Usted no se apure

Si fu¨¦ramos listos, nos apresurar¨ªamos a comprar, en defensa propia, el libro que Zapatero ha comenzado a vender a trav¨¦s de la tele. De ese modo, nos ahorrar¨ªamos una promoci¨®n cuyo acto inaugural en El objetivo, de la Sexta, logr¨® sobrecogernos. ?Habl¨® usted con Merkel?, le preguntaba una y otra vez, con paciencia infinita, Ana Pastor. Lo cuento en el libro, respond¨ªa Zapatero con toda la cara.

De modo que lo cuenta en el libro. Ha esperado dos a?os para hacer p¨²blico, previo sustancioso anticipo econ¨®mico, lo que nos deb¨ªa a todos los espa?oles, le votaran o no, les decepcionara usted o no, les gustara o no. Llevamos dos a?os esperando una explicaci¨®n a aquel ¡°cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste¡±. Por cierto, que, seamos rigurosos, a usted no le ha costado nada, usted ha escrito su dilema al fuego del salario del Consejo de Estado y dem¨¢s momios que le corresponden por su cargo, excargo, o lo que sea. No tardar¨¢n en llamarle de una el¨¦ctrica, quiz¨¢ la misma de la que ya cobra su exvicepresidenta. Pero usted no se imagina el fr¨ªo que hace fuera, no se hace idea de las corrientes de aire que circulan por los patios desolados de este pa¨ªs en ruinas. Usted rompi¨® el contrato con los contribuyentes, se carg¨® cualquier posibilidad electoral del PSOE, entreg¨® los trastos a Rajoy, se lav¨® las manos y se march¨® a cenar.

Ahora bien, si cuenta en El dilema las mismas nader¨ªas que en el programa de Ana Pastor, ensalzando por un lado las virtudes de la democracia y reconociendo por otro que a veces hay que suspenderla (es lo que usted hizo) por causas de fuerza mayor, se lo podr¨ªa haber ahorrado, sobre todo si, como insin¨²a el t¨ªtulo, exhibe en ¨¦l un problema de orden moral. Pero no se apure, lo compraremos a pares para ahorrarle y ahorrarnos la promoci¨®n, a cuyo pr¨®logo asistimos el domingo pasado.