La creciente tensi¨®n entre Rusia y EE UU
El deterioro de las relaciones Mosc¨²-Washington tiene efectos globales
Aunque sigue construy¨¦ndose una compleja coreograf¨ªa diplom¨¢tica en torno a Siria, est¨¢ claro que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos son peores que nunca. Las dos partes hablan constantemente de quieren mejorarlas, pero sus intereses contrapuestos suelen impedirlo, y eso crea tanto riesgos como oportunidades para terceros, adem¨¢s de poner de relieve que vivimos en un orden internacional sin liderazgo.
Repasemos la historia reciente. En 2008, Barack Obama propuso ¡°empezar desde cero¡± en las relaciones EEUU-Rusia, en un intento de superar los conflictos a prop¨®sito de los planes estadounidenses de instalar un sistema de defensa antimisiles que Rusia aseguraba que era una amenaza contra su seguridad, la breve guerra entre Rusia y Georgia, aliado de Estados Unidos, y otras disputas que se remontaban a varios a?os atr¨¢s. Sin embargo, cuando Vladimir Putin organiz¨® su regreso a la presidencia rusa en 2012, escogi¨® el antiamericanismo radical como tema central de campa?a y eso agrav¨® la desconfianza entre Washington y Mosc¨².
En diciembre de ese mismo a?o, el presidente Obama firm¨® la llamada Ley Magnitsky, que responsabilizaba a las autoridades rusas de la muerte del abogado y activista ruso Sergei Magnitsky mientras se encontraba detenido. Putin reaccion¨® con una ley que proh¨ªbe a los estadounidenses adoptar hu¨¦rfanos rusos. En agosto de 2013, el gobierno de Putin sorprendi¨® a las autoridades norteamericanas al conceder asilo a Edward Snowden, el fugitivo estadounidense acusado de espionaje. Ahora, Estados Unidos ha acusado al gobierno sirio, un aliado clave de Rusia, de emplear armas qu¨ªmicas contra su propia poblaci¨®n. Putin dijo que las pruebas presentadas por las autoridades estadounidenses eran falsas y se ofreci¨® a mediar para lograr un pacto y evitar la guerra.
La recesi¨®n ha afectado especialmente a la econom¨ªa rusa, lo que ha alentado el discurso antiamericano
Por el momento, los da?os son limitados. Todav¨ªa es posible que Putin ayude a Obama en el dilema sirio con una soluci¨®n diplom¨¢tica que permita al presidente de Estados Unidos a evitar un humillante enfrentamiento con el Congreso y, al mismo tiempo, ayude a Siria a evitar una actuaci¨®n militar norteamericana. Y Obama no tiene ninguna intenci¨®n de ordenar el boicot de los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno que se celebrar¨¢n el a?o pr¨®ximo en Sochi en protesta por la discriminaci¨®n de gais y lesbianas en Rusia. Ambas partes est¨¢n dispuestas a cooperar cuando conviene a sus intereses.
Existen otras dos razones fundamentales por las que esta relaci¨®n va a empeorar. La primera es que, tras una docena de a?os en el poder, Putin ha perdido una parte importante de su popularidad, sobre todo en las principales ciudades. La crisis econ¨®mica mundial derivada de la crisis financiera afect¨® a la econom¨ªa rusa, dependiente de las exportaciones de energ¨ªa, m¨¢s que a cualquier otro gran mercado emergente, y, para asegurarse la reelecci¨®n con los m¨ªnimos obst¨¢culos posibles, Putin necesitaba una forma de desviar la atenci¨®n p¨²blica de los problemas rusos hacia alg¨²n factor que reforzara la autoestima nacional y agrupara a los rusos en torno a su dirigente. El incremento de declaraciones y medidas antiamericanas cumpli¨® muy bien ese objetivo y sigue garantiz¨¢ndole apoyos. De hecho, los gobiernos de uno y otro pa¨ªs son muy impopulares entre los representantes legislativos del contrario, que est¨¢n deseando aprovechar cualquier oportunidad que surja para agravar la situaci¨®n en los pr¨®ximos a?os.
En segundo lugar, si la crisis financiera de origen norteamericano caus¨® grandes da?os inmediatos en la econom¨ªa rusa, la revoluci¨®n energ¨¦tica que est¨¢ en marcha en Estados Unidos promete dejar una huella m¨¢s grave y duradera. La fractura hidr¨¢ulica --m¨¢s conocida como fracking-- y las innovaciones en los m¨¦todos de perforaci¨®n horizontal han permitido el acceso nuevas y enormes reservas energ¨¦ticas en los ¨²ltimos a?os. Como consecuencia, Estados Unidos podr¨ªa llegar a ser el mayor productor mundial de petr¨®leo en 2020 y tener autosuficiencia eerg¨¦tica para 2035. Esta bonanza productiva va a tener consecuencias positivas para la pol¨ªtica exterior, porque hace que las autoridades estadounidenses puedan pensar en exportar parte de esas nuevas reservas energ¨¦ticas con el fin de mejorar las relaciones con aliados como Jap¨®n y debilitar el poder de mercado de sus rivales exportadores. Entre otras cosas, Washington puede aliviar la dependencia europea de los recursos energ¨¦ticos rusos. Y hay otros efectos indirectos. El aumento de las reservas de Estados Unidos genera una presi¨®n a la baja en los precios del crudo que representa un quebradero de cabeza para otros exportadores de petr¨®leo. Por ejemplo, Rusia.
Para Putin, esa es una seria amenaza. Rusia obtiene m¨¢s de la mitad de sus ingresos p¨²blicos de las exportaciones de energ¨ªa, y la locura gastadora emprendida por Putin para proteger su prestigio nacional ante la crisis econ¨®mica obliga a su pa¨ªs a depender de un aumento constante de los precios mundiales. Entre 2007 y 2012, el precio del crudo necesario para que Rusia equilibre su presupuesto pas¨® de 34 d¨®lares por barril a 117 d¨®lares por barril. El alivio de la demanda energ¨¦tica en Estados Unidos y Europa ir¨¢ erosionando poco a poco las finanzas rusas y pondr¨¢ a prueba la habilidad y la resistencia del gobierno de Putin.
La autosuficiencia energ¨¦tica de Occidente facilitada por el ¡®fracking¡¯ es una amenaza para Putin
Por ¨²ltimo, el gobierno de Obama ha creado un programa de transferencia de tecnolog¨ªas de gas no convencionales a pa¨ªses amigos, con el fin de ayudarles a explotar esas nuevas reservas energ¨¦ticas. Ucrania y Polonia dependen del gas natural barato que les proporciona Rusia, pero da la impresi¨®n de que los dos poseen importantes reservas de gas de esquisto que podr¨ªan reducir esa dependencia. Ese es otro factor de posibles tensiones en una relaci¨®n que no necesita m¨¢s de los que ya tiene, pero puede ser muy positivo para varios vecinos europeos de Rusia.
Sin embargo, para la mayor parte del mundo, el empeoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia no es m¨¢s que una causa y un efecto m¨¢s del orden internacional G-0, un dilema en el que ning¨²n pa¨ªs ni alianza de pa¨ªses quiere ni puede aceptar los costes y los riesgos de ejercer el liderazgo internacional. Rusia ha vuelto a demostrar que, junto con China, tiene la capacidad de obstruir los planes de Estados Unidos mediante la presi¨®n diplom¨¢tica y el veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero, al mismo tiempo, no tiene la fuerza ni la influencia suficientes para hacer mucho m¨¢s, y China es un pa¨ªs demasiado ensimismado.
Esa es la raz¨®n de que a los problemas como el de Siria les quede todav¨ªa mucho que empeorar antes de empezar a mejorar.
Ian Bremmer es fundador y presidente de Eurasia Group, la principal empresa de investigaci¨®n y consultor¨ªa sobre riesgos pol¨ªticos en el mundo. Su ¨²ltimo libro, Every Nation for Itself: Winners and Losers in a G-Zero World, detalla los peligros y las oportunidades en un mundo sin liderazgo global.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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