El precio del fiasco iraqu¨ª

Hace 32 a?os, John Kerry, de vuelta de Vietnam, donde hab¨ªa servido como teniente, pronunciaba un vibrante alegato contra la guerra ante los senadores americanos y arengaba a los manifestantes en las reuniones pacifistas. Hoy, John Kerry, jefe de la diplomacia del equipo del presidente Barack Obama, es el m¨¢s ardiente defensor de una intervenci¨®n militar en Siria para sanciones el uso de armas qu¨ªmicas.

Toda la elocuencia y la convicci¨®n de la que es capaz el secretario de Estado no pueden enmascarar un hecho crucial en este asunto sirio: la opini¨®n p¨²blica americana y el conjunto de las opiniones europeas son hostiles a una acci¨®n militar de sus pa¨ªses contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad. (...)

Esta evoluci¨®n de la opini¨®n es la exactamente opuesta a lo conocido en el momento de las intervenciones en Kosovo, Serbia y Afganist¨¢n (...).

?Qu¨¦ ha pasado? Hay, seguramente, un fen¨®meno de lasitud en los pa¨ªses occidentales, que ven desde 2001 sus fuerzas comprometidas en conflictos sin salida clara ni satisfactoria. Est¨¢ la naturaleza de los rebeldes sirios, sus divisiones, la presencia de yihadistas entre ellos (...). Hay la evoluci¨®n de las primaveras ¨¢rabes. Y hay, sobre todo, el fiasco iraqu¨ª, cuyo precio pol¨ªtico, 10 a?os despu¨¦s, le ha estallado en la cara a la Administraci¨®n americana. (...)

Si quieren tener ¨¦xito, los Gobiernos favorables a golpear militarmente deben redoblar sus esfuerzos para convencer a sus representantes nacionales, pero tambi¨¦n a sus ciudadanos.

Par¨ªs, 8 de septiembre de 2013