El p¨¢nico a la lengua extranjera

Como profesora de escuelas oficiales de idiomas, no puedo condonar que el nivel de ingl¨¦s de nuestra comisi¨®n en la candidatura ol¨ªmpica no estuviera a la altura de las circunstancias. Sin embargo, lo que m¨¢s representa precisamente nuestro nivel de ingl¨¦s es la escabechina a la que hemos sometido el discurso de Ana Botella. Decenas de fotos manipuladas, vi?etas y chistes inundan nuestras redes sociales y tel¨¦fonos m¨®viles desde apenas unos minutos despu¨¦s de que la alcaldesa finalizara su discurso. El ingenio espa?ol es r¨¢pido, no espera; y es cruel, no deja t¨ªtere con cabeza.

Si leemos entre l¨ªneas, m¨¢s all¨¢ de la verg¨¹enza ajena est¨¢ la verg¨¹enza propia. Estoy harta de ver en mis aulas alumnos adultos que llevan toda la vida estudiando ingl¨¦s y apenas pueden hilar un discurso.

Primero, c¨²lpese a un sistema educativo que nunca ha sabido responder a la demanda de una ense?anza en condiciones de la lengua extranjera. Pero, adem¨¢s, estos alumnos han desarrollado un sentido del rid¨ªculo exacerbado, un p¨¢nico a hablar ingl¨¦s, debido a la ansiedad generada precisamente por la mofa con que los errores o la falta de competencia son recibidos en p¨²blico. Apuesto a que los autores de los ingeniosos chistes no podr¨ªan tirar la primera piedra.¡ª Patricia Plaza Arregui.