A lo suyo

Cada cual tiene sus pesadillas recurrentes. Una que con frecuencia asalta mis sue?os es la de encontrarme en un examen, pero no de vuelta a la ni?ez, sino en este presente, a mis a?os: estoy sentada en un pupitre ante un papel en blanco y no s¨¦ nada. Nada de nada. En ese momento siento una indefensi¨®n infantil y una verg¨¹enza adulta. De ni?o sue?as con acabar la escuela, pero nadie te previene de que la vida laboral es un examen continuo. NADA m¨¢s l¨®gico que la ansiedad diaria se traduzca en el sue?o como una prueba para la que no est¨¢s preparado.

No s¨¦ c¨®mo habr¨¢n elegido a los adultos que ha examinado la OCDE para determinar el nivel de preparaci¨®n de la poblaci¨®n espa?ola de 15 a 65 a?os. Para algunos los resultados son desastrosos; para otros, nada sorprendentes, ya que definen el pa¨ªs que tenemos. A m¨ª me ha hecho gracia (si es que algo de este asunto tiene gracia) que los j¨®venes est¨¢n a menor distancia de los j¨®venes europeos que lo est¨¢n los maduritos. Por mirarlo desde un punto de vista positivo, hubiera sido peor al contrario.

Lo que desconsuela de este suspenso o aprobado por los pelos con que se ha calificado a una muestra de la poblaci¨®n espa?ola que en teor¨ªa define al conjunto del pa¨ªs es la reacci¨®n cutre, y al mismo tiempo previsible, de los dos grandes partidos. Por un lado, el PP, como suele, carga todas las razones del desastre actual sobre los hombros de los socialistas y arremete contra la LOGSE. Como si la LOGSE los librara a ellos, de momento, de aquello en lo que est¨¢ consistiendo su contradictorio modelo educativo: una b¨²squeda de la c¨¦lebre excelencia esquilmando los recursos a la escuela p¨²blica. Y por otro lado, el PSOE, que para defender la que fuera su ley de educaci¨®n a¨²n apela a un pasado m¨¢s lejano: a Franco, nada m¨¢s y nada menos.

Ellos a lo suyo, siempre a lo suyo.