El esp¨ªritu del 45
Lo que est¨¢ en juego en esta crisis es el modelo social europeo, la mejor utop¨ªa factible de la humanidad
La pel¨ªcula El esp¨ªritu del 45, del director Ken Loach, solo se pasa en una sala de cine en Madrid, y el pasado jueves, en la sesi¨®n de noche, apenas ten¨ªa una decena de espectadores. En toda Espa?a solo circulan ocho copias. A pesar de ser un experimento cinematogr¨¢fico defectuoso, es una l¨¢stima que pase desapercibido, pues el documental refleja el ambiente pol¨ªtico de euforia en el que se cre¨® el Estado de bienestar en la Gran Breta?a de despu¨¦s de la II Guerra Mundial.
El laborista Clement Attlee gana arrolladoramente las elecciones al vencedor de la contienda, el conservador Winston Churchill, e inicia inmediatamente la construcci¨®n del welfare brit¨¢nico, del cual la gran joya de la Corona es el Servicio Nacional de Salud, durante unas d¨¦cadas, el ejemplo que intentaron copiar los dem¨¢s pa¨ªses europeos. Hasta los a?os ochenta, cuando la se?ora Thatcher inicia su demolici¨®n para d¨¢rselo a la iniciativa privada. Attlee se lo encarga a su ministro de Sanidad, Aneurin Beven, un personaje que hay que colocar en el frontispicio de los creadores del Estado de bienestar, junto a Beveridge, Beatrice Webb, etc¨¦tera.
En el filme de Loach, compuesto en buena parte por las entrevistas de quienes vivieron la construcci¨®n del welfare, hay dos opiniones que retumban por encima de las dem¨¢s:
¡ªLa ampliaci¨®n de lo p¨²blico se decidi¨® para evitar el paro y el sufrimiento de quienes se quedaban en el camino, como hab¨ªa sucedido tras la I Guerra Mundial. Hoy hay hogares en los que conviven dos generaciones (padres e hijos) sin puesto de trabajo. ?Nos hemos olvidado de las lecciones de las dos conflagraciones?
El Servicio Nacional de Salud brit¨¢nico fue ejemplar. Hasta que fue demediado por Thatcher
¡ªLas personas que hoy est¨¢n contribuyendo a destruir el Estado de bienestar son las que ayer se aprovecharon de ¨¦l para formarse y crecer.
Contrasta este esp¨ªritu del 45 con el de 2013, cuando desde el coraz¨®n de la rica Europa, Holanda, una de las naciones que m¨¢s se aplicaron en crear redes de protecci¨®n ciudadana (¡°fant¨¢stica infraestructura sanitaria y excelentes servicios p¨²blicos¡±, seg¨²n el Foro Econ¨®mico Mundial) abre la veda sobre el Estado de bienestar para que sea sustituido por un concepto tan vac¨ªo de contenido como la ¡°sociedad participativa¡±. La semana pasada, un Gobierno compuesto por liberales y socialdem¨®cratas (sic) propuso, por boca del rey Guillermo, ¡°la sustituci¨®n del cl¨¢sico Estado de bienestar de la segunda mitad del siglo XX por una sociedad participativa¡±.
Lo que est¨¢ en juego en esta crisis es el modelo social europeo, la mejor utop¨ªa factible de la humanidad, que es lo que ha hecho superior a Europa sobre otras partes del mundo durante casi siete d¨¦cadas. El entusiasmo ciudadano sobre el mismo aparece reiteradamente en el documental de Ken Loach (l¨¢stima, la ausencia de cualquier tipo de cr¨ªtica sobre sus defectos o anquilosamientos por el cambio de la base demogr¨¢fica de la sociedad). Como tambi¨¦n se refleja el triunfo de la ideolog¨ªa de la revoluci¨®n conservadora sobre la raz¨®n.
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