El d¨ªa anti-MacDonalds
Esta entrada ha sido escrita por Lidia Garc¨ªa Garc¨ªa (@liligargar), Oficial de Operaciones Estrat¨¦gicas de FAO-El Salvador y es la segunda relativa al monogr¨¢fico sobre Hambre y Alimentaci¨®n que realizamos este a?o con motivo de la celebraci¨®n del D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n.
¡°A la ni?a ya le hicieron un examen de sangre y hoy ha salido con buen nivel de nutrientes. Hoy no nos va a rega?ar la doctora¡±. Itzel es una ni?a de 18 meses a la que le diagnosticaron anemia y, probablemente, padec¨ªa cierto grado de desnutrici¨®n. Pedro y Claudia, sus pap¨¢s, nos lo cuentan en un municipio de Moraz¨¢n, en El Salvador, donde en muchos lugares la desnutrici¨®n cr¨®nica llega casi al 50%.
En el mundo, uno de cada cuatro ni?os y ni?as menores de cinco a?os padece retraso en el crecimiento. Esto significa que 165 millones de ni?os y ni?as est¨¢n tan malnutridos que nunca alcanzar¨¢n todo su pontencial f¨ªsico y cognitivo, seg¨²n la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO). Anemia, desnutrici¨®n, subnutrici¨®n, malnutrici¨®n. En definitiva, hambre.
La familia Morales lleva poco m¨¢s de un a?o cultivando su propio huerto en casa. En apenas 437 metros cuadrados (una tarea, en buen salvadore?o), que les presta un vecino. En este terreno prestado, cultivan unas 26 especies diferentes de verduras y hortalizas, como hojas verdes (chipil¨ªn, mora, espinaca), ocra, frijol, cardo suizo, ar¨²gula o r¨²cula, legumbres, y pronto tambi¨¦n papaya y guineo. Adem¨¢s, han comenzado a purificar el agua que toman utilizando un filtro y cuentan con una cocina mejorada. Ya no les molesta m¨¢s el humo en la casa y ahorran le?a que recog¨ªan del bosque. Esto les previene de posibles enfermedades respiratorias, cuidan mejor su entorno y los recursos naturales de la comunidad, adem¨¢s de que ahorran tiempo en ir a buscar le?a.
Claudia y Pedro Morales son una Familia Demostradora del Plan de Agricultura Familiar (PAF), es decir, un ejemplo para la comunidad y ense?an a sus vecinos c¨®mo cultivar sus propios productos para ahorrar dinero y tener mayor disponibilidad de una dieta m¨¢s rica en vitaminas y nutrientes. Ahora ¨¦l es miembro de la Asociaci¨®n de Desarrollo Comunal y siente que le han tomado cari?o a pesar de no ser originario de la zona. ?l viene de la ciudad, San Martin, una poblaci¨®n cercana a la capital y una de las m¨¢s peligrosas del pa¨ªs. Trabaj¨® en una de las f¨¢bricas m¨¢s importantes de comida chatarra y lo echaron por pertenecer al sindicato. Cuando mont¨® su propio negocio, los pandilleros de la zona le renteaban, cobr¨¢ndole dos d¨®lares cada s¨¢bado ¨²nicamente por estar all¨ª.
As¨ª fue como lleg¨® hasta Moraz¨¢n, busc¨¢ndose la vida, ¡°rebusc¨¢ndose¡±. Al borde del camino conoci¨® a Claudia. Ella es lenca, una poblaci¨®n ind¨ªgena de la zona. Pedro se decidi¨®, con algo de miedo, a quedarse, vivir otra vida, ser campesino. Nunca hab¨ªa cogido una cuma en su vida. Confiesa que le cost¨® un poco adaptarse al clima, al trabajo, a la pobreza, pero que ha aprendido muchas cosas: ¡°ser campesino ha sido una de las cosas m¨¢s maravillosas que me ha pasado¡±.
La semana pasada se preguntaban en este espacio si se pasa hambre en Espa?a. Hay muchos tipos de hambre. Incluso hay personas que no lo consideran hambre, por verg¨¹enza, por creer que es algo pasajero o por otra raz¨®n. Los nuevos hambrientos, dependientes de la solidaridad, de los todav¨ªa pocos derechos que se conservan en la madre patria, como las pensiones. Quiz¨¢ sea una forma de recuperar este valor que se hab¨ªa desvalorado tanto en los ¨²ltimos a?os: la solidaridad.
Pedro est¨¢ orgulloso de que su hija ya est¨¢ sana. La mejora de la calidad y cantidad de lo que comen ha ayudado no solo a su hija, sino a toda la familia. ?l nos cuenta que ha perdido 100 libras, m¨¢s de 45 kilos, desde que est¨¢ comiendo lo que cultiva en su huerto ecol¨®gicamente. Antes su dieta se basaba en comida chatarra.
Hoy, 16 de octubre, donde la historia de Pedro, Claudia e Itzel se distingue como un ejemplo de mejora y superaci¨®n, se celebra el D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n (DMA), cuyo lema es Sistemas alimentarios para la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n. Tambi¨¦n se conoce como el D¨ªa Anti-McDonalds seg¨²n algunos movimientos sociales.
Los mensajes claves del DMA de este a?o nos se?alan que una buena nutrici¨®n depende de dietas saludables; que las dietas saludables exigen sistemas alimentarios saludables, adem¨¢s de educaci¨®n, sanidad, saneamiento, entre otros factores; y que los sistemas alimentarios saludables solo son posibles con las pol¨ªticas, los incentivos y la gobernanza apropiados.
En El Salvador, una de las pol¨ªticas p¨²blicas m¨¢s importantes es el Plan de Agricultura Familiar que tiene como objetivo reducir los niveles de la pobreza rural y mejorar la Seguridad Alimentaria Nutricional de las familias. Itzel, Claudia, Pedro y 325,000 familias de peque?os productores y productoras son y ser¨¢n parte de este programa para contribuir a erradicar el hambre en el pa¨ªs.
En Espa?a no se est¨¢n desarrollando pol¨ªticas de este tipo. Es la sociedad la que est¨¢ promoviendo otra forma de vivir y potenciar los sistemas alimentarios sostenibles como las numerosas iniciativas de huertos urbanos ecol¨®gicos, la recuperaci¨®n de aldeas y pueblos por j¨®venes, bajo un enfoque integral y de autoconsumo e, incluso, una escuela de okonom¨ªa.
?Ser¨¢ necesario, en alg¨²n momento, la cooperaci¨®n Sur-Norte? ?Ser¨¢ que Espa?a, alg¨²n d¨ªa, pedir¨¢ apoyo a El Salvador para compartir sus experiencias que mejoren nuestra decreciente seguridad alimentaria? ?Ser¨¢¡?
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