Los Rivera, hermanos de fama

Hoy es el d¨ªa. Francisco de As¨ªs Rivera Ord¨®?ez ¡ªFran para los amigos¡ª celebra su boda con Lourdes Montes en la finca ronde?a El Recreo, donde se reunir¨¢n m¨¢s de 300 invitados para brindar por la nueva vida de uno de los representantes m¨¢s conspicuos de la vida social de este pa¨ªs. A poco de cumplirse el primer aniversario de su retirada de los ruedos, y a la edad de 39 a?os, Rivera dice adi¨®s ¡ªal menos, legalmente¡ª a su merecida fama de moderno donju¨¢n y aireado protagonista de una intensa vida amatoria. Rivera se corta p¨²blicamente la coleta y le da el s¨ª a una guapa abogada sevillana que ha conseguido que estampe su firma en un acta matrimonial, algo que parec¨ªa imposible, y robarle as¨ª su solter¨ªa de oro.

All¨ª, en El Recreo ¡ªpropiedad de Fran¡ª, junto a los amigos de la pareja, estar¨¢n los hermanos de Rivera, Cayetano, Kiko y Juli¨¢n, hijos todos de un mismo tronco, emparentados por distintos niveles de sangre, y populares tambi¨¦n. Cayetano, reservado, melanc¨®lico y con un punto de tristeza en su cara, es un cotizado modelo de Armani e imagen de Loewe, que descansa tras una ilusionante e irregular carrera como torero, y medita su vuelta al traje de luces; Kiko, todo un fen¨®meno medi¨¢tico, lig¨®n empedernido, divertido y p¨ªcaro, pinchadiscos profesional, y Juli¨¢n, escritor y empresario hostelero. A los cuatro los unen dos nombres m¨ªticos, el torero Paquirri y Carmina Ord¨®?ez; y los recovecos de la vida dieron paso a la tonadillera Isabel Pantoja y a un aspirante a cantante llamado Juli¨¢n Contreras. Todos los v¨¢stagos nacieron famosos y llevan con mejor o peor fortuna el peso, a veces agobiante, de la popularidad.

Los v¨¢stagos nacieron famosos y llevan con mejor o peor fortuna el peso de la popularidad

Y entre los cuatro destaca Fran. El cabeza de la saga, el hermano mayor, el primer hijo del matrimonio formado por Francisco Rivera, Paquirri, torero grande, atl¨¦tico y amante de la vida en el campo, y Carmina, hija del m¨ªtico Antonio Ord¨®?ez, condenadamente guapa, moderna, elegante, urbana y vitalista acelerada.

Naci¨® Fran (Madrid, 1974) entre vestidos de torear y estampas taurinas en sus genes, al igual que su hermano Cayetano, que vio la luz tres a?os m¨¢s tarde. Bisnietos, nietos, hijos, sobrinos y primos de toreros, parec¨ªa el toro el objetivo primero de sus vidas. Y as¨ª ocurri¨® en el caso del primer hijo, al que adopt¨® taurinamente su abuelo materno y lo present¨® ante el p¨²blico en la plaza de Ronda el 7 de agosto de 1991. Por aquel entonces, hac¨ªa siete a?os que un toro hab¨ªa segado la vida de su padre en Pozoblanco, y su madre era la reina indiscutible de la prensa del coraz¨®n.

La carrera del chaval fue mete¨®rica. En 1995, a los 21 a?os, tom¨® una alternativa de lujo en la Feria de Sevilla de manos de Espartaco, la figura indiscutible de aquel momento, y fue tal el revuelo que form¨® el joven Rivera que el propio Joaqu¨ªn Vidal escribi¨® en este peri¨®dico que fue el suyo ¡°un triunfo de clamor¡±. No en vano, su estreno hab¨ªa sido una exhibici¨®n de poder¨ªo t¨¦cnico, capacidad, valor e inteligencia natural en la cara del toro. Y con tales credenciales se pase¨® por las principales ferias de Espa?a durante varios a?os, como digno sucesor de sus mayores.

Fran, el primog¨¦nito

Entre los cuatro hermanos destaca Fran Rivera. El cabeza de la saga, el hermano mayor, el primer hijo del matrimonio formado por Francisco Rivera, Paquirri, torero grande, atl¨¦tico y amante de la vida en el campo, y Carmina, hija del m¨ªtico Antonio Ord¨®?ez, condenadamente guapa, moderna, elegante, urbana y vitalista acelerada. Naci¨® Fran (Madrid, 1974) entre vestidos de torear y estampas taurinas en sus genes, al igual que su hermano Cayetano, que vio la luz tres a?os m¨¢s tarde.

Entretanto, el 23 de octubre de 1998 se cas¨® en la catedral de Sevilla con Eugenia Mart¨ªnez de Irujo, hija de la duquesa de Alba, lo que le convirti¨® en duque consorte de Montoro, y lo aup¨® a la c¨²spide del cotilleo nacional.

De aquel cuento de hadas entre la arist¨®crata y el torero naci¨® una ni?a, Cayetana, pero la historia, supuestamente feliz y con perdices, solo dur¨® tres a?os.

Al tiempo que las acciones de Rivera Ord¨®?ez como protagonista de la cr¨®nica social sub¨ªan como la espuma, declinaba su estrella taurina. Se dio a conocer como un seductor nato con amor¨ªos de quita y pon. Aparec¨ªa sonriente, simp¨¢tico, cuando prestaba su imagen a la publicidad, y descarado, arisco y con la soberbia del guaperas canalla ante las preguntas sobre su vida privada.

Fuera de los focos se ha revelado como un atrevido empresario, ¡°inteligente y con gran visi¨®n de negocio¡±, seg¨²n un amigo. Ha diversificado sus inversiones, y su cartera empresarial se reparte entre empresas de chatarra que mueven toneladas de metal y participaciones en una sociedad bodeguera y en una cadena de comida r¨¢pida; en colaboraci¨®n con un socio tiene abierta una tienda de ropa en Sevilla; en esta misma ciudad ha ganado, junto al periodista Carlos Herrera, el concurso para explotar el mercado gourmet de las Naves del Barranco. Y sus tent¨¢culos empresariales alcanzan los aparcamientos y la promoci¨®n del turismo en Ronda, la ganader¨ªa brava y la empresa taurina.

Quienes lo conocen bien ¡ªsu grupo de ¨ªntimos procede de su condici¨®n de cofrade sevillano y rociero¡ª destacan la fidelidad a sus amigos, su nobleza, la entrega a su hija ¡ªpor cuya custodia ha litigado en los tribunales¡ª y su compromiso con el toreo.

Francisco Rivera, famoso desde la cuna, adulado y criticado, cordial y hura?o a tiempo parcial y emprendedor de ¨¦xito, es el contrapunto de su hermano Cayetano, pareja de la exmiss Espa?a Eva Gonz¨¢lez, t¨ªmido y parco en palabras, que prefiere la tranquilidad y las c¨¢maras de las pasarelas a la vida social y los negocios; poco parece unirle a Juli¨¢n, hermano de madre, autor de tres libros ¡ªel ¨²ltimo, una biograf¨ªa del propio Fran¡ª, y solo se parece a Kiko ¡ªsonriente sinvergonz¨®n¡ª en su larga lista de conquistas.

Los cuatro estar¨¢n hoy en la ronde?a finca El Recreo enfundados en chaqu¨¦ y tocados con chistera, como han exigido los novios.