Manning se llama Chelsea
La prensa estadounidense ha debatido sobre el tratamiento de g¨¦nero debido a la soldado tras manifestar su deseo de cambio de sexo. Este diario respetar¨¢ su voluntad
Un d¨ªa despu¨¦s de que se hiciera p¨²blica la condena, conocida el 21 de agosto, de 35 a?os de prisi¨®n y expulsi¨®n del Ej¨¦rcito, por la filtraci¨®n de documentos diplom¨¢ticos y militares al portal Wikileaks, Manning, a trav¨¦s de su abogado, dio a conocer que ¡°en mi proceso de transici¨®n hacia la siguiente fase de mi vida quiero que todo el mundo sepa qui¨¦n soy en realidad. Soy Chelsea Manning. Soy una mujer. Dado c¨®mo me siento ahora y c¨®mo me he sentido desde mi infancia. Quiero comenzar la terapia hormonal tan pronto como sea posible. Tambi¨¦n pido que a partir de ahora se dirijan a m¨ª empleando el pronombre femenino (salvo en el correo oficial remitido al centro penitenciario)¡±. Firmaba el comunicado como Chelsea E. Manning. Su abogado precis¨® d¨ªas despu¨¦s que la inicial E. correspond¨ªa al nombre de Elizabeth, en lugar del de Edward.
Inmediatamente, en la prensa estadounidense se plante¨® de qu¨¦ manera nombrar a esta persona, cuya notoriedad estaba vinculada al nombre de Bradley y con tratamiento masculino. La agencia AP reaccionaba el mismo d¨ªa con una nota en la que recordaba su gu¨ªa de estilo y aplazaba una decisi¨®n definitiva hasta cerciorarse de la veracidad del comunicado. De todas formas, esta primera nota ya anticipaba la decisi¨®n que iba a tomar en la medida que la mencionada gu¨ªa establece que debe usarse el tratamiento de g¨¦nero preferido por las personas que han adquirido el aspecto f¨ªsico del sexo opuesto o se presentan ellas mismas de una forma que no corresponde a su sexo de nacimiento (si esa preferencia no se ha expresado, usan el pronombre, masculino o femenino, que mejor se ajusta a la forma en que la persona vive p¨²blicamente). El d¨ªa 26 de agosto, la agencia comunicaba que usar¨ªa Chelsea E. Manning y los pronombres femeninos, ¡°de acuerdo con sus deseos de vivir como una mujer¡±.
Huffington Post publicaba el 22 de agosto una informaci¨®n de Reuters sobre el comunicado de Manning y a?ad¨ªa una nota final en la que aclaraba que hab¨ªa cambiado los pronombres masculinos por los femeninos para respetar la voluntad de Manning. El responsable de la edici¨®n digital de The Washington Post se mostraba partidario de mantener el pronombre masculino ¡°para describir a Manning, por ahora¡±, pero no descartaba revisar este criterio, que defend¨ªa debido a que ¡°el nombre de Bradley Manning tiene una fuerte identificaci¨®n para nuestros lectores¡± porque es una figura p¨²blica muy visible. Sin embargo, en noticias reproducidas de AP respeta el tratamiento femenino. Menos dudas manifestaba The Washington Times, que despachaba la ¡°rid¨ªcula¡± cuesti¨®n como un problema psiqui¨¢trico del personaje a quien continuar¨¢ tratando como hombre. En general, la prensa conservadora estadounidense, como se?alaba MSNBC (en un art¨ªculo titulado ¡°?Qui¨¦n llama todav¨ªa Chelsea Manning ¡°¨¦l¡±?¡±), no ¨²nicamente es reticente a modificar el tratamiento. Tambi¨¦n lo es al cambio de sexo. Slate, el d¨ªa 22, titulaba de forma program¨¢tica la noticia del anuncio: ¡°Bradley Manning es ahora Chelsea Manning. La prensa deber¨ªa empezar a usar los pronombres femeninos inmediatamente¡±.
No todo fue tan r¨¢pido. Algunos medios rese?aban, como ejemplo de la incomodidad que generaba la transici¨®n, un titular de The Washington Post sobre una informaci¨®n de Reuters el 22 que inicialmente dec¨ªa: ¡°Manning says is female¡¡±. Una correcci¨®n gramatical del mismo complic¨® las cosas al introducir el pronombre masculino ¡°he¡± en un baile dubitativo: ¡°Manning says he is female¡¡±. En The New York Times, una pieza fue dedicada al tratamiento informativo del cambio de g¨¦nero. En la misma, un responsable del peri¨®dico teorizaba que el criterio del medio es respetar la voluntad de las personas, pero, en este caso, consideraba que un cambio repentino de nombre y g¨¦nero crear¨ªa confusi¨®n entre los lectores al tratarse de una persona que est¨¢ en el centro de un gran despliegue informativo. No se trata, prosegu¨ªa, de una decisi¨®n pol¨ªtica, se trata de atender a los lectores. La defensora del lector del diario, por el contrario, se mostraba partidaria de respetar la voluntad de Manning. La directora del diario, Jill Abramson, en un debate en la Asociaci¨®n de Periodistas Gays y Lesbianas, anunciaba el 26 de agosto un cambio de criterio que se comunic¨® p¨²blicamente al d¨ªa siguiente. La Wikipedia en ingl¨¦s, otro ejemplo, tambi¨¦n adopt¨® el g¨¦nero femenino. Un portavoz de la radio p¨²blica estadounidense anunci¨® inicialmente que sus emisoras mantendr¨ªan el tratamiento masculino hasta que el deseo manifestado por Manning se reflejara en un cambio f¨ªsico. Mantuvo esta posici¨®n unas pocas horas. En un comunicado, explicaba que su criterio hab¨ªa evolucionado y que hab¨ªan sido convencidos por quienes les planteaban la necesidad de repensar su decisi¨®n. Introduc¨ªa la cautela de recordar el nombre anterior de Manning, una aclaraci¨®n cuya necesidad, afirmaba, se desvanecer¨¢ con el tiempo.
Este diario, a partir de ahora, dar¨¢ a Chelsea tratamiento de mujer
Mientras varios de los principales diarios anglosajones han adoptado este criterio, en otras zonas la cuesti¨®n no ha provocado un debate similar. En Francia muchos diarios mantienen el masculino y, a veces, por ejemplo en Le Monde, aparece una f¨®rmula salom¨®nica: Chelsea-Bradley Manning. La publicaci¨®n en septiembre por EL PA?S de una informaci¨®n posterior al anuncio de Manning, en el que, tras recordar su comunicado, se manten¨ªa el tratamiento masculino, ha suscitado la queja de la Asociaci¨®n de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales y Queers de la Universidad Complutense de Madrid, RQTR. ¡°En este art¨ªculo, la soldado Chelsea Manning es tratada constantemente como un hombre, como si fuera necesario el cambio de sexo para poder ser tratada como una mujer ¡ªcomo aquello que se siente y es¡ª. Si bien Manning no va a leer este art¨ªculo, personas trans vemos todos los d¨ªas c¨®mo se nos niega nuestras identidades en base a criterios que ni son los mismos ni est¨¢n claros. (¡) Entiendo que la formaci¨®n en temas de g¨¦nero parece a muchas personas algo marginal, banal o confuso. Pero para nosotros/as es importante. Y m¨¢s si son las representaciones que llegan a millones de personas. As¨ª que, desde nuestra asociaci¨®n, os proponemos no que investigu¨¦is sobre g¨¦nero y sexualidad ¡ªque estar¨ªa muy bien, para sensibilizarse y no meter la pata¡ª, sino, para empezar, que dej¨¦is que nosotros/as decidamos nuestros pronombres y nuestro nombre. Tan f¨¢cil como eso. De tal modo que en el momento que Bradley se pasa a llamar Chelsea, sea Chelsea Manning (m¨¢s la explicaci¨®n oportuna para no perder al lector, si hiciera falta)¡±.
Las autoridades de la prisi¨®n han declarado que Manning tendr¨¢ que cambiar su nombre legalmente para poder ser citada como Chelsea. Aunque el abogado de Manning ha precisado que en los tr¨¢mites oficiales deber¨¢ seguir empleando el nombre de Bradley, es razonable que los medios respeten su voluntad (ya en 2010, Manning manifest¨® que se sent¨ªa mujer). Y as¨ª lo har¨¢ a partir de ahora EL PA?S. Seg¨²n me comunic¨® la direcci¨®n ayer, el diario deber¨¢ referirse a ella como Chelsea Manning e incorporar el tratamiento de g¨¦nero femenino, independientemente de que se recuerde su pasado como Bradley.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.