Halle Berry y Jennifer Garner, dos madres en lucha contra los paparazzis
Las actrices piden a la Justicia que apruebe una ley que proteja a sus hijos de las c¨¢maras Ambas cuentan sus traum¨¢ticas experiencias y las de sus ni?os frente a fot¨®grafos agresivos
Halle Berry y Jennifer Garner saben c¨®mo pelear. Las dos dieron cuerpo en la pantalla, con m¨¢s o menos ¨¦xito, a populares superhero¨ªnas del c¨®mic como Catwoman o Elektra. Pero la lucha que han entablado esta semana ante el comit¨¦ de la asamblea judicial de California en defensa de la propuesta de ley 606 es personal. Ambas actrices hablaron a coraz¨®n abierto de sus hijos, de su derecho y del derecho del resto de los hijos de los famosos a crecer en el anonimato, sin el acoso de los paparazzis a la puerta de sus casas. Como resumi¨® Garner, de 41 a?os, casada con el tambi¨¦n actor Ben Affleck y madre de tres ni?os, ella escogi¨® su profesi¨®n como actriz; no sus hijos, ciudadanos de a pie que deben de disfrutar como cualquier otro del derecho a su intimidad.
¡°No quiero que una pandilla de fot¨®grafos gritones, sin modales ni respeto por la legislaci¨®n vigente, que acampan todos los d¨ªas, a todas horas, delante de donde quiera que estemos, traumatice a mis hijos¡±, declar¨® la actriz a la prensa.
Ni Garner ni Berry hablan solo por ellas. La propuesta 606 solicita que se ampl¨ªe el significado legal de lo que es acoso e incluya grabar o fotografiar a un menor sin permiso de su padre o tutor. El proyecto, que present¨® el dem¨®crata Kevin de Le¨®n al senado de California y que ha contado con Halle Berry de testigo en dos ocasiones, quiere que se considere un crimen el seguimiento de un menor por fot¨®grafos o c¨¢maras de televisi¨®n por el mero hecho de la profesi¨®n o posici¨®n de sus padres.
Las fotograf¨ªas de los hijos de los famosos se han convertido en los ¨²ltimos a?os en la posesi¨®n m¨¢s buscada por las revistas del coraz¨®n. Existen intentos de reventar el mercado destrozando la exclusiva a los paparazzi con la venta acordada de fotograf¨ªas posadas con los hijos reci¨¦n nacidos, t¨¢ctica que utilizaron padres tan conocidos como Michael Douglas y Catherine Zeta Jones o Angelina Jolie y Brad Pitt. Pero el d¨ªa a d¨ªa, seg¨²n testificaron Berry y Garner, no ha hecho m¨¢s que empeorar.
¡°Se les permite estar tan cerca, que pueden gritarme todo tipo de obscenidades y preguntarle cosas a una ni?a de cinco a?os completamente inapropiadas para su edad¡±, relat¨® Berry. La actriz, de 47 a?os y embarazada de su segundo hijo, se refiri¨® con esta escena al incidente vivido junto a su peque?a hija Nahla, en el aeropuerto de Los ?ngeles y que llev¨® a una mel¨¦ con los paparazzi.
Como record¨® a este diario Naomi Watts, quien acaba de dar vida a la Princesa de Gales en la pel¨ªcula Diana, las cosas han mejorado desde la muerte hace 16 a?os de la famosa Lady Di cuando era perseguida por los paparazzis por las calles de Par¨ªs. En Inglaterra, un c¨®digo ¨¦tico determina que los periodistas no pueden ¡°intimidar, acosar o perseguir¡± a su fuente informativa. Y en California la legislaci¨®n vigente triplic¨® la pena contra aquellos que intenten capturar la imagen o el sonido del demandante.
¡°Pero yo tambi¨¦n he tenido mis enfrentamientos con la prensa, especialmente para proteger a mis hijos que no tienen nada que ver con lo que yo hago¡±, subray¨® Watts, casada con Liev Schreiber y madre de dos hijos. Como coinciden todas estas madres y famosas, esta es la mayor lucha contra la prensa del coraz¨®n. ¡°Lo que se paga en la actualidad por una foto del hijo de un famoso es incre¨ªblemente elevado. Es como si les hubieran puesto precio a sus cabezas. Literalmente¡±, a?adi¨® Jennifer Garner ante el comit¨¦, sin poder contener la emoci¨®n en sus palabras.
Su lucha no fue en balde y la propuesta fue aprobada de manera un¨¢nime dentro del comit¨¦ judicial siguiendo ahora su curso legal para una pr¨®xima entrada en vigor a¨²n por determinar. Una propuesta que cuenta con detractores entre los grandes grupos editoriales, que han expresado su rechazo contra una normativa que podr¨ªa inhabilitar a los periodistas en su labor y repercutir en un mercado donde el inter¨¦s en estas instant¨¢neas responde al apetito de los lectores.
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