Hezbol¨¢ y Europa

Despu¨¦s de estudiarlo durante a?os, la Uni¨®n Europea ha decidido incluir al brazo armado de Hezbol¨¢, el movimiento paramilitar chi¨ª liban¨¦s, en su lista de organizaciones terroristas. El acuerdo adoptado por unanimidad y al que no son ajenas las renovadas presiones de EE<TH>UU e Israel, excluye su rama pol¨ªtica y permite en teor¨ªa congelar activos de jefes de la milicia fundamentalista, impedir sus viajes y la captaci¨®n de fondos o facilitar la acci¨®n policial, al poder invocar la legislaci¨®n antiterrorista en sus investigaciones.

La medida ha sido frenada antes por el temor de algunos Gobiernos a las represalias contra las tropas europeas de la fuerza de pacificaci¨®n de la ONU en L¨ªbano; o a perder capacidad de interlocuci¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs. L¨ªbano es un rompecabezas confesional cuya estabilidad persiguen tanto EE UU como Europa y donde Hezbol¨¢, cuya fuerza militar supera con mucho la del testimonial Ej¨¦rcito nacional, maneja a su antojo las palancas del poder y las instituciones. En la decisi¨®n final de la UE ha influido la evidencia de que Hezbol¨¢ estuvo tras el atentado que mat¨® a seis israel¨ªes en Bulgaria el a?o pasado. Pero, sobre todo, la abierta intervenci¨®n de la milicia chi¨ª en apoyo de Bachar el Asad. Aunque al precio de ahondar el alarmante foso liban¨¦s entre chi¨ªes y sun¨ªes (contrarios estos a El Asad) la entrada en combate de Hezbol¨¢ siguiendo ¨®rdenes de Ir¨¢n ¡ªsu munificente patr¨®n ideol¨®gico, armamentista y econ¨®mico¡ª est¨¢ rompiendo el punto muerto de la guerra civil siria en favor del d¨¦spota de Damasco.

Bienvenidas sean las represalias contra Hezbol¨¢, poco despu¨¦s del acuerdo por el que la UE rechaza en adelante compromisos con Israel que impliquen la participaci¨®n o beneficien a los territorios que ocupa en Cisjordania. Pero es de temer que tienen m¨¢s valor como gesto pol¨ªtico ¡ªel de llamar terrorismo al terrorismo¡ª que por sus repercusiones pr¨¢cticas. Hezbol¨¢, el partido de Dios, criatura de la revoluci¨®n iran¨ª de 1979, es, pese a la distinci¨®n hecha en Bruselas, una organizaci¨®n unitaria y tentacular que, como remachan sus dirigentes, no establece diferencias entre las actuaciones de sus combatientes y sus prop¨®sitos pol¨ªticos. Como todo grupo ultramilitante y de contornos difusos, se aviene mal con unos encasillamientos que en la pr¨¢ctica pueden hacer imposible deslindar sus ¨¢mbitos a la hora de limitar su capacidad de actuaci¨®n en Europa.