Riesgo s¨ªsmico

Trat¨¢ndose de se¨ªsmos, toda precauci¨®n est¨¢ justificada. A la espera de que los estudios t¨¦cnicos lo corroboren, parece claro que hay una relaci¨®n directa entre la inyecci¨®n de gas a presi¨®n en el antiguo yacimiento de petr¨®leo situado frente al Delta del Ebro, y la actividad s¨ªsmica desencadenada en los ¨²ltimos d¨ªas y que ha despertado una muy l¨®gica preocupaci¨®n tanto en las autoridades locales como en la poblaci¨®n. El principio de prudencia no solo exige la paralizaci¨®n de las operaciones de inyecci¨®n, como ha hecho el Ministerio de Industria, sino realizar los estudios geol¨®gicos necesarios para determinar con exactitud si son la causa de los m¨¢s de 300 terremotos registrados y calibrar los riesgos que pudiera comportar la reanudaci¨®n de la actividad. M¨¢xime cuando el episodio ha puesto en evidencia que los estudios requeridos para la apertura del dep¨®sito de gas no fueron todo lo rigurosos que una instalaci¨®n de esta naturaleza requiere.

Ahora se ha sabido que el informe de impacto ambiental aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente en 2009 no inclu¨ªa par¨¢metros de impacto s¨ªsmico, pese a que as¨ª lo hab¨ªan solicitado, entre otros, la Generalitat de Catalu?a y el Observatorio del Ebro. La naturaleza de la actividad lo aconsejaba: se trata de inyectar gas a fuerte presi¨®n en el antiguo yacimiento de Amposta, situado a 1.750 metros de profundidad, cuya estructura rocosa presumiblemente se hab¨ªa contra¨ªdo tras la extracci¨®n y pod¨ªa experimentar roturas al introducir el gas.

La fractura de las rocas es la causa m¨¢s probable de los temblores que se han producido en los ¨²ltimos d¨ªas. La mayor¨ªa son de baja intensidad, pero el hecho de que uno haya alcanzado los 4,2 grados en la escala de Richter, algo muy excepcional en esa zona, indica que el riesgo no es despreciable. Hay que tener en cuenta que a partir de 4,5 los edificios pueden resultar afectados. La existencia de una falla s¨ªsmica muy cerca del dep¨®sito y otras en las proximidades plantea la inquietante posibilidad de que los movimientos del subsuelo pudieran llegar a alterar, por un efecto espejo, la situaci¨®n de las placas y producir temblores de mayor intensidad, acompa?ados de un efecto tsunami.

La gesti¨®n del episodio por parte de la empresa ha sido muy deficiente. Sus portavoces han dado a entender que contaban con estudios s¨ªsmicos, pero no los han mostrado, aunque la compa?¨ªa parec¨ªa ser consciente del problema, porque instal¨® un sistema de monitorizaci¨®n s¨ªsmica. Con ser muy importante el poder disponer de dep¨®sitos de gas que garanticen el suministro en caso de emergencia o desabastecimiento, su actividad debe estar siempre supeditada a la seguridad de la poblaci¨®n. Desde este punto de vista, el Gobierno tiene ahora dos importantes deberes: aclarar si la autorizaci¨®n del dep¨®sito se hizo con el rigor exigible y realizar los estudios necesarios para determinar si se puede o no reanudar la actividad con garant¨ªas de seguridad.