Desbloquear Catalu?a
Rajoy deber¨ªa abrir cauces de di¨¢logo, y Mas, eliminar el unilateralismo de su actuaci¨®n
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, responder¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas y con calma ¡ªseg¨²n anunci¨® su portavoz¡ª a la carta que le envi¨® Artur Mas, el presidente de la Generalitat, proponi¨¦ndole una negociaci¨®n para realizar una ¡°consulta pactada¡± sobre el futuro de Catalu?a. Es de esperar que el destinatario responda con inteligencia pol¨ªtica, pues la cuesti¨®n catalana y la propia situaci¨®n de Catalu?a est¨¢n enquistadas en la par¨¢lisis, el di¨¢logo de sordos y la creciente radicalizaci¨®n social. Ahora bien, lo que para nada resultar¨ªa ¨²til ser¨ªa la repetici¨®n del falso di¨¢logo de dos horas mantenido por ambos dirigentes en septiembre de 2012, una semana despu¨¦s de la caliente celebraci¨®n de una multitudinaria Diada.
Mas present¨® entonces su reivindicaci¨®n de un pacto fiscal, ¡°en la l¨ªnea del concierto vasco¡±, como un ultim¨¢tum. Rajoy aplic¨® el cerrojo negando de plano, sin m¨¢s, cualquier amparo constitucional a la propuesta, lo que el l¨ªder de Converg¨¨ncia (CDC) aprovech¨® para dar un nuevo salto: la convocatoria de elecciones anticipadas bajo una agenda soberanista. Todo se ha complicado desde entonces. Nada ha mejorado. Por eso hay que asegurar que otro encuentro no quede en ef¨ªmero conato generador de frustraciones, sino como un di¨¢logo estructurado para explorar las eventuales soluciones al problema enquistado.
Ahora bien, convendr¨ªa que en esta secuencia el presidente de la Generalitat acreditase con hechos que la expresi¨®n de su deseo de realizar una ¡°consulta bien hecha¡± no es pura ret¨®rica. Casi todos los pasos que ha emprendido hacia ella son unilaterales o sectarios. Desde la declaraci¨®n de soberan¨ªa, aquejada de falta de consenso, hasta la creaci¨®n del Consejo de Transici¨®n Nacional, los empe?os soberanistas prefiguran una consulta mal hecha: una consulta no sobre la independencia o m¨¢s gen¨¦ricamente sobre el futuro de Catalu?a, sino para la separaci¨®n. Nada que ver con el modelo escoc¨¦s en el que asegura inspirarse.
Editorial anterior
Para que de este intento salga algo positivo, Mas y Rajoy deber¨¢n superar el s¨ªndrome de los l¨ªderes aquejados de debilidad ¡ªuno por el saqueo del Palau de la M¨²sica, el otro por el caso B¨¢rcenas¡ª, consistente en convertir la rivalidad mutua en hostilidad, la tentaci¨®n de recuperar ascendencia en la opini¨®n p¨²blica y hacerse de nuevo fuertes a costa del otro.
Similares irregularidades financieras y graves asuntos de presunta corrupci¨®n generaron en ambos parecidas respuestas en forma de comparecencias parlamentarias, en d¨ªas consecutivos. Con casi id¨¦ntico guion: la falta de explicaciones precisas, la apelaci¨®n a la propia credibilidad, la conversi¨®n de sus tesoreros en personajes soberanos, el olvido de decisiones judiciales (transferencias reconocidas en el caso del PP, sede embargada en el de CDC). Si optasen por aplicar este mismo enfoque negacionista y esquivo tambi¨¦n a la cuesti¨®n catalana, entonces puede descontarse que esta empeorar¨¢ grave y r¨¢pidamente.
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