Berlusconi juega el as de corazones marcado

Se nos casa. Silvio Berlusconi, que cumplir¨¢ ma?ana 77 a?os con m¨¢s pelo que cuando entr¨® en pol¨ªtica hace dos d¨¦cadas, ha decidido por fin sentar la cabeza. La afortunada es Francesca Pascale, una joven de N¨¢poles solo medio siglo m¨¢s joven que ¨¦l, su novia oficial desde que, en 2010, su segunda esposa y madre de tres de sus cinco hijos, Veronica Lario, pidiera el divorcio tras declarar a los cuatro vientos: ¡°Silvio est¨¢ enfermo. No puedo estar con un hombre que frecuenta a menores de edad¡±. ?Se refer¨ªa Lario, actriz secundaria en telefilmes como La viuda y el polic¨ªa o El magn¨ªfico cornudo, a Pascale? No necesariamente.

Hay que tener en cuenta que el jovenc¨ªsimo har¨¦n a sueldo del tres veces primer ministro italiano lleg¨® a tener en cartera 130 muchachas, algunas de ellas alojadas y mantenidas en Via Olgettina, 65, un edificio situado en Milano 2, el barrio construido por Berlusconi en los a?os setenta y que constituy¨® el pelotazo que fund¨® un imperio. La pupila m¨¢s famosa de las noches locas de la mansi¨®n de Arcore result¨® ser Karima el Mahrough, de nombre art¨ªstico Ruby Corazones. No solo por su f¨ªsico de infarto ¡ªah¨ª est¨¢ Nicole Minetti, una azafata televisiva a quien Berlusconi convirti¨® en consejera de Lombard¨ªa y alcahueta de lujo¡ª o por su donaire natural ¡ªla dominicana Marysthelle Polanca se disfrazaba como nadie de Obama y de Ronaldinho, y aun de monja lasciva¡ª, sino por lo que sucedi¨® la ya famosa noche del 27 al 28 de mayo de 2010.

¡°Con Berlusconi en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte nos separe¡±, ha escrito en las redes sociales Francesca

El entonces primer ministro telefone¨® desde Par¨ªs a la comisar¨ªa central de Mil¨¢n para que pusieran en libertad a Ruby, que hab¨ªa sido detenida por birlarle cuatro chucher¨ªas a una joven meretriz con la que compart¨ªa piso. Berlusconi aleg¨® que era la sobrina del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak ¡ªen realidad era marroqu¨ª¡ª y que su detenci¨®n podr¨ªa originar un conflicto diplom¨¢tico. Seg¨²n la justicia italiana, que el pasado mes de junio conden¨® al pol¨ªtico y magnate por prostituci¨®n de menores y abuso de poder, la verdadera raz¨®n de la llamada era evitar que saliera a la luz ¡°el sistema de prostituci¨®n organizado en la mansi¨®n de Arcore para la satisfacci¨®n del placer sexual de Berlusconi¡±. Y, sobre todo, impedir a toda costa que trascendiera que en aquellas fiestas con final feliz participaba una ¡ªal menos una¡ª menor de edad.

?Y qu¨¦ tienen que ver estos trapos sucios con la buena nueva del casamiento ¡ªa la tercera va la vencida¡ª de Berlusconi? Pues, para empezar, que est¨¢ cient¨ªficamente demostrado que Il Cavaliere no da puntada sin hilo. Todas las acciones de su vida privada que trascienden ¡ªal margen, claro est¨¢, de los pinchazos telef¨®nicos ordenados por ¡°esos jueces comunistas y esas juezas feministas¡± que, seg¨²n dice, la tienen tomada con ¨¦l¡ª persiguen un fin. Su fino olfato pol¨ªtico, unido a su gran conocimiento del car¨¢cter de los italianos y a un equipo de asesores que toman el pulso y la temperatura constantemente al ¨¢nimo del personal, le est¨¢n aconsejando ahora ¡ªtal vez el momento m¨¢s dif¨ªcil de su larga carrera pol¨ªtica y judicial¡ª que env¨ªe el mensaje de hombre hogare?o, enamorado y hasta rezador ¡ª¡°?aquel trueno!, vestido de nazareno¡±, que dir¨ªa Antonio Machado¡ª. Un mensaje que, casualidades tiene la vida, ya envi¨® en enero de 2011 y a mediados del pasado mes de diciembre.

La primera vez coincidi¨® precisamente con el esc¨¢ndalo de Ruby. Sin dar su nombre, ¡°para no exponerla medi¨¢ticamente¡±, Berlusconi anunci¨® que los desenfrenos nocturnos que se le atribu¨ªan eran falsos por cuanto, desde que se separ¨®, ten¨ªa una novia que le acompa?aba en las fiestas. Ah¨ª qued¨® la cosa para quien quisiera creerle, esto es, millones de italianos que, llueva o truene, siguen apoy¨¢ndolo elecci¨®n tras elecci¨®n.

La segunda vez que el clan Berlusconi puso en juego la carta marcada del as de corazones fue a finales de 2012. La noticia de que Silvio Berlusconi y Francesca Natale eran novios se hizo p¨²blica coincidiendo con su regreso a la pol¨ªtica, provocado a su vez por la condena ¡ªtodav¨ªa en segunda instancia¡ª en el caso Mediaset. Aquel varapalo judicial ¡ªcuatro a?os de c¨¢rcel y entre tres y cinco de inhabilitaci¨®n¡ª le hizo salir de su retiro fingido, cargarse el Gobierno t¨¦cnico de Mario Monti ¡ªal que hab¨ªa sostenido de mala gana durante el a?o anterior¡ª y anunciar su regreso a los ruedos. Una situaci¨®n objetivamente tan adversa ten¨ªa que ser contrarrestada, y Berlusconi se dej¨® fotografiar en una pizzer¨ªa junto a su hija Marina ¡ªla mayor de los cinco hijos, heredera de su imperio empresarial y tal vez tambi¨¦n del pol¨ªtico¡ª; la dirigente de su partido Daniela Santanch¨¨, jefa del n¨²cleo duro del Pueblo de la Libertad (PDL), y su amada Francesca. No se trataba de una reuni¨®n de la asociaci¨®n de amigos de la cirug¨ªa est¨¦tica, sino ¡ªcomo ahora¡ª de la puesta en escena de una operaci¨®n medi¨¢tica.

Si el anuncio de noviazgo precedi¨® al deceso del Gobierno de Monti, el anuncio de boda ¡ªcontado por la joven Francesca, de 27 a?os, en la edici¨®n italiana del Vanity Fair¡ª coincide con los estertores del Gobierno de Enrico Letta. No hay que olvidar que Berlusconi apoy¨® un Gobierno de coalici¨®n entre el centro-izquierda del Partido Democr¨¢tico (PD) y el centro-derecha que ¨¦l lidera a cambio de que se resolvieran sus problemas judiciales. En traducci¨®n libre, pero muy ajustada a la realidad de los hechos: ¡°Yo apoyo al Gobierno que necesita Italia a cambio de un salvoconducto que me evite la c¨¢rcel o el exilio¡±. Pero el salvoconducto no solo no ha llegado, sino que, desde que Letta lleg¨® al poder, Berlusconi ha sido condenado en sentencia firme dos veces, por fraude fiscal en el caso Mediaset ¡ªcuatro a?os de c¨¢rcel, de los que tendr¨¢ que descontar uno en arresto domiciliario o en servicios sociales¡ª y en el caso Mondadori, por adjudicarse la editorial sobornando a un juez ¡ªtendr¨¢ que pagar 541 millones de euros al empresario Carlo De Benedetti, que perdi¨® el juicio ama?ado¡ª. Para completar el cuadro, el Senado debate estos d¨ªas su expulsi¨®n en virtud de una ley contra la corrupci¨®n que apoy¨® el Gobierno t¨¦cnico.

As¨ª que Berlusconi ha tocado a rebato y las mujeres de la casa han acudido a defenderlo. Mientras, en Mil¨¢n o Bari, fiscales y jueces siguen analizando hasta qu¨¦ punto los vicios secretos de Berlusconi pusieron en peligro su gesti¨®n como primer ministro, sus hijas Marina ¡ªde su primer matrimonio¡ª y Barbara ¡ªde su segundo¡ª han salido p¨²blicamente a defenderlo, al tiempo que Francesca Pascale ha cumplido su sue?o de una entrevista en primera p¨¢gina de revista junto a un novio tan estirado y maquillado que parece embalsamado. La joven, nacida en un barrio de N¨¢poles, licenciada en Ciencias Pol¨ªticas y durante un tiempo concejal del PDL, siempre se sinti¨® atra¨ªda por los focos. Alcanz¨® el estrellato local haciendo de bailarina en Telecafone (Telecateto). Sal¨ªa en biquini junto a otras tres muchachas cantando un tema que no se llamaba a enga?o: ¡°Si te bajas las bragas, sube la audiencia¡±. Pecados de juventud, admite ahora. Luego emprendi¨® el viaje m¨¢s rentable de su vida. ¡°Cuando se me puso en la cabeza llegar hasta Berlusconi era todav¨ªa menor de edad, ?sabe?¡±, dice picarona, consciente y feliz de ser, entre todas las chicas de Arcore, la que se ha llevado el gato al agua.

Un gato, por cierto, con el agua al cuello. Pero eso no parece importarle a Francesca. ¡°Con Berlusconi en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte nos separe¡±, ha dejado escrito en las redes sociales, que se han desternillado advirtiendo que lo de la pobreza es relativo. Veronica Lario, la segunda exesposa, cobra al mes tres millones de euros ¡ª100.000 euros al d¨ªa¡ª para sobrellevar el luto de haberse casado con Berlusconi. A pesar del medio siglo de distancia y del car¨¢cter espiritoso de ambos, tanto en la entrevista de Francesca como en otra que ha concedido ahora Alfredo Pezzotti, mayordomo de Il Cavaliere durante los ¨²ltimos 25 a?os, se incide hasta la saciedad en la normalidad de la pareja. ¡°Desayunan juntos en la cama¡±, dice Pezzotti, el indiscreto a sueldo, ¡°¨¦l, biscotes y t¨¦, y ella, zumo de naranja. Juegan y se r¨ªen con Dud¨². El presidente lo trata como a un hijo, le deja incluso que se siente en los sillones. Y es que es tanto o m¨¢s limpio que un humano¡­¡±. Dud¨², ya lo saben todos los italianos, es el caniche blanco de Berlusconi.