Gervasio Deferr: el viaje del olimpo a los infiernos
Gan¨® tres medallas ol¨ªmpicas, se retir¨® y cay¨® en el alcohol y las drogas. Logr¨® salir y hace dos a?os lo cont¨® en un libro. La historia del gimnasta se convierte ahora en una serie en la que ?scar Casas le interpreta
La primera vez que lo vio, sinti¨® como si estuviese ante un espejo. Un reflejo de quien hab¨ªa sido hace 20 a?os. Descubri¨® a un hombre distinto al que ¨¦l recordaba. Alguien que, sumido en un mundo repleto de ¨¦xito, estaba marcando sus propias cicatrices. Y cuenta que eran m¨¢s de las que ¨¦l recordaba. Este hombre, que ahora tiene 44 a?os, es el gimnasta ol¨ªmpico Gervasio Deferr (Premi¨¤ de Mar, Barcelona). Y su otro yo, su recuerdo, lo ha construido ?scar Casas (Barcelona, 26 a?os) con su interpretaci¨®n en El gran salto, la serie biogr¨¢fica que podr¨¢ verse pr¨®ximamente en Atresplayer y que narra la vida del deportista desde sus inicios en 1986 hasta 2017. Desde sus primeros saltos hasta su salida de una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n.
El deportista y el actor esperan en un gimnasio de La Mina ¡ªel barrio barcelon¨¦s que ha sido clasificado como uno de los m¨¢s conflictivos de Espa?a¡ª, en Sant Adri¨¤ de Bes¨°s. Deferr es el primero en saludar. Casi como si fuese una avalancha, se lanza a presentarse: ¡°?Soy Gervi! ?Encantado!¡±. Casas, m¨¢s t¨ªmido, hace lo mismo. Y el medallista y el int¨¦rprete coinciden: donde m¨¢s c¨®modos se sienten es sobre una de las colchonetas azules del centro deportivo. As¨ª que ah¨ª, con los dos protagonistas sentados, la redactora frente a ellos, comienza la entrevista.
¡ª?Qui¨¦n es Gervi y qui¨¦n es Gervasio?
¡ªGervi es la persona, el ni?o que dej¨® a sus padres y a sus amigos para entrar a un centro de alto rendimiento (CAR) y convertirse en un gimnasta. Gervasio es la persona que tuve que crear, que puso ante s¨ª un bloque de hormig¨®n y se olvid¨® de todo para centrarse en ser deportista ol¨ªmpico.
El gran salto narra la construcci¨®n de las dos personalidades. La del joven que saltaba de los ¨¢rboles en 1986 y que se fascin¨® por las volteretas y las acrobacias. Y la del hombre que gan¨® dos oros ol¨ªmpicos en S¨ªdney 2000 y Atenas 2004 en la modalidad de salto de potro y fue galardonado con la plata en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn de 2008 en la disciplina de suelo.
Compuesta por cinco cap¨ªtulos de 50 minutos cada uno, la serie est¨¢ basada en el libro hom¨®nimo escrito por el gimnasta en 2022. La obra, que cont¨® con la colaboraci¨®n del periodista Roger Pascual, surgi¨® a ra¨ªz de la entrevista que ¨¦l mismo le hizo y que se public¨® el 10 de diciembre de 2020. Dos d¨ªas despu¨¦s, un v¨ªdeo de la conversaci¨®n alcanz¨® cuatro millones de visualizaciones. ¡°Ese fue el inicio de todo. A partir de ah¨ª me surgieron entrevistas en Lo de ?vole y en el podcast The Wild Project, de Jordi Wild. Y Atresplayer se puso en contacto conmigo¡±, recuerda Deferr.
Ahora Casas se confiesa: ¡°Se me hace raro interpretar el biopic de alguien que est¨¢ vivo. Normalmente se hace con alguien que ya no est¨¢¡±.
¡ªUsted ten¨ªa dos a?os cuando Deferr gan¨® su primera medalla. ?C¨®mo conoci¨® su historia?
¡ªCon el podcast de Jordi Wild. Hab¨ªa o¨ªdo hablar de Gervasio, pero no fue hasta entonces cuando realmente me obsesion¨¦ con su historia.
¡°Cuando sali¨® el klo tuve claro: el papel ten¨ªa que ser m¨ªo¡±, explica el actor. Se encerr¨® en su piso, vio entrevistas antiguas del deportista. Estudi¨® su historia. Y el d¨ªa de la prueba alquil¨® una habitaci¨®n de hotel en el mismo edificio en el que iban a ser las audiciones. El papel fue suyo.
Para ponerse al nivel de musculaci¨®n que ten¨ªa el deportista en sus inicios, Casas sigui¨® un plan: ¡°Despu¨¦s de saber que me hab¨ªan cogido, pas¨¦ dos meses haciendo entrenamiento f¨ªsico, y otros dos y medio en un centro de alto rendimiento para aprender a hacer los movimientos que ¨¦l hac¨ªa¡±.
Las grabaciones comenzaron en abril de este a?o y finalizaron en junio. Adem¨¢s de la preparaci¨®n f¨ªsica, el actor tambi¨¦n puso su voz en manos de profesionales hasta lograr vocalizar como el gimnasta. Desde el tono m¨¢s rudo de sus primeros Juegos Ol¨ªmpicos hasta el m¨¢s cazallero, tocado por las drogas y el ritmo fren¨¦tico de una vida de fiesta en fiesta que termin¨® teniendo el deportista durante sus a?os m¨¢s oscuros.
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La vida de Deferr no se puede contar sin conocer sus or¨ªgenes. Y para ello hay que saber la historia de sus padres. Jos¨¦ Luis Deferr y Patricia ?ngel emigraron desde Argentina en 1976 para escapar de la dictadura impuesta en el pa¨ªs tras el golpe de Estado perpetrado aquel a?o. Se mudaron a Catalu?a, donde se afincaron en la localidad barcelonesa de Premi¨¤ de Mar, en la costa del Maresme. Y cuatro a?os despu¨¦s naci¨® Gervasio.
El gimnasta ten¨ªa pocos a?os cuando dio su primer salto. Lo hizo desde la copa de un ¨¢rbol. Cay¨® contra el suelo y se abri¨® la cabeza. ¡°Era un ni?o que estaba aprendiendo a hacer lo que le gustaba: la gimnasia¡±, dice el medallista. A los ocho, una profesora de gimnasia le vio saltando por la calle y le hizo una propuesta a su madre: ense?arle a hacer acrobacias. Ese fue el inicio de todo.
Cuando la profesora ¡ªcon quien sigue teniendo contacto¡ª lleg¨® al tope de lo que le pod¨ªa ense?ar, le propuso a la familia que Gervasio continuara su formaci¨®n en el CAR de Sant Cugat. Y eso hizo: acab¨® viviendo en el mismo centro. Ahora, en 2024, sentado con las piernas cruzadas en esta colchoneta en el barrio de La Mina, recuerda el momento que le cambi¨® la vida, los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92, que coincidieron con su primer a?o en Sant Cugat. ¡°Vi a los gimnastas de otros pa¨ªses y tuve claro que quer¨ªa ser como ellos. Incluso mejor. Yo quer¨ªa ser el mejor del mundo. Y lo consegu¨ª¡±, relata Deferr.
La serie, producida por Diagonal TV, viaja del pasado al presente y viceversa. Con un Gervasio m¨¢s musculoso, ol¨ªmpico, ganador. Y con otro consumido por el alcohol y las drogas.
El actor comi¨®, ley¨® y escuch¨® la misma m¨²sica que escuchaba Deferr en su juventud. Y en el rodaje lleg¨® incluso a ponerse sobre la cabeza una corona de hojas de olivo tras recrear el salto que en los Juegos Ol¨ªmpicos de S¨ªdney 2000 convirti¨® a Deferr en una leyenda. ¡°?scar dice que no ha llegado al nivel de un atleta ol¨ªmpico¡±, apunta el triple medallista. ¡°?Perdona? Se ha puesto tan fuerte como muchos, much¨ªsimos gimnastas que van a los Juegos¡±.
La historia de Deferr estuvo marcada por sus tres medallas y por sus apariciones en la prensa. Por eso, como si fuese un mantra del que no se puede olvidar, repite las primeras frases de su libro: ¡°La mayor¨ªa de la gente solo sabe de m¨ª que gan¨¦ dos oros y una plata ol¨ªmpicos en gimnasia y que me quitaron una medalla mundial por un porro, pero muy pocos saben el precio que pagu¨¦ por la gloria y todo lo que sufr¨ª antes y despu¨¦s de mi retirada. Desconocen que para construir el Gervasio Deferr campe¨®n ol¨ªmpico tuve que convertirme en un killer y encerrar en el s¨®tano a Gervi, mi otro yo; que cuando me baj¨¦ de la palestra, el alcohol inund¨® mi vida hasta que ped¨ª ayuda para no ahogarme definitivamente en ¨¦l; que muchos solo ven las medallas, pero no a la persona que sufre como cualquiera y que est¨¢ sometida a la presi¨®n de jug¨¢rselo a todo o nada en un minuto cada cuatro a?os. Y que, tras 25 a?os dedic¨¢ndome en cuerpo y alma a la gimnasia, tuve que empezar de cero, como tantos otros compa?eros de deportes minoritarios¡±.
¡°Creo que la lectura se puede concretar en que sub¨ª al olimpo, a los cielos, fui el mejor del mundo. Y ca¨ª a los infiernos, a un hoyo muy profundo del que no era capaz de salir¡±, resume el gimnasta. Casas tiene claro que relatar este trayecto es exactamente el prop¨®sito de la serie: ¡°No es ganar o perder. Es mucho m¨¢s. Es la historia de Gervi, de todo lo que vivi¨®, de todo lo que se puede aprender de alguien que ha estado en lo m¨¢s alto y ha ca¨ªdo a lo m¨¢s profundo¡±.
¡ª?Qu¨¦ conclusi¨®n saca ahora de todo ello?
¡ªMe centr¨¦ tanto en el gimnasta que me olvid¨¦ de la persona. Y eso me destroz¨®.
Casas cuenta que ha dejado de beber alcohol desde que empez¨® a prepararse para el papel. ¡°Quer¨ªa vivir lo que vivi¨® ¨¦l, pero me di cuenta de que era algo mucho m¨¢s grande¡±.
¡ª?Por qu¨¦?
¡ªLo hemos normalizado. Es un t¨®pico eso de que si no bebes no lo pasas bien. Ahora salgo con mis amigos, me lo paso igual de bien sin probar ni una gota de alcohol. Me siento m¨¢s productivo. Mejor conmigo mismo.
Deferr, a su lado, responde r¨¢pido:
¡ªHemos romantizado el hecho de beber alcohol como algo social e imprescindible.
Gervasio Deferr recuerda el d¨ªa en que lo dej¨®. El 14 de febrero de 2017. Unos d¨ªas antes a su madre le hab¨ªa dado un infarto y ¨¦l no acudi¨® hasta tres d¨ªas despu¨¦s al hospital para verla. Estaba drogado, reventado por la cantidad de alcohol consumido la noche anterior. Y lo primero que hizo Patricia ?ngel ¡ªsu madre¡ª al despertar y verle fue preguntarle, preocupada, que qu¨¦ tal estaba. Deferr fue consciente del ¡°da?o que hab¨ªa hecho¡±. Y ese 14 de febrero entr¨® a la cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n para, nueve meses despu¨¦s, volver a ser Gervi.
¡ª?Cu¨¢l es el precio de ganar una medalla ol¨ªmpica?
¡ªTe conviertes en una especie de Dios. Eres el m¨¢s grande. Pero luego, cuando te retiras, te das la hostia de tu vida.
El gimnasta cont¨® con el apoyo del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE) para recuperarse. ¡°Pero muchos otros no pudieron. Hemos perdido a gente muy grande por un problema muy grave de salud mental¡±, dice Deferr. Los recuerda: Yago Lamela, Blanca Fern¨¢ndez Ochoa, Jes¨²s Roll¨¢n. ¡°Ellos no pudieron seguir con sus vidas. Ahora, afortunadamente, valoramos la salud mental. Pero hemos perdido a gente muy importante en la historia del deporte¡±. Y a?ade, echando la vista atr¨¢s: ¡°Con 20 a?os me iba a comer el mundo, y ahora agradezco que el mundo no me haya comido a m¨ª¡±.
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El actor y el gimnasta apenas se han visto un par de veces antes de hablar con El Pa¨ªs Semanal. ?scar Casas recuerda el primer encuentro: fue poco despu¨¦s de saber que hab¨ªa logrado el papel. ¡°Vine a Barcelona y pasamos tres o cuatro horas juntos. Hablamos much¨ªsimo. Pero despu¨¦s volv¨ª a casa y tuve una sensaci¨®n de baj¨®n, de miedo¡±, cuenta.
Poco a poco se recompuso, se prepar¨® para el papel. ¡°Gervi ven¨ªa al rodaje. Pero nunca o casi nunca hablaba conmigo. Se iba con otros actores¡±, explica. Deferr precisa: ¡°A ellos les explicaba otros aspectos: c¨®mo me comportaba con esas personas a las que ten¨ªan que representar, qu¨¦ hac¨ªamos¡ Pero es verdad que no quer¨ªa molestar. Y, adem¨¢s, contigo me pasaba que me costaba verme a m¨ª mismo. Te has convertido en m¨ª¡±.
Durante el rodaje hubo dos momentos que emocionaron especialmente a Deferr. El primero fue cuando conoci¨® a Carolina Rom¨¢n, la actriz argentina que interpreta a su madre en la serie. Y el segundo, la escena en que se recrea la rueda de prensa dada por el gimnasta el 24 de enero de 2011, en la que anunciaba que abandonaba la gimnasia profesional. ¡°Se me puso el pecho de locos. Ten¨ªa l¨¢grimas en los ojos y tuve que irme varias veces¡±, rememora.
Han pasado m¨¢s de 13 a?os desde aquel momento. Ahora ?scar Casas se ha convertido en Gervasio Deferr. Y Gervasio Deferr, la leyenda de la gimnasia espa?ola, ha vuelto a ser Gervi y gracias a esta serie se ha convertido en espectador de su propia vida.
En el momento en el que esta redactora habla con ellos, su presencia en el festival de San Sebasti¨¢n el pasado septiembre a¨²n no se hab¨ªa confirmado. Cuando se les pregunta por la posibilidad de que la serie se presente en el reputado certamen, actor y gimnasta se miran c¨®mplices. Y se giran hacia los miembros de Atresmedia y Diagonal TV que los han acompa?ado hoy hasta este gimnasio en La Mina. ¡°Me da m¨¢s miedo esto que unos Juegos Ol¨ªmpicos¡±, confiesa Deferr.
Ahora Gervasio Deferr vive una nueva fase de su proceso de sanaci¨®n con la serie El gran salto. Antes lo hizo con el libro y con las distintas entrevistas que surgieron a ra¨ªz de su publicaci¨®n. Durante todos estos a?os, ha seguido acudiendo a este gimnasio de La Mina, donde empez¨® a entrenar a ni?os poco despu¨¦s de su salida de la cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n. Aquello se convirti¨® en su terapia diaria. Y sigue. Qui¨¦n sabe si en un futuro el pr¨®ximo gran gimnasta espa?ol saldr¨¢ de esas cuatro paredes.
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