El negocio de prohibir
Ya no se sabe si la avidez recaudatoria de las actuales autoridades espa?olas no conoce l¨ªmites ¨Cbueno, saqueadora¨C, o si la vieja pasi¨®n prohibidora de este pa¨ªs emerge al menor pretexto, o si se trata de una mezcla de las dos, lo m¨¢s probable. En poco tiempo nos han obsequiado con varias medidas, a cual m¨¢s injusta, demente y desfachatada, todas dictadas por esos dos ¨¢nimos: prohibir por prohibir y estrujar a¨²n m¨¢s al ciudadano, como si no bastaran las enloquecidas subidas de impuestos de Rajoy y Montoro, en contra de sus promesas electorales y, seg¨²n dijeron, ¡°provisionales¡±, pero ya prorrogadas uno o dos a?os m¨¢s, por lo menos hasta 2015. Como en esa fecha habr¨¢ elecciones, bajar¨¢n algo esos impuestos a ver si los votan los de su propio partido. Visto lo que podemos fiarnos de su palabra, y de la del PP en general, es seguro que, si redujeran la presi¨®n fiscal, ser¨ªa para incrementarla en seguida en 2016, y de lo dicho nada, y adem¨¢s ¡°no hay otra soluci¨®n¡±.
Pero a lo de ahora. Primero se nos comunic¨® que a partir de pronto se har¨¢n pruebas de alcoholemia a los peatones infractores y se los multar¨¢. Es decir, si alguien lleva prisa y se salta un sem¨¢foro porque no se ve ni un coche en lontananza, habr¨¢ que comprobar si ha bebido un vaso de vino o dos, y, de ser as¨ª, se la cargar¨¢ bien cargada. Otro tanto si un transe¨²nte desciende a la calzada y camina junto al borde, cosa que en Madrid, por ejemplo, nos vemos obligados a hacer todos a menudo porque las aceras est¨¢n intransitables, llenas de obst¨¢culos puestos por el Ayuntamiento: pivotes de piedra o de hierro, chirimbolos, motos y bicis a las que se permite aparcar, gigantescos contenedores, bandas de pseudojazz, vallas y zanjas de obras in¨²tiles, papeleras desbordadas, andamios por doquier. As¨ª, las autoridades ocupan las aceras hasta impedirnos ir por ellas, y a continuaci¨®n deciden cobrarle al que las abandona para avanzar. Negocio redondo, el de forzarnos a infringir las reglas para luego multarnos por ello.
A usted se lo multa y persigue s¨®lo por eso, por ser pobre, hay que ver
Al poco nos enteramos de que la alcaldesa de Fuengirola, del inevitable PP, ha prohibido que en la Feria de su localidad suene m¨²sica en otra lengua que el espa?ol, y ¨Cojo¨C espa?ol de aqu¨ª: no s¨®lo no permite ¡°g¨¦neros como funk, rap, reggaeton, electr¨®nica, metal, alternativa, hip hop, reggae, heavy metal, country, punk y g¨®tica¡±, sino tampoco ¡°ritmos latinos en general¡±, aunque est¨¦n cantados en espa?ol. Asimismo ha dictaminado sobre la decoraci¨®n de las casetas, que deber¨¢ basarse en ¡°elementos relacionados con Andaluc¨ªa, su cultura, arte y tradiciones¡±, y al que no cumpla lo visitar¨¢ la polic¨ªa. Que esta tal Do?a O?a imponga a sus conciudadanos lo que han de o¨ªr y bailar, y hasta c¨®mo deben engalanarse, es sin duda anecd¨®tico, pero delata un esp¨ªritu totalitario que r¨ªanse de Stalin. De hecho la aproxima mucho a Franco, que proscribi¨® todos los nombres extranjeros, de cines, hoteles, cafeter¨ªas y dem¨¢s. O¨ª contar que el cine Col¨®n de mi infancia se hab¨ªa llamado Royalty, hasta que el dictador lo conden¨® por poco espa?ol.
A continuaci¨®n nos anuncian una nueva ordenanza municipal para Madrid, y a ra¨ªz de eso se nos revela que est¨¢ parcialmente inspirada en las ya vigentes en Sevilla, Barcelona, M¨¢laga, Benidorm, Bilbao, Granada y otras ciudades. Al leer la lista de lo que prohibir¨¢ y multar¨¢ esa ordenanza, uno se pregunta si queda algo que no sea una infracci¨®n, y si pronto no nos cobrar¨¢n por salir a la calle y transitar. Junto a algunas prohibiciones razonables y ya existentes, pero que no se suelen respetar (orinar en la v¨ªa p¨²blica, algo que uno ve hacer de continuo con total impunidad; no llevar perros peligrosos sin bozal; encender hogueras, etc.), nos encontramos con que habr¨¢ multas de hasta 750 euros por limosnear ante un centro comercial; de hasta 1.500 por intentar limpiar un parabrisas o vender kleenex en los sem¨¢foros, por ¡°juegos o apuestas con dinero¡± (esto en una comunidad que ahora adora a la Virgen Tah¨²r de Eurovegas y a San Adelson el Turbio, ser¨¢ para que ning¨²n trilero haga competencia a sus casinos), o por ¡°promover la prostituci¨®n¡±. No se aclara qu¨¦ cae bajo ese verbo ambiguo, gui?arle un ojo a un viandante debe de ser parte de ello. Tambi¨¦n se pregunta uno c¨®mo pagar¨¢n 750 o 1.500 euros un mendigo, un vendedor de kleenex o un limpiador espont¨¢neo, m¨¢s a¨²n cuando, gracias a la pol¨ªtica de recortes y despidos f¨¢ciles del Gobierno y la CEOE, cada d¨ªa m¨¢s gente se ve empujada a tan miserables menesteres porque no le queda otro remedio. Y luego se pregunta uno qu¨¦ se har¨¢ con los no pagadores, que ser¨¢n todos: ?se los meter¨¢ en la c¨¢rcel, estando todas ya saturadas? ?Se los expulsar¨¢ de la ciudad o del pa¨ªs? Todo da la impresi¨®n de ser un cap¨ªtulo m¨¢s en el proceso de eliminaci¨®n de los pobres. A usted se lo multa y persigue s¨®lo por eso, por ser pobre, hay que ver. Lo sangrante es que al mismo tiempo este Gobierno hace todo lo posible por incrementar su n¨²mero, y por que pasen a serlo quienes no lo eran ni lo son. Entre eso y la nueva emigraci¨®n forzosa de j¨®venes y no tan j¨®venes, uno empieza a sospechar que a lo que aspira el PP es a despoblar el pa¨ªs y a que en Espa?a no queden en libertad m¨¢s que sus votantes y unos cuantos indiferentes. Ser¨ªa la ¨²nica manera de asegurarse la perpetua reelecci¨®n. El ¨²nico inconveniente es este: ?qui¨¦n quedar¨ªa para tributar a Hacienda, esto es, para pagar a sus miembros y ¡°asesores¡± sus cuantiosos sueldos?
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