Iguales s¨ª, ?juntos tambi¨¦n?
Padres y profesores debaten si los mellizos y trillizos deben estar juntos en la misma clase
Durante a?os, el principal reto de la escuela inclusiva ha sido c¨®mo tratar la diferencia. C¨®mo apoyar a los ni?os con dificultades, c¨®mo incorporar a los reci¨¦n llegados desde otros pa¨ªses y culturas o c¨®mo educar de forma diferenciada a quienes tienen capacidades elevadas y se aburren en clase. Hay un caso, sin embargo, en el que no se plantea c¨®mo manejar la diferencia, sino la igualdad: el del trato a los mellizos y trillizos, un fen¨®meno que ha aumentado mucho en las ¨²ltimas d¨¦cadas por el retraso en la maternidad y el creciente recurso a la fecundaci¨®n asistida.
Durante a?os era normal que en los casos de fecundaci¨®n in vitro se implantaran tres o m¨¢s embriones para asegurar que alguno de ellos prosperara. Aunque luego se limit¨® el n¨²mero, el 30% de los tratamientos da lugar a un embarazo m¨²ltiple, de modo que es m¨¢s frecuente que antes ver por la calle cochecitos de dos y hasta tres plazas. De los 463.000 nacimientos que se produjeron en Espa?a en 2011, 9.797 fueron en parto m¨²ltiple. Y la tasa ha pasado en 10 a?os del 1,59% al 3,12% de todos los nacimientos.
A los padres se les plantea pronto el primer dilema: ?deben vestirlos igual? ?Tienen que tratarlos de forma id¨¦ntica en todo? Cada familia resuelve esta disyuntiva, que es f¨¢cil, seg¨²n sus preferencias. El segundo dilema se plantea cuando van a la escuela y es m¨¢s peliagudo: ?deben permanecer juntos o ir a clases distintas? Hasta ahora prevalec¨ªa el criterio de que era mejor separarlos para que cada ni?o pudiera desarrollar su propia personalidad. Pero una madre, Meritxell Palou, ha desafiado esa teor¨ªa y ya tiene la adhesi¨®n de otros 3.300 padres: quiere que sigan juntos.
El debate est¨¢ abierto y parece enrevesado porque cada opci¨®n tiene tantos pros como contras. Si van juntos a clase, no son tratados en su individualidad, sino como un todo: son ¡°los gemelos¡±, y eso les resta opciones individuales. Pero si les separan, muchos mellizos se sienten partidos.
En una sociedad tan individualista y competitiva, educar para la independencia puede parecer lo m¨¢s id¨®neo. Pero, ?lo es desde el punto de vista emocional? Los sentimientos, los v¨ªnculos, ?no cuentan? En ausencia de una receta un¨ªvoca, a los padres angustiados tal vez les alivie saber que, hagan lo que hagan, estar¨¢ mal. O bien. Depende.
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