De verbena
El se?or Mariano teme a la se?¨¢ Espe m¨¢s que a un nublao
Esperanza Aguirre es tan chula, en el sentido madrile?¨ªsimo de castiza, que a ella no la-hace falta estar en campa?a, o en pre-campa?a, a la se?¨¢ Espe se la-hacen otros. A do?a Esperanza, varias televisiones, entre ellas su TeleMadrid, le est¨¢n alfombrando ya con mantones La Gran V¨ªa y prometen ba?arla en breve con vinillo de Jerez. Ole que s¨ª. Para qu¨¦ andarnos con rodeos o subterfugios, malditas sean las circunstancias. La cosa es pa entenderla: una vez que la se?¨¢ Botella patin¨® en la carrera olimpista y se ha visto, por activa y por pasiva, que no posee el don de la ex-pre-si-vi-d¨¢, hay unos cuantos gach¨®s, capitaneados por no se sabe qu¨¦ interfecto, que han decidido que los madrile?os nos enteremos de que do?a Esperanza se retir¨®, pero poco.
Si a la se?¨¢ Botella le ha faltado la gracia de las mujeres de la Corte del Fara¨®n (us¨¦ase Gallard¨®n), que son, como las mujeres de Babilonia, las m¨¢s ardientes que el amor crea, etc¨¦tera, a la Aguirre el fuego le sobra. Mejor dicho, la sobra. Y convencidos como est¨¢n los tipos al cargo de la informaci¨®n auton¨®mica de que Botella es ya una perilla fundida y Aguirre una bomba de relojer¨ªa, han decidido dedicarle a la susodicha cada tres o cuatro d¨ªas un publirreportaje. Pa chasco.
A la se?ora Aguirre se la disputan sus admiradores en varias plazas. Es que todo la sale bien a la gach¨ª. La quieren pa la de los madriles, que aunque est¨¢ de capa ca¨ªda, tiene un Ayuntamiento que quita el hipo; pero tambi¨¦n para Espa?a, que tambi¨¦n est¨¢ de capa ca¨ªda, pero es que a la se?¨¢ Espe nada la viene grande. De momento, hay dos que est¨¢n moscas, la se?¨¢ Botella y el se?or Mariano, que es ver acercarse a la se?¨¢ Espe y el hombre como que empalidece. La teme m¨¢s que a un nublao. Y esto es un poco lo que yo veo a nivel PP. A nivel PSOE me har¨ªan falta m¨¢s de 320 palabras. Otro d¨ªa.
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