Lecciones para vivos y muertos
Espa?a ha dejado de dar lecciones tanto en memoria hist¨®rica, como en muchos otros temas
El suboficial de polic¨ªa V¨ªctor est¨¢ asignado a Seguridad del Estado. Su trabajo es escoltar a ministros del Gobierno peruano, y de vez en cuando, a mandatarios extranjeros en visita oficial. Es un trabajo relativamente tranquilo, que ¨¦l aprovecha para leer. Siempre lleva un libro en la mano; el ¨²ltimo de ellos, Historia de la corrupci¨®n en el Per¨².
Hace 15 a?os, la vida de V¨ªctor era m¨¢s agitada. En 1987 fue enviado a la peligrosa zona cocalera de Tocache, donde los narcotraficantes corromp¨ªan a las autoridades, y una columna guerrillera del Movimiento Revolucionario T¨²pac Amaru hab¨ªa tomado el control de numerosas poblaciones.
En Tocache, el pan de cada d¨ªa eran las emboscadas. Recuerda V¨ªctor:
¨CLos terroristas concentraban el grueso de su munici¨®n en los primeros 20 minutos: una lluvia de fuego con granadas, instalazzas, fusiles AKM y c¨®cteles molotov. Mientras tanto, los m¨¢s j¨®venes corr¨ªan hacia nuestras trincheras llevando galoneras de gasolina. Si no los mat¨¢bamos en el camino, nos rociaban y prend¨ªan fuego. Como premio, recib¨ªan las armas de nuestros muertos.
V¨ªctor resisti¨® un a?o y medio. Finalmente, su destacamento recibi¨® autorizaci¨®n para volver a casa, pero s¨®lo si se costeaban ellos mismos sus gastos de regreso. De los 50 polic¨ªas que lo acompa?aban, volvieron s¨®lo 30. Diez de ellos sufr¨ªan discapacidades. Y todos padec¨ªan traumas de guerra.
Como cabe esperar, V¨ªctor no es precisamente un activista de los derechos humanos. Admite haber disparado contra chicos de 14 a?os, aunque argumenta que esos chicos lo iban a matar a ¨¦l. Considera que las guerras son sucias, y que en ellas se reciben ¨®rdenes sucias.
¡°Las guerras son sucias
Sin embargo, seguramente ¨¦l ya nunca recibir¨¢ esas ¨®rdenes, porque en el Per¨², quienes las imparten tambi¨¦n pueden ir a la c¨¢rcel. Numerosos jefes militares est¨¢n presos por abusos. Incluso el expresidente Francisco Morales Berm¨²dez tiene pendientes acusaciones internacionales por cr¨ªmenes de lesa humanidad, y otro expresidente, Alberto Fujimori, cumple condena por asesinatos orquestados desde su Gobierno.
Eso no significa que los terroristas hayan ganado. Los principales l¨ªderes de los grupos violentos peruanos est¨¢n encerrados tambi¨¦n. Significativamente, el 7 de junio, D¨ªa de la Bandera, el presidente de la Rep¨²blica neg¨® el indulto al expresidente Fujimori y un tribunal conden¨® a cadena perpetua al ¨²ltimo l¨ªder de Sendero Luminoso, el ¡°camarada Artemio¡±.
El Per¨² no es el ¨²nico ejemplo de justicia hist¨®rica en la regi¨®n. El sangriento dictador argentino Jorge Rafael Videla muri¨® este a?o en prisi¨®n. Y el chileno Augusto Pinochet, aunque no cumpli¨® condena, fue juzgado en su pa¨ªs hasta el ¨²ltimo d¨ªa de su vida por delitos que inclu¨ªan hasta el robo.
Me sorprende constatar que, por primera vez, el curr¨ªculo de derechos humanos es mejor en Sudam¨¦rica que en Espa?a. Durante la Guerra Civil y el franquismo, las atrocidades del Estado fueron mucho m¨¢s grandes en n¨²mero, pero ha pasado tanto tiempo que ni siquiera existe el riesgo de que los autores vayan a la c¨¢rcel. Tan s¨®lo quedan las familias que buscan los cuerpos de sus padres y abuelos desaparecidos. Y cuando el juez Garz¨®n trat¨® de investigar el paradero de esos cuerpos, fue despedido del Poder Judicial.
Desde la Transici¨®n, los latinoamericanos estamos acostumbrados a que Espa?a dicte c¨¢tedra en temas de institucionalidad y memoria hist¨®rica. Pero para eso es necesario que todas las partes sean reconocidas por la ley y conf¨ªen en el Estado. Hoy d¨ªa, en Am¨¦rica Latina, tanto la izquierda como el suboficial V¨ªctor reconocen que: 1. Los asesinos deben ir a la c¨¢rcel aunque tengan buenas intenciones. 2. Los Estados deben reparar a sus v¨ªctimas. Y 3. Los hijos tienen derecho a saber d¨®nde est¨¢n enterrados los cuerpos de sus padres.
En ese tema, como en muchos otros, Espa?a ha dejado de dar lecciones.
Twitter: @twitroncagliolo
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