La venda y la herida

Ya han declarado los tres secretarios o ex secretarios generales del PP llamados como testigos por el juez que investiga el caso B¨¢rcenas, y hay una coincidencia b¨¢sica en sus testimonios: no existe ni ha existido una doble contabilidad ni pagos en negro; y si existiera, el responsable ser¨ªa el propio B¨¢rcenas, que seg¨²n los estatutos ten¨ªa plena autonom¨ªa. Ellos no sab¨ªan nada. Pero los estatutos del PP dicen que el secretario general y en su caso el comit¨¦ ejecutivo, ¡°dirigen todos los servicios¡± y ¡°controlan todas las actividades¡± del partido. Adem¨¢s, para que un dirigente pol¨ªtico quede eximido de responsabilidad por acciones de sus subordinados no basta con alegar desconocimiento; ser¨¢ preciso acreditar la imposibilidad de haber conocido los hechos que se juzgan. Invocar un poder notarial que delega toda la responsabilidad en el tesorero supone colocarse la venda antes de la herida, pero no disculpa de responder de sus actividades irregulares.

En Espa?a tiende a considerarse que asumir responsabilidades consiste en decir que se asumen; en otros pa¨ªses equivale a dimitir del cargo. Pero Arenas ya no es secretario general y Cascos ni siquiera es del PP. Solo ser¨ªa aplicable a Cospedal, lo que ser¨ªa una paradoja dado que fue la que menos trato y peor relaci¨®n tuvo con ¨¦l. De su testimonio de ayer algunos abogados sacaron la conclusi¨®n de que quienes pactaron el finiquito del extesorero (la indemnizaci¨®n en diferido a base de 14 pagas de 18.000 euros al a?o) fueron Javier Arenas y Mariano Rajoy. Dato que se integra en la lista de motivos por los que la oposici¨®n ha pedido la dimisi¨®n del presidente del Gobierno con el argumento de que ha perdido autoridad.

Los miembros del PP tienen que exigir responsabilidades a sus dirigentes, seguramente en un congreso o a trav¨¦s de una renovaci¨®n a fondo que muchos dentro del partido reclaman para este oto?o. Pues este esc¨¢ndalo ha revelado el arraigo en su seno de actitudes indefendibles. ?C¨®mo es posible que el tesorero de un partido pueda amasar y ocultar al fisco una fortuna como la de B¨¢rcenas sin que nadie se entere? Por no hablar de la l¨®gica sospecha de que se le ha intentado callar con sueldos de f¨¢bula por no hacer nada. Haya o no consecuencias penales en este asunto, un partido democr¨¢tico no puede sobrevivir mucho tiempo instalado en la desmoralizaci¨®n que provoca saber que se est¨¢ mintiendo.