Francia, un gran terreno de juego

El Gobierno de Fran?ois Hollande ha expulsado del pa¨ªs a Leonarda, joven gitana en situaci¨®n irregular. R¨¢pidamente, dos grupos se han constituido.

En primer lugar, la opini¨®n p¨²blica que, si confiamos en las estad¨ªsticas, parece apoyar mayoritariamente la decisi¨®n tomada por el ministro del Interior, Manuel Valls. Luego, la opini¨®n publicada (los medios), todos aquellos que se erigen en guardianes de los valores republicanos (igualdad, libertad, fraternidad). Es en cierta manera la confrontaci¨®n entre el comunitarismo posmoderno que ve al otro como al extranjero, que lo erige en chivo expiatorio cada vez que la econom¨ªa va mal, y la globalizaci¨®n que predica la libre circulaci¨®n de capitales, mercanc¨ªas y personas.

Hay un tercer grupo, m¨¢s activo. Son los estudiantes que bloquean los colegios en defensa de su compa?era expulsada. Este grupo encarna la efervescencia posmoderna y la preeminencia del homo ludens en el seno de una sociedad reticular (prueba de ello es que las manifestaciones se interrumpen cuando entramos en receso escolar).

As¨ª, Francia se ha convertido por estos d¨ªas en un gran terreno de juego. Para pacificar los ¨¢nimos, Hollande ha intentado una soluci¨®n salom¨®nica, soluci¨®n que parece no convencer. La partida a¨²n no ha terminado.¡ª Fernando Stefanich.