La primera dama china bate a Michelle Obama en elegancia

Basta caminar unos metros por cualquier ciudad de China para confirmar que sus habitantes no son, precisamente, un dechado de virtud en lo que a moda se refiere. Y adem¨¢s, aunque el panorama est¨¢ cambiando r¨¢pidamente, la mayor¨ªa no busca destacar del resto. Al contrario, a pesar de ser el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, sorprende la homogeneidad en los estilos y en los colores. Parece que haya solo media docena de prototipos para ellas y alguno menos para ellos. Comparado con el fascinante panorama est¨¦tico de las vecinas Jap¨®n y Corea del Sur, el pa¨ªs de Mao aburre.

Por eso, que la primera dama, Peng Liyuan, se haya convertido en la primera mujer de la Rep¨²blica Popular China que consigue acceder a la selecta lista de las mejor vestidas de Vanity Fair es motivo de alegr¨ªa. Alegr¨ªa doble, porque lo ha conseguido luciendo ¨²nicamente creaciones de dise?adores locales, como su adorada Exception de Mixmind. Es m¨¢s, quiz¨¢ sea incluso una alegr¨ªa triple, porque en el listado de nombres no se encuentra el de Michelle Obama, una mujer que, junto a Carla Bruni, suele surgir en todas las descripciones que se hacen de Peng. Parece un dato nimio, pero ya se sabe que en la batalla que las superpotencias libran por la hegemon¨ªa mundial cuentan todas las variables.

De hecho, desde 1940, a?o en el que comenz¨® a elaborarse la lista de las personas mejor vestidas, solo una mujer china hab¨ªa conseguido colar su nombre en ella. Fue la primera dama Soong May-ling, esposa de Chiang Kai-shek. Pero de eso hace ya 70 a?os. Entonces el pa¨ªs todav¨ªa era la Rep¨²blica de China. A secas. Luego lleg¨® la revoluci¨®n comunista que impuso el austero traje Mao, y tanto Soong como su marido tuvieron que exiliarse en Taiw¨¢n, la antigua Formosa de Portugal.

S¨®lo hace tres d¨¦cadas que la Rep¨²blica Popular abri¨® sus puertas al mundo. Ahora, Peng Liyuan, una cantante folcl¨®rica afiliada al Ej¨¦rcito que era mucho m¨¢s famosa que su marido, el presidente Xi Jinping, parece haberse convertido en la encargada de mostrar una cara amable al mundo. Y elegante. Por eso, antes incluso de que en marzo Xi cogiese las riendas de la segunda econom¨ªa mundial, los focos estaban puestos en ella. En un principio decidi¨® desaparecer para no hacerle sombra a su marido, pero en la primera gira internacional volvi¨® a lucir como cuando se com¨ªa el escenario.

Mejor incluso. En Mosc¨², nada m¨¢s hacer su aparici¨®n en la puerta del avi¨®n presidencial, todas las c¨¢maras apuntaron hacia ella. Y el misterioso abrigo negro que vest¨ªa, y que tuvo a todos los fashionistas buscando su origen como locos, se ha convertido en una de las razones por las que Vanity Fair ha decidido incluirla en la c¨¦lebre lista, en la que comparte espacio con personalidades tan diferentes como Beyonc¨¦ o la princesa Letizia. ¡°Las marcas chinas est¨¢n de enhorabuena porque tienen en Peng una maravillosa embajadora que las lleva con orgullo por todo el mundo¡±, apuntaba el viernes uno de los usuarios de Weibo, el Twitter chino, que comentan la noticia. ¡°No es algo balad¨ª. Peng demuestra al mundo que China no es s¨®lo una potencia econ¨®mica, sino que avanza tambi¨¦n como sociedad¡±, sentencia otro.