Series sin complejos
Cosechan audiencias millonarias. Acaparan a la mayor¨ªa de actores y profesionales del sector audiovisual espa?ol Ante el ¡®boom¡¯ de las ficciones estadounidenses, las producciones nacionales juegan con ventaja: el espectador prefiere verse reflejado en ellas. Reunimos a un plantel de lujo de ayer y de hoy
?Qui¨¦n no ha hecho de los silbidos de Verano azul su melod¨ªa sobre una bicicleta? ?A qui¨¦n no se le ha parado el tiempo ante el televisor con un cap¨ªtulo mil veces visto de su serie favorita, o incluso ha vuelto a re¨ªr o a llorar? ?Cu¨¢ndo ¡°un poquito de por favor¡± se convirti¨® en una frase hecha m¨¢s? Pueden pasar los a?os y que uno siga recordando las tres palabras que en Farmacia de guardia enervaban a un polic¨ªa tan gru?¨®n como afable (ese ¡°para dentro, Romeraleeees¡±). El joven Maxi Iglesias le cuenta emocionado a Concha Cuetos (Madrid, 1944) que creci¨® con esta serie ¨Cambos vinieron al mundo en 1991¨C, as¨ª que se arranca a tararear la sinton¨ªa ante su actriz protagonista. Frases, m¨²sicas y escenas que forman parte de la historia de la televisi¨®n en Espa?a, de la que son su rostro estos actores reunidos por El Pa¨ªs Semanal.
¡°Hay una tendencia a menospreciar la producci¨®n espa?ola, cuando es realmente lo que la gente consume. Ahora est¨¢ a un nivel alt¨ªsimo y hay que contarlo¡±. Quien habla de la televisi¨®n made in Spain es Miguel Salvat, director de Canal +, una cadena que ha centrado su ¨²ltimo proyecto en destapar esas virtudes. Espa?a en serie, que llegar¨¢ a los abonados en noviembre, es un recorrido por la ficci¨®n de los ¨²ltimos 50 a?os narrado por un centenar de sus protagonistas entre actores, directores, productores y guionistas. ¡°Vale la pena contar c¨®mo es la industria y c¨®mo han evolucionado las series en paralelo a la sociedad. Se ver¨¢ que el pa¨ªs crece con su ficci¨®n, c¨®mo han evolucionado los personajes, por qu¨¦ ahora hay m¨¢s tramas y t¨¦cnicas de enganche¡¡±, un trabajo de documentaci¨®n de m¨¢s de un a?o, cuenta.
Las series espa?olas siempre han tenido la misma estrategia de defensa ante las extranjeras, analiza Rom¨¢n Gubern, reputado experto en el ¨¢mbito audiovisual. ¡°Como saben que no pueden competir con House o Los Soprano, buscan ese imaginario cercano que crea una fidelizaci¨®n, que es lo que persigue la televisi¨®n. Su t¨¢ctica ha sido la de anclar la historia en la proximidad como contrapunto al cosmopolitismo de las series de importaci¨®n. Esto ha hecho que tuvieran buena audiencia y sigue siendo as¨ª¡±. Y funciona desde que el modelo televisivo abri¨® sus puertas a las cadenas privadas a principios de los noventa, puntualiza Manuel Palacio, decano de la Facultad de Humanidades, Comunicaci¨®n y Documentaci¨®n de la Universidad Carlos III. ¡°En pocos a?os, la industria fue capaz de conquistar los horarios de m¨¢xima audiencia por encima de las ficciones estadounidenses¡±.
?Qu¨¦ tiene la ficci¨®n nacional que tanto engancha? ¡°Se crea en el espectador eso que dec¨ªan los cl¨¢sicos griegos, que es la m¨ªmesis, un ejercicio de empat¨ªa. La televisi¨®n que hacemos tiene que ver sobre todo con las personas, hablamos de personajes buenos que caen en desgracia. Siempre me ha interesado hacer series que hablen de lo que me preocupa cuando voy a dormir. Si lo haces bien, eres imbatible cuando hablas de nuestra cultura¡±, sintetiza Daniel ?cija, al frente de la prol¨ªfica productora Globomedia. Cuando se habla de personajes, sobre todo de personajes buenos que caen en desgracia, a uno se le viene m¨¢s de un nombre a la memoria. Como Luisma, uno de los personajes m¨¢s queridos ¨Ce imitados¨C de la reciente televisi¨®n. ¡°A¨ªda es incombustible, sobre todo por el trabajo de guion, de casting, y el hecho de hacer humor con temas delicados. Es una serie terap¨¦utica y cada vez m¨¢s necesaria. La gente ya sabe que los domingos por la noche se va a re¨ªr¡±, dice Paco Le¨®n, su alter ego en la vida real. ¡°Entramos en su casa cuando est¨¢n en pijama y cenando, somos un miembro m¨¢s de la familia e incluso formamos parte de sus debates. En cine nadie te dir¨ªa nunca ¡®qu¨¦ malo eres con Santos Trinidad¡¯; en televisi¨®n, la gente me dec¨ªa ¡®deja a Bel¨¦n Rueda¡±, reflexiona Jos¨¦ Coronado, inmerso en una nueva serie sobre el barrio de El Pr¨ªncipe de Ceuta. La televisi¨®n incluso ha hecho que Jordi Rebell¨®n, doctor en Hospital Central, casi haya cambiado de nombre: ¡°Doce a?os, 300 cap¨ªtulos, 5.000 secuencias y cenando todos los mi¨¦rcoles en casa de los espa?oles. Por una persona que me llame Jordi por la calle, cincuenta me llaman Vilches; es algo que no puedo evitar, pero que recibo con mucho cari?o¡±.
En 1993, ?cija fue uno de los fundadores de Globomedia y hoy es el padre de ¨¦xitos como M¨¦dico de familia, Periodistas o ?guila Roja. ¡°El mejor creador de ficci¨®n europeo¡±, ha dicho de ¨¦l Paolo Vasile, consejero delegado de Mediaset. Espont¨¢neo y hablador como el que m¨¢s, ?cija se confiesa incapaz de describir la f¨®rmula del ¨¦xito. ¡°La premisa del negocio es que nadie tiene ni idea de qu¨¦ funciona¡±, sostiene tambi¨¦n Salvat desde Canal+. ?l viaja todos los a?os al L. A. Screenings en Los ?ngeles, un marat¨®n del visionado de nuevas series, y recoge notas de cada una (un dosier de tama?o considerable), algo que le ayuda a escoger con una mezcla de intuici¨®n y experiencia, cuenta. Pero es imposible predecir el benepl¨¢cito de la audiencia. Una embarazada F¨¢tima Baeza recuerda que su historia de amor con otra mujer en Hospital Central ten¨ªa un plan b. ¡°Era el momento de la aprobaci¨®n del matrimonio homosexual y est¨¢bamos expectantes por si no funcionaba, pero fue sorprendente la naturalidad con la que el p¨²blico lo acept¨®. Esa es la magia de la ficci¨®n espa?ola, recoger el momento y tener la valent¨ªa de contarlo¡±.
¡°Entramos en su casa cuando est¨¢n en pijama y cenando, somos de la familia y formamos parte de sus debates¡±, afirma Jos¨¦ Coronado
I?aki Mercero ha respirado televisi¨®n desde peque?o. Su primer recuerdo de ella es estar sentado en la silla del director en las playas de Nerja mientras su padre, Antonio Mercero, rodaba Verano azul. I?aki Mercero ha dirigido series como Gran reserva, El origen, Los protegidos, F¨ªsica o qu¨ªmica o Motivos personales, y ahora Jos¨¦ Coronado est¨¢ bajo su mando. Consciente de que durante mucho tiempo su trabajo se miraba con lupa ¨C¡°Ya no soy Mercerito¡±, dice con una sonrisa¨C, su experiencia le lleva a decir que el ¨¦xito de una serie no solo depende de la historia: ¡°La comunicaci¨®n y la emisi¨®n son otros dos factores clave, y est¨¢n en manos de las cadenas¡±, matiza uno de los directores de El tiempo entre costuras, reci¨¦n estrenada tras casi dos a?os de espera.
¡°Cuando insisto en que las series son lo m¨¢s importante de la televisi¨®n, creo que no me equivoco¡±, sentencia el decano Manuel Palacios. ¡°Es lo que permite unas conexiones emotivas que tienen mayor posibilidad de continuidad en el tiempo. As¨ª que las cadenas deben tenerlas, hay que llenar 24 horas todos los d¨ªas y cuatro de prime time¡±, asegura desde una sala de reuniones de la Carlos III, universidad donde aprecia que hoy a los estudiantes les interesa m¨¢s la televisi¨®n que el cine.
Las cadenas le dan la raz¨®n. ¡°Nuestra apuesta por las series nacionales es muy meditada, hay una clara convicci¨®n de que generan marca y fidelizan al espectador¡±, sostiene Sonia Mart¨ªnez, directora de ficci¨®n de Antena 3 desde 2006, donde aterriz¨® tras su paso por Telecinco. Mart¨ªnez ensalza esta preferencia con un ejemplo: ¡°La gente no solo quiere verse reflejada, tambi¨¦n que los personajes sean reconocibles. Un polic¨ªa no puede ser como Grissom (C.S.I.)¡±. Por eso el envite de la cadena contin¨²a: adem¨¢s de El tiempo entre costuras, Galer¨ªas Velvet y Vivo cantando son su nueva apuesta. Tambi¨¦n maneja varias coproducciones internacionales, pero no suelta detalle. La superstici¨®n de no hablar de los proyectos sin cerrar. Su hom¨®logo en TVE, Fernando L¨®pez Puig, coincide en que las series son el principal emblema de la cadena. ¡°El 6% al que nos obliga a invertir la Ley de Comunicaci¨®n Audiovisual en cine, documentales y series lo realizamos en miniseries o tv movies. Isabel, Cu¨¦ntame o Gran reserva son producciones en las que no tendr¨ªamos por qu¨¦ invertir [no le gusta la palabra gastar], lo hacemos porque creemos en estos productos¡±.
Que son uno de los contenidos preferidos de los telespectadores lo demuestra que en la temporada 2012-2013 se emitieron en las cadenas generalistas m¨¢s de veinte series, seg¨²n datos de la consultora Barlovento Comunicaci¨®n. Hoy arrasan en la televisi¨®n p¨²blica: ?guila Roja bate r¨¦cords de audiencia desde su estreno en 2009 y despidi¨® su ¨²ltima temporada con una media de cinco millones de espectadores y un 25% de cuota de pantalla; Isabel registr¨® un 20% de share en su primera temporada,y la segunda va por el mismo camino. Y la ¨²ltima entrega de este a?o de Cu¨¦ntame fue lo m¨¢s visto la noche de los jueves. ¡°La serie ha pegado un salto importante, hemos llegado otra vez a cinco millones de espectadores. Estoy metido en un ciclo que a ver cu¨¢ndo se consigue cerrar¡±, confiesa Imanol Arias, Antonio Alc¨¢ntara desde hace 14 a?os. ¡°Pero de momento me quedo uno m¨¢s en casa¡±, frase que seguro tranquiliza a m¨¢s de uno.
Pueden gustar m¨¢s o menos, as¨ª que Daniel ?cija prefiere no mencionar la palabra calidad, un t¨¦rmino demasiado subjetivo. ¡°Trabajamos para trasladar emoci¨®n, y si emocionas, has triunfado¡±, resume. Aunque el ¨¦xito ya no tiene las cifras de antes. La televisi¨®n se transform¨® con la llegada de la TDT en 2010, un cambio de modelo que ha fragmentado tanto a la audiencia que hace casi imposible que se pueda llegar a los 11,5 millones de telespectadores que sintonizaron el final de Farmacia de guardia. Hoy es un ¨¦xito superar los cuatro millones. Aun as¨ª, arrasan en las parrillas. ¡°Las series espa?olas, despu¨¦s de los deportes y los informativos, siguen siendo el formato m¨¢s seguido, por delante de las extranjeras y superando ampliamente muchas de ellas la cuota media de audiencia de la cadena¡±, resume la memoria anual de 2012 de FAPAE (la confederaci¨®n que integra a las productoras de televisi¨®n y cine de Espa?a).
Son cifras que sobrepasan con creces las audiencias de las llamadas ficciones ¡°de culto¡± que llegan de Estados Unidos, hoy el referente televisivo por excelencia, producidas la mayor¨ªa por el cable. ¡°En la televisi¨®n de pago y la televisi¨®n en abierto, los bar¨®metros por los que se decide si algo es un ¨¦xito o un fracaso son absolutamente diferentes. En la primera se mide la fidelidad y satisfacci¨®n del cliente y que siga pagando mes a mes. En la segunda, los clientes son los anunciantes, y quieren muchos pares de ojos para poder vender audiencia¡±, explica Salvat, un hombre que lleva en la televisi¨®n pay per view desde los inicios de Canal + en 1989 y que parece cansado de que se comparen ambos mundos. Las cadenas de pago buscan espacios m¨¢s nicho que sean rentables para un p¨²blico en concreto, cuenta. Tomemos Homeland (Showtime) como ejemplo. Con una media del 8,9% de share en sus dos temporadas en Cuatro, est¨¢ lejos de los ¨¦xitos espa?oles. Una cifra en la que mucho tiene que ver que sus fans se busquen la vida para seguir su historia al d¨ªa y sortear los temidos spoilers. Esta trama de esp¨ªas y terroristas yihadistas, a la que Obama est¨¢ enganchado, alcanz¨® su r¨¦cord de audiencia en EE UU en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de su segunda temporada: 2,7 millones de espectadores, seg¨²n la web dedicada a datos seri¨¦filos TV by Numbers. Una cifra poco escandalosa en un pa¨ªs de m¨¢s de 300 millones de habitantes, pero m¨¢s que suficiente para ganarse exquisitas cr¨ªticas dentro y fuera de las fronteras estadounidenses.
El peor efecto que ha tenido la crisis es que hace pocos a?os se realiz¨® el primer intento de producir por parte de las televisiones de pago, y esto se ha parado¡±, lamenta Palacios desde su visi¨®n universitaria al recordar Crematorio o ?Qu¨¦ fue de Jorge Sanz? Para Salvat, la estrategia de producci¨®n de Canal + (1.800.000 abonados) pasa por la producci¨®n propia, y hoy estudian proyectos. Pero estos se topan con una realidad tozuda: la penetraci¨®n de la televisi¨®n de pago en Espa?a es de un 25%, casi la mitad que en Francia o Reino Unido, revela un informe de Deloitte.
Mientras HBO gasta unos seis millones de d¨®lares por cap¨ªtulo de Juego de tronos ¨Cla tercera temporada la siguieron 5,4 millones de personas en este canal premium de EE UU¨C, en Espa?a las series m¨¢s ambiciosas rondan los 600.000 euros por cap¨ªtulo. Y en tiempos dif¨ªciles vienen las tijeras. Este a?o, tras meses en los que estuvo congelada su emisi¨®n, ?guila Roja ha visto reducido su presupuesto un 15%. ?Y ante ese panorama? ¡°Comprensi¨®n¡±, responde ?cija al momento. ¡°Los tiempos han cambiado, y creativa y econ¨®micamente nos tenemos que adaptar. Las cadenas hacen un gran esfuerzo inversor en la ficci¨®n nacional y los productores tenemos que demostrar que somos rentables y justificar ese esfuerzo¡±, dice alguien que tiene entre sus primeros recuerdos en la profesi¨®n el ¡°p¨¢nico¡± que sinti¨® antes de dirigir M¨¦dico de familia.
Nos sentamos frente a la tele unos 247 minutos al d¨ªa, un r¨¦cord registrado en mayo, seg¨²n datos de Barlovento. Rom¨¢n Gubern, uno de los grandes historiadores del cine de nuestro pa¨ªs, apunta a que el cierre de salas influye en el auge de su consumo. Tambi¨¦n la subida continua de butacas vac¨ªas: tras perder 40 millones de espectadores de 2004 a 2011, en 2012 se volatilizaron cuatro millones m¨¢s, seg¨²n el Instituto de las Ciencias y Artes Audiovisuales. Un c¨®ctel que ha llevado a actores, guionistas y directores a la peque?a pantalla. Fin de las etiquetas, la televisi¨®n ha dejado de ser la hermana peque?a y se ha convertido en un medio igual de v¨¢lido que la gran pantalla para contar una historia.
Soy un producto de los sesenta, cuando se dec¨ªa que la televisi¨®n te quemaba como actriz, y no hac¨ªas cine¡±, recuerda Concha Cuetos. Jos¨¦ Coronado reflexiona: ¡°Al principio, el medio me lo vend¨ªan como menor, y yo cre¨ªa que estaban muy equivocados. Hay que valorar sobremanera que puedes llegar cada semana a cinco millones de espectadores, cuando en el cine en el mejor de los casos te ven 300.000¡±. Fernando Tejero remata: ¡°Gracias a la tele soy un actor querido. Y eso te abre puertas en el cine y el teatro¡±.
Todas las tardes, Luis San Narciso tiene encendida la televisi¨®n en su despacho. Siempre a la caza de un nuevo talento. Durante su carrera ha descubierto actores ¨C¨¦l prefiere decir que los ha encontrado¨C como Paz Vega, Candela Pe?a, Ra¨²l Ar¨¦valo o Blanca Su¨¢rez. Director art¨ªstico de Globomedia y responsable de casting de pel¨ªculas de Almod¨®var o Amen¨¢bar, este amante del teatro asegura tener un respeto ¡°absoluto¡± por la televisi¨®n. Un medio para el que rescat¨® a actores como Amparo Bar¨®, Lola Herrera o Juan Diego, y que tambi¨¦n le ha ayudado a sumar para el cine. ¡°Cuando un director es inteligente y le ofreces una persona televisiva sin experiencia en cine, es capaz de verlo¡±. Ese fue el caso de Bel¨¦n Rueda en Mar adentro. ¡°No se recuerda, pero en ese momento casi me apedreaban por proponerla¡±, o de Blanca Portillo con Volver. Y no olvida mencionar que la peque?a pantalla es tambi¨¦n una gran cantera. Ah¨ª est¨¢ Ricardo G¨®mez, o series como Al salir de clase o Compa?eros.
Rostros que tambi¨¦n salen de nuestras fronteras. Las series de Globomedia se emiten en m¨¢s de 120 pa¨ªses (?guila Roja ha llegado hasta Tailandia o Corea). Jordi ?vole se sorprend¨ªa en su programa de Salvados sobre educaci¨®n cuando una profesora finlandesa le contaba que ha habido un boom de estudiantes de espa?ol porque series como Cu¨¦ntame, Los Serrano o Aqu¨ª no hay quien viva, todas emitidas en versi¨®n original, han tenido un gran ¨¦xito. Un 31% de toda la exportaci¨®n audiovisual espa?ola de 2012 corresponde a productos para televisi¨®n, lo que significan 44,4 millones de euros (el cine mueve 49,6), una cifra seis puntos superior a la de 2011 y 15 millones m¨¢s que hace una d¨¦cada, refleja la memoria anual de FAPAE sobre el a?o pasado.
¡°Sobreviviremos y resurgiremos sin duda, porque la ficci¨®n es necesaria. La pregunta es si al margen de la crisis este modelo de televisi¨®n est¨¢ muerto o no¡±, lanza I?aki Mercero, palabras que retumban por encima del hilo musical de la cafeter¨ªa del centro comercial. Quiz¨¢ la receta ya no sea sentarse los domingos frente al televisor a las diez de la noche para que Luisma nos haga re¨ªr. Resulta un tanto reveladora la campa?a de este verano de Yomvi, la oferta de Canal + online: ¡°La televisi¨®n ha muerto, viva la televisi¨®n¡±. El famoso prime time est¨¢ cambiando hacia el my time. Pero ese es el pr¨®ximo cap¨ªtulo.
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