?Qu¨¦ bien se come en Galicia, To?i!

D¨¦jenme contarles mi drama a ver si, entre todos, me pueden animar. Yo no quer¨ªa volver. No es que se me agraven las hemorroides cuando me siento a escribir esta columna, pero como comprender¨¢n habr¨ªa preferido seguir de pendoneo por Europa en vez de plantificarme delante del ordenador a contarles pel¨ªculas.

Pero heme aqu¨ª, hundido en la miseria poscoital tras mi revolc¨®n con el far niente. Lo ¨²nico que me agita el ¨¢nimo estos d¨ªas es un programa de TVE que estamos pagando entre todos. A grandes rasgos consiste en presentar un carrusel de desgracias personales y despu¨¦s apelar a la caridad de los televidentes para que manden un dinerito a la gente que las sufre.

No piensen que el mal de estas personas con par¨¢lisis que les impiden trabajar, con hijos que padecen enfermedades raras, sin dinero para pagar el gas o sin lugar donde dejar a su mascota cuando se van de veraneo (tal cual) es consuelo para un tonto como yo. Al rev¨¦s, tanta calamidad me romper¨ªa el alma en circunstancias normales. Pero hay algo en Entre todos, que as¨ª se llama este show seudosolidario, que distrae mi empat¨ªa y me impide sufrir como deber¨ªa: su sandunguera presentadora.

To?i Moreno es la Rafa Nadal, la Fernando Alonso, la Messi de uno de los vicios que m¨¢s me pone en los presentadores de televisi¨®n y radio: el de abrir el grifo de los lugares comunes/ obviedades/ chorradas en cuanto descienden a hablar con el pueblo. Me rechiflan sus incesantes comentarios sobre lo guapa que es la gente que aparece en las conexiones ¡ªquiz¨¢, entre todos, deber¨ªamos pagarle unas gafas¡ª, pero lo que me lleva al ¨¦xtasis son sus topicazos gastroregionales. Si una se?ora conecta desde Burgos, To?i se pone a cantar las virtudes de su morcilla. Y si la se?ora en cuesti¨®n est¨¢ en A Coru?a, Dios sabe que no se librar¨¢ del archirequetesobado ¡°qu¨¦ bien se come en Galicia¡±, ese que siempre dudo de c¨®mo se tomar¨¢n los gallegos: si como un halago o como la constataci¨®n de que para algunos esa comunidad no es m¨¢s que un cocedero gigante de marisco.

Sue?o con algo que estimular¨ªa definitivamente mis endorfinas en la vuelta al cole: la aparici¨®n de una antiTo?i punk en alg¨²n rinc¨®n de la programaci¨®n. Alguien que interactuara con la audiencia y les soltara cosas del tipo ¡°vaya palos met¨¦is con los pintxos en Euskadi¡±, ¡°las paellas en Catalu?a, ps¨¢¡±, o ¡°pues a m¨ª el cocido madrile?o me da pedos¡±. Podr¨ªamos hacer una petici¨®n a las cadenas en Change.org para que se lo pensaran. Con muchas firmas. Entre todos.