Catalu?a

Escuchamos estos d¨ªas c¨®mo se discute acerca de la viabilidad econ¨®mica de una Catalu?a independiente, as¨ª como de su posible pertenencia o no a la UE. Creo que debatir si una de las regiones m¨¢s din¨¢micas e industriosas de Espa?a podr¨ªa caminar sola o no est¨¢ fuera de lugar por evidente.

Lo que tendr¨ªamos que plantearnos muy seriamente es si Espa?a ser¨ªa viable sin Catalu?a y es una pregunta a la que, creo, en Madrid conocen la respuesta. Sin embargo, la cerrilidad de las ¨¦lites gobernantes madrile?as hace imposible cualquier acuerdo y su ¨²nica respuesta es el del ninguneo y amenazas continuadas. Un camino peligroso el de la negaci¨®n de los problemas, porque al final llegan. En ¨²ltimo t¨¦rmino, una escisi¨®n de Catalu?a sin extensas negociaciones amistosas previas podr¨ªa conducir a que Catalu?a renuncie a hacerse cargo de su parte proporcional de la deuda de Espa?a. Si el nuevo estado catal¨¢n no tiene las obligaciones y derechos del Estado original, entonces no entrar¨ªa en la UE, pero tampoco ser¨ªa responsable de parte de la deuda espa?ola.

Incluso la mediocre clase pol¨ªtica espa?ola ver¨¢ en un momento dado que hay que sentarse a negociar, ya sea para hablar de una federaci¨®n, confederaci¨®n o la independencia y si no lo hacen ellos se lo har¨¢ ver la UE y Alemania.¡ª Mario Ezquerra Trabalon.