Alta velocidad: m¨¢xima seguridad
La investigaci¨®n debe aportar las claves que contribuyeron al accidente de Santiago
Una vez que se ha cubierto el ritual tr¨¢gico y doloroso que ha provocado la inmensidad de la tragedia vivida en las proximidades de Santiago de Compostela, es el momento de iniciar una investigaci¨®n, oficial y judicial, sobre las causas de un descarrilamiento brutal sin precedentes en la red ferroviaria espa?ola.
Parece innegable que el tren entr¨® en la curva fat¨ªdica a una velocidad excesiva. Los primeros indicios apuntan a la mala pr¨¢ctica del maquinista del tren que ten¨ªa un espacio de cerca de cuatro kil¨®metros para atemperar la velocidad a la circunstancia excepcional de la proximidad de una curva cuyo radio contraviene no solo las normativas internacionales sobre los trazados de alta velocidad, sino que incluso resulta complicada para los trenes convencionales.
Espa?a solo puede recuperar el prestigio acumulado merecidamente durante a?os de experiencia en la construcci¨®n y manejo de l¨ªneas de alta velocidad si es capaz de examinar con rigor y transparencia todas las concausas que, junto al descuido negligente del maquinista conductor, pueden haber desencadenado la cat¨¢strofe.
Retrocedamos en el tiempo. El Ministerio de Fomento es la autoridad encargada de dise?ar los planes de implantar las l¨ªneas de alta velocidad y supervisar su seguridad. Para ello cuenta con los servicios t¨¦cnicos necesarios y con una abundante normativa europea en continua evoluci¨®n que aparece consolidada en la Directiva 2004/49 de Seguridad Ferroviaria y en el Reglamento (UE) 1077/2012. Los t¨¦cnicos que planificaron y ejecutaron la l¨ªnea de alta velocidad Ourense-Santiago tuvieron que plantearse necesariamente si conven¨ªa mantener las caracter¨ªsticas exigibles a las curvas de las v¨ªas de alta velocidad, desplazando la estaci¨®n y afrontando costosas y complicadas expropiaciones o, por el contrario, arriesgarse a construir, en una v¨ªa de alta velocidad, una curva cuyo radio, seg¨²n el presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos de A Coru?a, reproduce el trazado del a?o 1940.
Existen sistemas de seguridad que no hubieran permitido
esa velocidad en una curva tan peligrosa
Esta ¨²ltima opci¨®n debi¨® de ir precedida de un debate y un an¨¢lisis profundo de sus ventajas e inconvenientes. Si lo verdaderamente prioritario era acortar las distancias existentes entre las capitales gallegas y la posible utilizaci¨®n combinada del sistema tradicional para reducir el trayecto a la capital de Espa?a, quiz¨¢ la decisi¨®n, econ¨®mica y pol¨ªticamente, pudiera ser la acertada.
Una vez que se opt¨® por la curva cerrada, los t¨¦cnicos ser¨ªan conscientes de que hab¨ªa que agotar, al m¨¢ximo, todas las posibles medidas de seguridad para que la brusca e inusual reducci¨®n de velocidad estuviese controlada y a salvo de cualquier fallo humano. Existen sistemas de seguridad que no hubieran permitido que el tren entrase a gran velocidad en una curva tan extremadamente peligrosa.
Las decisiones sobre el trazado y las medidas de seguridad se tomaron en un momento concreto y en un escenario determinado. Su contenido se encuentra en los expedientes administrativos en los que se recogen las deliberaciones de los t¨¦cnicos. Es imprescindible conocer los argumentos de los asistentes para determinar qui¨¦n fue la persona u organismo que tom¨® la decisi¨®n de ejecutar el tr¨¢gico trazado actual.
A partir de estos datos se deben incorporar a la investigaci¨®n todos los informes y advertencias vertidas sobre las medidas de seguridad excepcionales que deber¨ªan adoptarse ante una curva tan extravagante como peligrosa. Estos personajes no pueden quedar en un segundo plano escud¨¢ndose en una mala pr¨¢ctica del maquinista. Es casi seguro que la hubo, pero tambi¨¦n comparten responsabilidad aquellos que no pusieron en funcionamiento todas las medidas necesarias, incluso m¨¢s all¨¢ de los protocolos rutinarios, para evitar o paliar en lo posible las consecuencias de un descuido humano que nunca es descartable.
Los pol¨ªticos directamente afectados no han dado explicaciones p¨²blicas. Esperamos que la investigaci¨®n judicial sea capaz de proporcionar, no solo a los ciudadanos espa?oles, sino tambi¨¦n a los especialistas internacionales, las claves que han podido contribuir a la cat¨¢strofe. La tecnolog¨ªa espa?ola est¨¢ en vanguardia de la construcci¨®n y explotaci¨®n de las v¨ªas de alta velocidad. El rigor, la autocr¨ªtica, la reflexi¨®n y la verdad son vitales para mantener su prestigio. Si somos capaces de conseguirlo de forma racional y ecu¨¢nime, los potenciales clientes internacionales reconocer¨¢n que se encuentran ante una industria absolutamente fiable que, en un momento determinado, por decisi¨®n de los t¨¦cnicos o de los pol¨ªticos, ha cometido un fallo del que deben hacerse responsables. Escudarse en el victimismo solo nos lleva a la perpetuaci¨®n de nuestra incapacidad para enfrentarnos a la realidad, escud¨¢ndonos en contubernios conspirativos.
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn es abogado, magistrado em¨¦rito del Tribunal Supremo y comisionado de la Comisi¨®n Internacional de Juristas.
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