?Qui¨¦n es el pobre?
Esta entrada ha sido escrita por Montse Santolino.
Se?oras y se?ores, el otro es Miquel Fuster. En su DNI pone superviviente. Quince a?os viviendo en la calle: ¡°La Fundaci¨® Arrels me recogi¨® pesando 42 quilos. El alcohol ya me ha ense?ado todo lo que me ten¨ªa que ense?ar¡±.
Estamos rodando. Treinta profesionales pendientes de ¨¦l, focos gigantones sobre su cabeza que no lo deslumbraban gracias a la gorra, y m¨¢s de 20 de tomas: ¡°la experiencia ha sido un poco durilla, me habr¨ªa gustado haberlo hecho mejor, no haber tenido que repetir tanto¡±.
Esfuerzo tit¨¢nico aprenderse el texto que tiene escrito en una hojita, pero no solo: habla endemoniadamente r¨¢pido, y ten¨ªa que ponerse el freno, con una de las mejores c¨¢maras del mundo mundial, a un palmo de la cara. Nada de corta y pega. Plano secuencia.
Un spot es una especie de apuesta de doble o nada. Un saquito de pocos segundos, con miles de millones de expectativas detr¨¢s. ?A estas alturas, se puede hablar distinto de la pobreza? EAPN y Quepo lo intentan. Primero, contando con el gran Homar. Con su complicidad. No niegan la celebridad, juegan con ella: a cederla, a desplazarla hacia las v¨ªctimas.
A devolverles el protagonismo.
Antes de que los ¡°famosos con causa¡± se convirtieran en una plaga, Susan Sontag dec¨ªa que un retrato que se niega a nombrar al sujeto se convierte en c¨®mplice del culto a la celebridad, esa forma tan perversa de nombrar solo a unos, ¡°y degradar a los dem¨¢s a las instancias representativas de su ocupaci¨®n, de su etnicidad, de su apremio¡±. ?Y no es cierto que los pobres ¡°se nos ocurren¡± siempre apremiados por su necesidad? De alimento, de cobijo, de droga...
?Qui¨¦n tiene el derecho a ser visible? ?Qui¨¦n es invisible? ?A qui¨¦n le queremos ver siempre la cara, y a qui¨¦n evitamos mirar?
Hace poco Goleman, el sabiondo de la inteligencia emocional, dec¨ªa en el New York Times que los psic¨®logos sociales de Berkeley y ?msterdan hab¨ªan descubierto que cuanto m¨¢s ricos y poderosos, menos emp¨¢ticos y compasivos. Que la correlaci¨®n entre poder social y d¨¦ficit de atenci¨®n es alta y que la espiral se dispara y retroalimenta: falta de empat¨ªa-prejuicios-menos empat¨ªa a¨²n. Ya ves.
Miquel apunta, bestialmente l¨²cido: ¡°solo nos preocupa lo que nos puede concernir. Cada vez hay m¨¢s gente en la calle, y m¨¢s joven. La gente le est¨¢ viendo las orejas al lobo, por los desahucios. Ya no ven igual a un t¨ªo en la calle con un cart¨®n, piensan que pueden ser el siguiente. Mirar¨¢n a los indigentes con m¨¢s consideraci¨®n, sin tanto desprecio¡±.
#17O, otro D¨ªa Internacional contra la Pobreza y esta semana en Barcelona dos se?ores banqueros que se autoindemnizaron con 17 millones de euros, despu¨¦s de colocar 470 millones en preferentes, se niegan a contestar preguntas en el Parlament de Catalunya. Que ellos no sab¨ªan que estaba mal lo que hac¨ªan. Y van 159.00 millones de euros a la banca. Y esta semana tambi¨¦n quisieron desahuciar a los desahuciados realojados por la PAH en Salt. Que eso s¨ª saben que no se hace.
Impunidad, desverg¨¹enza. Miquel no se cree nada. ¡°El dinero que sacan las instituciones y los gobiernos se lo reparten, o se lo gastan en lo que les da gana. No va a cambiar nada porque nos hemos acostumbrado a la corrupci¨®n, a que las cosas que no funcionen. Pero si no hay justicia, viva la caridad¡±.
?Viva la caridad? A Sonia Ros, la directora del spot, se la llevan los demonios. Miquel, con c¨¢mara delante, o sin ella, nos pide que actuemos contra la pobreza. ¡°Hay que ayudar de manera directa, de primera mano, o indirecta¡±. Me temo que demasiadas veces le dijeron que no le ayudaban porque se lo gastar¨ªa en vino: ¡°Darle a un indigente para vino, es como darle medicina a un enfermo. Uno se lo gasta en lo que m¨¢s falta le hace¡±.
Sonia quiere que el spot sirva. Que contribuya a enfrentar prejuicios, superar la caridad y construir justicia. Y sirve. En muchos sures hemos aprendido que si hay alg¨²n camino, es por aqu¨ª. No quedarse en ser la voz de los sin voz. Nada de suplantarlos. Acompa?arles mientras recuperan la voz. Confiar en que lo har¨¢n. Aprender con ellos. Y despu¨¦s ponerles un micro delante. Porque los informes de muchas ONG hablar¨¢n de injusticia, pero la voz de Miquel, su timbre y su cadencia, convierten esa palabra en una sensaci¨®n viscosa que dan ganas de arrancarse de la piel.
Miquel mira a c¨¢mara y nos mira a nosotros. Face to face. Miquel nos habla, y ahora, por fin, lo vemos y lo escuchamos. Y ha sido posible porque mucha gente antes ha lavado pies, pagado cuotas, servido comidas o le¨ªdo y estudiado sobre la pobreza. O ha decidido hacer un anuncio, o montar una productora de comunicaci¨®n para el cambio social. Hay muchos caminos para actuar contra la pobreza. Act¨²a. A besos, a escraches o a ILPs.
#SayonaraSareb #sisepuede
(*) Todo lo que aparece en cursiva es parte de la entrevista que le hice a Miquel al final del rodaje al cual, Quepo, tuvo la cortes¨ªa de invitarme.
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.