A vueltas con Gibraltar
Recuerdo en estos momentos de actualidad que la invasi¨®n en 1704 fue realizada por Inglaterra y Holanda aprovechando la Guerra de Sucesi¨®n y con el pretexto de implantar el pretendiente al trono de Espa?a, y el Tratado de Utrecht de 1713 fue decidido por Inglaterra y Francia a espaldas de Espa?a. En 1684, el congresista y secretario del almirantazgo ingl¨¦s Samuel Pepys ¡ªa ra¨ªz de abandonar T¨¢nger los ingleses por no poder defenderla¡ª revel¨® que Inglaterra miraba al Pe?¨®n con ansias de conquista para favorecer su comercio y disminuir el de Francia, adem¨¢s de abrirle las puertas del Atl¨¢ntico para hostigar el comercio entre Espa?a y Am¨¦rica.
En el siglo XXI resulta un anacronismo vergonzoso para Espa?a que la UE permita una colonia en un pa¨ªs democr¨¢tico cuando Espa?a tiene dos resoluciones de Naciones Unidas a su favor y la enajenaci¨®n de Gibraltar a un tercero (el refer¨¦ndum) en contra de lo dispuesto en el Tratado de Utrecht. Suficientes motivos para dar un toque final al asunto.¡ª Enrique Bonail.
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