El pr¨ªncipe que los ingleses olvidaron
Carlos de Inglaterra abre todas sus puertas a la revista ¡®Time¡¯
Arrinconado por la popularidad de su hijo y sin inspirar el mismo respeto que su madre, Carlos de Inglaterra disfruta de la posici¨®n aparentemente m¨¢s inc¨®moda de la realeza. Qu¨¦ mejor ejemplo que el reciente bautizo de su nieto Jorge, al que asisti¨® junto a su mujer, pero cuya fotograf¨ªa tard¨® m¨¢s que la de ning¨²n invitado en ser distribuida. Con ese peso encima, el primero en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono brit¨¢nico quiere dejar claro que no es un desdichado que cuenta los d¨ªas para su coronaci¨®n. Y lava su imagen concediendo un acceso exclusivo a la revista Time, que dedica su n¨²mero de esta semana al ¡°pr¨ªncipe olvidado¡±.
La directora de la publicaci¨®n estadounidense, Catherine Mayer, ha compartido con ¨¦l cenas y visitado sus residencias en Inglaterra, Escocia y Gales, adem¨¢s de entrevistar a 50 de sus amigos. Mayer empez¨® a interesarse por la figura del pr¨ªncipe durante una visita principesca a The Economist en 1985, en la que ya percibi¨® los esfuerzos de Carlos para convencer a los esc¨¦pticos de que era m¨¢s que un noble desconectado del mundo. En su art¨ªculo, la periodista descubre a un pr¨ªncipe contradictorio, ¡°comprometido pero distante, consentido y necesitado, un radical en la cima de una instituci¨®n escler¨®tica, rodeado de gente pero profundamente solo¡±.
Mayer llega a la conclusi¨®n de que su reputaci¨®n sombr¨ªa no se corresponde a la realidad. Al contrario de lo que se cree, Carlos percibe su futura entronizaci¨®n como el momento en el que tendr¨¢ que dejar lo que m¨¢s disfruta. A sus 87 a?os, Isabel II ha tenido que disminuir el ritmo de trabajo y encomendar algunos compromisos a un reticente Carlos, que prefiere dedicarse a sus acuarelas, sus proyectos ecol¨®gicos, su fundaci¨®n y su cruzada contra la arquitectura contempor¨¢nea.
El hijo de la reina tambi¨¦n es empresario y hace dos d¨¦cadas fund¨® la marca de productos alimenticios Duchy Originals, una de las pioneras en la revoluci¨®n de la comida org¨¢nica.
El perfil de Time desvela adem¨¢s que su estrategia para lidiar con los medios es muy diferente a la obsesi¨®n con la intimidad de su primog¨¦nito, el duque de Cambridge. La experiencia le ha ense?ado que no sirve de nada intentar corregir alegaciones y que lo m¨¢s efectivo es ignorar todo lo que dicen de ¨¦l y de Camilla.
El pr¨ªncipe de Gales es uno de los miembros m¨¢s impopulares de familia real, percibido como un tipo estirado, metomentodo y sin carisma. El p¨²blico lo responsabiliza de la infelicidad de Lady Di y la prensa lo caricaturiza mientras babea con Guillermo y Catalina. Sin embargo, Carlos gana en las distancias cortas. Sus allegados lo califican de cultivado, solidario y apasionado. Emma Thompson, su gran amiga, asegura a Time que bailar con ¨¦l es ¡°mejor que el buen sexo¡± para a?adir que intent¨® seducirlo sin ¨¦xito. Claro que solo estaba bromeando.
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