De cadenas y eslabones
Me pregunto si el hipot¨¦tico Estado catal¨¢n, que tanto reclaman los abducidos por la exaltaci¨®n emocional nacionalista, ser¨¢ tan moderno y ventajoso como nos pretenden vender los pol¨ªticos que lo promocionan.
A algunos catalanes nos asaltan algunas dudas sobre las inmediatas consecuencias de tener un Estado propio que, de momento, ya no formar¨¢ parte de la Uni¨®n Europea. Con la inferioridad de condiciones que ello supondr¨¢ frente a los dem¨¢s Estados de la comunidad, muy especialmente del espa?ol, con el que hasta ahora nos unen unos v¨ªnculos. Que por razones hist¨®ricas, culturales, econ¨®micas, laborales y sentimentales, no parece que est¨¦n dispuestos a renunciar la mayor¨ªa de los ciudadanos de Catalu?a.
Una mayor¨ªa silenciosa ¡ªde momento¡ª que prefiere los eslabones de la libertad al ruido de las cadenas.¡ª Jordi S. Berenguer. Barcelona.
Me qued¨¦ paralizado al o¨ªr decir que ¡°Espa?a es una anomal¨ªa hist¨®rica¡± al mism¨ªsimo conseller de Cultura. No porque crea que no lo sea, sino por la concepci¨®n de la historia que denota. Si hemos de creerlo, la historia tiene unas leyes naturales y por tanto lo que se aparta es an¨®malo.
Podr¨ªa seguir profundizando en qu¨¦ tipos de leyes parecen ser naturales en la historia seg¨²n este se?or, pero basta con decir que es la misma filosof¨ªa de la historia que sustentaba los reg¨ªmenes nacionalistas de principios del siglo XX: fascismo, nazismo, falangismo-franquismo, etc¨¦tera. Es la misma filosof¨ªa de la historia que ha justificado el trato al que el franquismo someti¨® a Catalu?a y sigue estando en la trastienda de la derecha espa?ola. Y tambi¨¦n de las dictaduras comunistas, aunque con otra concepci¨®n de las leyes hist¨®ricas.
?Es esta la cultura dominante de la nueva Catalu?a independiente? E insisto en que no es esto una toma de postura sobre el soberanismo, la independencia, etc¨¦tera, pero, vamos, no ayuda a imaginar un futuro mejor.¡ª Ram¨®n S¨¢nchez Ram¨®n. Barcelona.
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