siendo la mejor pagada de mediados de los noventa, con unas ganancias anuales de 6,5 millones de d¨®lares.
Por entonces, los ingresos de la agencia que comandaba Casablancas rondaban los 100 millones de d¨®lares al a?o. Presum¨ªa de fichar a ¡°frutas prohibidas¡± y encarnar con su propio estilo de vida, cuajado de fiestas salvajes ba?adas en champ¨¢n, la nueva senda a seguir en la moda. Una postura que le trajo abultados ingresos pero tambi¨¦n le estallar¨ªa en la cara a?os despu¨¦s. En 1999, su socio, Gerald Marie, fue grabado a escondidas por la BBC presumiendo de seducir a las j¨®venes participantes en el concurso Elite Model Look of the Year (cuya media de edad suele ser de 15 a?os) y ofreciendo relaciones sexuales con jovencitas al reportero a cambio de dinero. Casablancas no se ver¨ªa implicado de una manera directa, pero al a?o siguiente abandonar¨ªa la agencia.
Ambos cofundadores hab¨ªan lucido sus noviazgos como grandes trofeos. Marie se hab¨ªa casado con Linda Evangelista poco despu¨¦s de reclutarla. Y Casablancas conquist¨® a Stephanie Seymour. ?l ten¨ªa 43 a?os, ella, que se acababa de presentar al Look of the Year, 16. Cuando se hizo p¨²blico, su segunda esposa lo abandon¨®. Se llegar¨ªa a casar una tercera vez, con Aline Wermelinger, otra candidata al Look of the Year, de 17 a?os, con la que tendr¨ªa otros tres hijos. Tras su retiro, el agente cre¨® una escuela de modelos, la agencia de cazatalentos Star System y lo que ¨¦l llam¨® una ¡°agencia de cibermodelos¡±, Illusion 2K, a trav¨¦s de la que lanz¨® a la primera maniqu¨ª virtual, Webbie Tookay. Su mayor virtud, bromeaba, era que no hab¨ªa que o¨ªrla quejarse como a las caprichosas tops de carne y hueso que ¨¦l mismo hab¨ªa malcriado.
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