N¨²?ez de Balboa y la Alianza del Pac¨ªfico

Esta semana hemos visto dos importantes sucesos que se enlazan en la historia y se proyectan hacia el futuro.

Por una parte, se han cumplido 500 a?os desde el descubrimiento del Pac¨ªfico por parte de Vasco N¨²?ez de Balboa. El suceso del 25 de septiembre de 1513 se trata de uno de esos acontecimientos, a veces casuales, otras veces buscados, que cambian la historia para siempre. Con este suceso se ampliaba el mundo, se completaban los mapas, y tambi¨¦n crec¨ªan las posibilidades de un mundo cada vez m¨¢s interconectado.

Por otra parte, en estos d¨ªas en Nueva York se han reunido los mandatarios de la Alianza del Pac¨ªfico, Sebasti¨¢n Pi?era (Chile), Ollanta Humala (Per¨²), Juan Manuel Santos (Colombia), con l¨ªderes empresariales de la regi¨®n, donde se ha destacado el acuerdo que liberaliza el comercio entre los cuatro pa¨ªses: M¨¦xico, Colombia, Per¨² y Chile, por el 92% de los bienes, y que va a llegar al 99% en un plazo de 3 a 7 a?os. Se trata de un acuerdo concreto y positivo para la regi¨®n.

Como sabemos, el nacimiento de la Alianza del Pac¨ªfico es una de las principales novedades en la pol¨ªtica internacional de los ¨²ltimos a?os. Se trata de una asociaci¨®n de cuatro naciones que creen en la democracia pol¨ªtica y en la econom¨ªa libre como instrumentos fundamentales para el desarrollo de sus respectivos pueblos, sobre la base de constituir un espacio amplio de libre circulaci¨®n de personas, capitales y bienes. Y todo esto sin las ataduras de estructuras e instituciones que limitan y hacen gravosas estas uniones.

Rajoy ha expresado el inter¨¦s de Espa?a por integrarse m¨¢s en el proyecto del Pac¨ªfico

La idea ha sido bien acogida por la comunidad internacional y ya son numerosas las naciones de los distintos continentes que se han incorporado como observadores a la Alianza del Pac¨ªfico. No se trata, como es posible comprender, de simples intereses formales, sino que responden a una convicci¨®n m¨¢s profunda, en el sentido de que esta asociaci¨®n representa de manera adecuada la proyecci¨®n del continente americano hacia el siglo XXI.

Si hace muchos siglos el Mediterr¨¢neo se convirti¨® en el coraz¨®n del comercio y la cultura; si tiempo despu¨¦s ese mismo papel lo asumi¨® en alguna medida el oc¨¦ano Atl¨¢ntico, es posible pensar que en los pr¨®ximos siglos ser¨¢ el oc¨¦ano Pac¨ªfico el mar del futuro, y eso ha estado en la g¨¦nesis de la Alianza y de los pa¨ªses que se han incorporado como observadores. Sin ir m¨¢s lejos, en la reuni¨®n que sostuvieron en Nueva York el presidente Mariano Rajoy y el presidente Pi?era, acordaron profundizar la Alianza Estrat¨¦gica firmada por ambos en enero pasado. Adicionalmente, el gobernante espa?ol solicit¨® a su par chileno que Espa?a se incorpore como ¡°observador plus¡± en la Alianza del Pac¨ªfico, as¨ª como integrarse al Consejo Empresarial del bloque.

Esto responde a la necesidad de que Espa?a y los pa¨ªses americanos act¨²en de manera conjunta pensando en el futuro y en el bienestar de sus pueblos. Como hace exactamente cinco siglos los hombres de la Pen¨ªnsula tuvieron esa capacidad y decisi¨®n de mirar al oeste y encontrar all¨¢ un mar de posibilidades, estoy convencido de que los pr¨®ximos siglos demostrar¨¢n que la proyecci¨®n de ese descubrimiento tiene todav¨ªa un gran futuro. Y que solo depende de la decisi¨®n de nuestros gobiernos y nuestros pueblos integrarnos como corresponde a un ideario iberoamericano a¨²n pendiente.

Sergio Romero Pizarro es embajador de Chile en Espa?a.