M¨²sica para ser libres
En los a?os noventa, el rock latinoamericano se independiz¨®. Las nuevas bandas ya no quer¨ªan tener aspecto de brit¨¢nicos paliduchos o moteros de Los ?ngeles. Al contrario, en grupos como Caf¨¦ Tacuba, Aterciopelados o Los Fabulosos Cadillacs militaban gorditos y mestizos que mezclaban rock con tango, guarachas o salsa. Hasta entonces, la m¨²sica popular hab¨ªa sido detestada por el purismo occidental de los rockeros. Esta vez, de repente, fue un gran ¨¦xito.
El ¨²nico grupo europeo que impact¨® en esos a?os en Am¨¦rica Latina fue Mano Negra. Entre tanto charango y tanta percusi¨®n, nadie se hab¨ªa percatado de que eran franceses. En cambio el pop espa?ol, cuyos sonidos pl¨¢sticos hab¨ªan reinado en los ochenta, desapareci¨® de las radios de ultramar, desalojado por bandas m¨¢s ecl¨¦cticas, bullangueras y altamente politizadas.
S¨®lo un grupo ib¨¦rico sigui¨® influyendo en todo el mundo hispano: Radio Futura.
Tiene m¨¦rito porque precisamente ellos, desde 1992, ya ni siquiera exist¨ªan.
Raro, pero cierto: durante la ¨²ltima d¨¦cada del siglo XX, mientras Espa?a alcanzaba el top ten de las econom¨ªas globales, la actitud de Radio Futura estaba m¨¢s viva del otro lado del Atl¨¢ntico. Los nuevos Enamorados de la moda juvenil eran los peruanos que dejaban de vivir entre toques de queda y bombas, los chilenos que estrenaban democracia, los mexicanos que se preparaban para desalojar al PRI. Tras el derrumbe del muro de Berl¨ªn, el consumo se impon¨ªa. Buenos Aires era m¨¢s cara que Madrid. Y corr¨ªan tiempos malos, muy malos, para la nueva trova cubana.
La m¨²sica siempre termina por encontrar a quien la necesita desesperadamente
Los adolescentes latinoamericanos nos enganchamos a temas como Dance usted 15 a?os despu¨¦s de que los oyeran los espa?oles, porque ahora esas canciones nos hablaban de nuestro propio sue?o de ser modernos, rockeros y bien vestidos. E inmediatamente despu¨¦s nos enganchamos a otras de aroma caribe?o como Semilla negra porque encarnaban nuestro sue?o de ser¡ nosotros. Radio Futura ya estaba cantando rock latino antes de que lo hiciesen los latinos (e influyendo en espa?oles como Seguridad Social o Danza Invisible, que lo har¨ªan despu¨¦s).
Este verano ¨Cdel hemisferio norte¨C se cumplen precisamente 25 a?os del disco m¨¢s latino ¨Cy m¨¢s exitoso¨C de Radio Futura: La canci¨®n de Juan Perro, que vendi¨® 250.000 copias y lleg¨® a competir por las estanter¨ªas de los hipermercados con el ?Joshua tree de U2. Para celebrarlo, ha llegado al mercado una edici¨®n especial que, aparte del ¨¢lbum original, incluye las maquetas originales de los temas y un directo. Todo con una edici¨®n disco-libro perfecta para hacer salivar a reincidentes y aspirantes.
Como buen fan, he disfrutado cada segundo de esta joya. Y como buen ejemplar humano de la mediana edad, he reconstruido mi propia vida con ella: los conciertos de grupos peruanos de los noventa como Liga del Sue?o o El Ghetto, que tocaban versiones de Radio Futura. O el d¨ªa en que top¨¦ con las prostitutas del Raval de Barcelona y comprend¨ª que ¨¦se era el escenario de la letra de La negra flor. Nunca he sido tan feliz de pasear por una calle llena de burdeles.
Pero, sobre todo, me ha emocionado descubrir c¨®mo esas canciones, que reflejaban la Espa?a de los ochenta, viajaron a Am¨¦rica Latina una d¨¦cada despu¨¦s. La m¨²sica, a fin de cuentas, es como una botella arrojada al mar: puede pasar a?os a la deriva, recorrer miles de kil¨®metros, pero siempre termina por encontrar a quien la necesitaba desesperadamente.
Twitter: @twitroncagliolo
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