Companys

Pues no. El Parlamento espa?ol no perd¨ªa nada por guardar un minuto de silencio en homenaje a Lluis Companys, el presidente de la Generalitat catalana asesinado hace 73 a?os por orden de Francisco Franco. M¨¢s bien ganaba. Alfred Bosch lo pidi¨® desde la tribuna. Y alg¨²n tipo de dudosa bonhom¨ªa salud¨® su petici¨®n con un sonoro ¡°viva Espa?a¡±, desde las bancadas del Partido Popular. En realidad, se trataba de un ¡°viva Franco¡±, que el sujeto en cuesti¨®n, que no ha sido identificado, no se atrevi¨® a articular en su intenci¨®n precisa. Porque a Companys le asesin¨® Franco, no le asesin¨® Espa?a, como pretenden contarnos muchos militantes de Esquerra Republicana para engordar el manual hist¨®rico de agravios que nos ampl¨ªan d¨ªa tras d¨ªa desde cualquier tribuna. Ahora, desde Argentina. Tambi¨¦n desde Argentina. Una denuncia contra el Estado espa?ol por lo de Companys. La intenci¨®n no es nueva. Ya hubo alguna reclamaci¨®n para que un Gobierno democr¨¢tico pidiera perd¨®n por el bombardeo de Guernica, por ejemplo. Cuando los aviones italianos y alemanes arrasaron la ciudad en abril de 1937, el Gobierno leg¨ªtimo espa?ol era republicano. Y el presidente del pa¨ªs se llamaba Manuel Aza?a. Aza?a, que muri¨® acosado por los mismos canallas que acabaron trayendo a Companys y Zugazagoitia a Espa?a, era el m¨¢ximo representante leg¨ªtimo del Estado espa?ol. Los aviones los mand¨® Franco y los financi¨® Francesc Camb¨®. ?Por qu¨¦ no una denuncia contra Camb¨® y su fiel Juan Ventosa? Ambos, dirigentes de la Lliga Regionalista. Los dos, colaboradores necesarios de Franco cuando el bombardeo de Guernica y el fusilamiento de Companys. Yo s¨ª creo que hay que contar toda la verdad. Toda. Es muy recomendable leer el libro de Esther Tusquets Hab¨ªamos ganado la guerra en el que cont¨®, poco antes de morir, una parte de esa verdad.

?Para entender Catalu?a. Para entender el asesinato de Companys.