Gasolinas misteriosas

Por da?os y perjuicios, la subida del precio de la gasolina equivale en las sociedades urbanas a los nublados, pedriscos y plagas de langosta de las sociedades rurales. Es un mal persistente, inmune a tratamientos de todo tipo: acuerdos con petroleras y gasolineras, denuncias de colusi¨®n de precios, inspecciones sorpresa de las empresas implicadas a cargo de aguerridos inspectores de la Comisi¨®n Nacional de Competencia (lunes y martes, por cierto, hubo inspecciones de este tipo por parte de estos aguerridos inspectores despu¨¦s de recibir chivatazos internos), sanciones o admoniciones de ministros. En vano. La gasolina de 95 prosigue impert¨¦rrita su escalada. Se ha encarecido m¨¢s del 2% en 20 d¨ªas de julio, un 9% en un a?o y est¨¢ apenas a cinco c¨¦ntimos del m¨¢ximo hist¨®rico. De vez en cuando produce vodeviles absurdos y castizos dignos de Jardiel Poncela o Carlos Arniches, como el llamado efecto lunes, hoy ya disuelto por la acci¨®n ministerial, que consist¨ªa en bajar en comandita los precios el primer d¨ªa de la semana porque en esa fecha se enviaban las estad¨ªsticas a Bruselas.

Centr¨¦monos en el misterio ancestral. Los precios antes de impuestos de las gasolinas en Espa?a son superiores a la media europea por varias razones cruzadas: 1. El mercado de los carburantes est¨¢ dominado por pocas empresas; 2. La estructura vertical del mercado (petroleras-estaciones de servicio) no encuentra competencia eficaz en los supermercados e hipermercados ¡ªque en Francia s¨ª contribuyen a bajar los precios¡ª en parte porque se suministran de operadores nacionales a los mismos precios de las gasolineras; 3. Hay colusi¨®n o acuerdos de precios ¡ªhasta ahora, no probados¡ª porque las sanciones son m¨¢s rentables que el reparto del mercado.

Un resumen de causas no sustituye una terapia. El emplasto podr¨ªa ser una Ley de Hidrocarburos, pero vaya usted a saber si es capaz de romper el hiperv¨ªnculo entre petroleras y estaciones abanderadas. Por si acaso, ser¨ªa buena idea consultar la opini¨®n de alg¨²n te¨®logo o tener a mano un exorcista. Muchas veces aparecen fen¨®menos extra?os en los mercados. Ah¨ª est¨¢ el caso de la Rumasa eterna para demostrarlo.